
El antioxidante resveratrol no mejora la longevidad cuando es consumido en niveles que naturalmente están en alimentos como uvas, vino tinto y chocolate oscuro, según un nuevo estudio publicado este lunes en la revista JAMA Internal Medicine.
“Analizamos la relación entre los niveles de resveratrol y
muchos resultados de salud que se cree se relacionan con él, como
cáncer, enfermedades del corazón y duración de vida. Y no encontramos
relación”, dice el médico Richard Semba, autor del estudio y profesor en
la Escuela de Medicina de la Universidad Johns Hopkins en Estados
Unidos.
Los potenciales
beneficios de salud de consumir cantidades moderadas de vino tinto han
sido discutidos desde que los investigadores identificaron la “paradoja
francesa”; una observación de que los franceses tienen niveles menores
de enfermedades del corazón a pesar de consumir cantidades relativamente
altas de grasa saturada.
Algunos epidemiólogos propusieron que las
tasas relativamente altas de consumo de vino tinto por parte de los
franceses puede ayudar a explicar la supuesta paradoja, y en más
estudios se ha mostrado que el consumo de alcohol leve a moderado en
realidad sí se correlaciona con corazones más saludables. El nuevo
estudio no contradice esas conclusiones.
Investigadores en la Escuela Médica de Harvard y los Institutos Nacionales de Salud de Estados Unidos identificaron que el resveratrolpresente
en el vino tinto, parece retrasar significativamente los efectos del
envejecimiento en los ratones, cuando se administra en dosis muy altas.
Sin embargo no hay estudios sobre estos efectos en humanos.
Así que los investigadores de la Universidad
Johns Hopkins y la Universidad de Barcelona en España rastrearon a 783
hombres y mujeres de 65 años o más, analizando quién sobrevivió y quién
murió en un periodo de nueve años en relación con sus niveles de resveratrol.
Los resultados no muestran beneficios; en
términos de longevidad, reducir inflamación, enfermedades del corazón o
cáncer, por tener niveles más altos de resveratrol en comparación con niveles más bajos o moderados.
Sin embargo, el resveratrol de los
participantes del estudio solo vino de sus dietas; consumir alimentos
como vino tinto, chocolate y bayas, que ofrecen cantidades casi
insignificantes de éste en comparación con los niveles encontrados en
suplementos y estudiados en ratones.
De hecho, una persona tendría que beber
cientos de copas de vino tinto al día para igualar las cantidades
utilizadas en estudios previos deresveratrol.
“Este estudio es muy importante porque demuestra, en un estudio a largo plazo con un gran cohorte, que los niveles (normales) deresveratrol en
la dieta no están correlacionados con la mortalidad total”, dice Juan
Carlos Espín, un profesor de investigación en el Consejo Nacional de
Investigación de España.
“Sin embargo, afirmar que el resveratrol no
influye en todas las causas de mortalidad necesitaría una comparación
de un cohorte con niveles ‘normales’ de resveratrol (muy bajos e
impredecibles) con otro cohorte con una suplementación estandarizada de
resveratrol”.
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