La carga con la droga, que en el mercado negro puede alcanzar un precio de 8 millones de dólares, estaba escondida en siete cajas de banana procedentes de Colombia, que habían entrado en Alemania a través del puerto de Hamburgo.
Desde allí fueron distribuidas a cuatro supermercados Aldi de Berlín y otro en Velten (este de Alemania), donde fueron encontradas antes de ser puestas a la venta.
Según explicó el jefe de departamento de la Oficina Criminal, Olaf Schrem, el hallazgo se produjo de un modo totalmente "casual" y se trataría de "un error logístico" de los narcotraficantes a la hora de la entrega de la mercancía.
Hasta ahora se desconoce quién es el responsable del envío de la droga y quiénes eran los destinatarios, aunque según el miembro de investigación aduanera Andreas Beyer, la llegada de los paquetes a Berlín seguramente no estaba prevista.
La ruta que conecta Sudamérica con Hamburgo (norte de Alemania) es considerada por las autoridades como una de las vías de contrabando preferidas por los narcotraficantes.
Los investigadores alabaron la "actitud de cooperación cuidadosa y abierta" mostrada por los trabajadores del Aldi, quienes, después de descubrir el cargamento de cocaína, se pusieron en contacto con la policía.
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