
Científicos
estadounidenses han creado por primera vez una bacteria viva cuyo ADN
es diferente al de cualquier forma de vida conocida en la Tierra. En
lugar de contar con la estructura genética de cualquier organismo
conocido, cuenta con un ADN extendido que, técnicamente, lo convierte en
vida "extraterrestre", tal y como lo describen sus creadores.
La investigación, que lidera Floyd Romesberg desde hace 15 años, químico en el Scripps Research Institute de California, se acaba de publicar en Nature
y puede suponer un punto de inflexión en la creación de vida
artificial. Un avance fundamental para mejorar el diseño de
medicamentos, la medicina o la alimentación, pero que abre también un
nuevo debate ético sobre la posibilidad de crear nuevos organismos y
formas de vida diferentes a los conocidos hasta ahora.
Los propios científicos se refieren a este avance en Nature como a la creación de ADN
"extraterrestre", en el sentido de estar ante una bacteria
completamente nueva y de estructura genética diferente. Cualquier
organismo vivo tiene las mismas cuatro subunidades de ADN, conocidas
como nucleótidos. A estas unidades se les representa con las letras A, T, C y G.
Lo
que los científicos básicamente han logrado es extender ese "alfabeto",
añadir dos nucleótidos adicionales X e Y al código genético de una
bacteria E.Coli, creando una nueva bacteria que no solo sobrevive si no
que además logra reproducirse y transmitir esas subunidades X e Y. En
definitiva, han creado un nuevo tipo de vida artificial a partir de vida
natural.
"Lo que tenemos ahora es una célula viva que literalmente almacena información genética extendida",
ha explicado Floyd Romesberg. El avance abre una nueva puerta en el
campo de la biología sintética y en la posibilidad de crear en un futuro
nuevos medicamentos y vacunas, nuevos alimentos e incluso formas de
energía. Pero también abre un frente ético ante la posibilidad de crear
organismos con estructuras genéticas completamente diferentes a las de
la vida conocida hasta ahora.
De
todas formas, hasta que se puedan traspasar siquiera esas fronteras
pasará algún tiempo. Los científicos necesitan ahora comprobar cuánto
tiempo es capaz de sobrevivir esta bacteria y si puede producir nuevas
proteínas (para dar lugar a nuevas sustancias y, eventualmente, por
ejemplo a nuevos medicamentos). La posibilidad, al menos, ya está
existe. [vía Nature y New York Times]
Mayo 1, 2014
La nueva técnica localiza el origen de tu ADN hasta mil años atrás
Sabemos
dónde hemos nacido, y generalmente también sabemos el lugar de
nacimiento de nuestros padres y abuelos pero, a medida que nos
remontamos cientos de años, nuestro origen se vuelve más difuso. Un
equipo internacional de investigadores ha desarrollado una técnica que
localiza el lugar exacto del que vienen nuestros genes con hasta 1.000 años de antigüedad.
La técnica se denomina GPS, pero no alude al conocido sistema de posicionamiento por satélite, sino a Geographic Population Structure, y es obra del Doctor Eran Elhaik de la Universidad de Sheffield, y la Doctora Tatiana Tararinova de la Universidad del sur de California.
Los
métodos anteriores de localización geográfica de un perfil genético
solo eran capaces de posicionar el origen de nuestro ADN con una
precisión de unos 700 kilómetros. El nuevo método de Elhaik y Tararinova
tiene un alcance mundial. En los resultados, publicados en la revista Nature Communications,
ambos investigadores han logrado ubicar la aldea exacta a la que
pertenecía un grupo de personas dentro de la isla de Cerdeña, e incluso
la isla concreta de la que provienen pobladores actuales de otras islas
en el océano pacífico.
Mapa que muestra el origen geográfico de los distintos grupos de población del planeta
La novedad de la técnica es que se basa en el estudio del ADN nuclear
o autosómico, no en el mitocondrial. La muestra se compara con una base
de datos de 100.000 marcadores genéticos de diferentes grupos de
población, y permite marcar, sobre un mapa, la ruta que han seguido
nuestros ancestros hasta su origen con un 98% de precisión. Desde la web
de Prosapia Genetics ya ofrecen esta nueva técnica en un kit que permite enviar por correo nuestro ADN para localizar su origen. [Nature, vía Gizmag]
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