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Robaba tumbas para adornar su casa



Hay ciertas cosas que el sentir popular considera deberían quedar más allá de los apetitos humanos, pero para otros parece no haber límites. Ese es el caso de las lápidas funerarias, esas piedras labradas que se colocan sobre las tumbas con los nombres y fechas de vida y muerte de los que yacen en ellas.
Pero para Chris Kelley, habitante de Sellwood, Oregon, de 53 años, las tumbas ajenas y sus objetos serían cosas que pueden simplemente ser tomadas y luego servir de decoración en otros lugares y contextos.
Según el relato de la televisora local KOIN, eso es lo que habría sucedido… en la casa de Kelley.
Hace algún tiempo, Tom Illk, un amigo cercano de Kelley, lo visitó en su casa y se percató de que tres lápidas de cementerio estaban colocadas en el patio. Aunque la amistad de Illk con Kelley era de muchos años, la visión de lápidas ajenas habría sido demasiado. De acuerdo a la KOIN, Illk le preguntó a Kelley sobre las lápidas y éste le confesó, en un tono de secreto, que él las había sustraído de un cementerio. Illk le dijo que debía devolverlas, pero Kelley no le hizo caso. Un tiempo después Illk decidió dar parte de ello a la policía.
Las lápidas fueron tomadas del Cementerio Comunitario Rebekah, en el Condado de Wasco, Oregon. Son las piedras fúnebres de Edwin Albaugh, quien murió a los 29 años en 1891; de Oley Brown, quien falleció en 1905 a los ocho años; y de Edwin Quinn, cuyo deceso, a los dos años, sucedió en 1885. Todas son lápidas antiguas y, quizá por ello, su ausencia no habría sido notada anteriormente. Con todo, al apoderarse de ellas, Kelley habría dejado esas tres tumbas sin identificar, al menos visiblemente. Al parecer, indica la KOIN, el cementerio no cuenta con registros de que las lápidas hubiesen sido sustraídas recientemente o desde hace años. Según la policía, esto habría sucedido en julio de 2013.
No está claro qué placer o atractivo encontraba Kelley en esas antiguas lápidas que lo llevó a colocarlas en su propio jardín. Pero según declaraciones de Illk, él considera que si no hubiera avisado a las autoridades, posiblemente Kelley habría sustraído más lápidas.
La policía arrestó a Kelley por cargos de robo y violación de tumbas, por lo que enfrenta una multa potencial de $50,000 y la restitución de lo robado. Pero Kelley se ha declarado no culpable y deberá acudir a la corte el próximo 27 de enero.
Por lo pronto, la policía requisó las lápidas y Kelley se mudó para vivir con un amigo. Presumiblemente, el patio vacío de Kelley hoy habrá quedado en un silencio sepulcral.

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