Las dos mujeres, de 18 y 28 años, fueron detenidas en días diferentes en el aeropuerto Madrid-Barajas a su llegada desde
San Pablo, Brasil, informó la
Policía Nacional de España en un comunicado.
Cada una de ellas llevaba,
ocultos bajo una peluca, seis pequeños paquetes que contenían un total de 1,2 kg de cocaína "
cosidos y sujetos por trenzas a su pelo natural y recogidos bajo una media negra unida por cinta adhesiva al falso cabello", explicó.
Según las autoridades españolas,
"este nuevo método de introducción de sustancias estupefacientes es muy elaborado y de
difícil detección, debido al realismo del falso cabello".
"Una vez liberada de su envoltorio, la sustancia fue sometida al
narcotest dando positivo en cocaína arrojando un peso bruto en cada ocasión de un kilo y 20 gramos", informó la Policía.
Los estrechos lazos entre España y Latinoamérica hacen de este país una puerta de entrada de la cocaína en Europa. En 2012,
los servicios de seguridad españoles confiscaron más de 20 toneladas de cocaína, el 41% de la cantidad total decomisada en todo el continente en el conjunto del año.
La policía debe, sin embargo, adaptarse sin cese a unos traficantes que rivalizan en ingeniosidad.
Los
cargamentos marítimos de bananas han sido en los últimos tiempos uno de los escondites predilectos de la droga latinoamericana, pero en años recientes también se descubrieron envíos de cocaína en rosas, dulces o madera exótica, e incluso en el
vientre de un perro vivo.
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