“Licenciada en Psicología ofrece ayuda a hombres adictos a la pornografía con métodos novedosos. Resultado garantizado”. A simple vista, este anuncio puede parecer una auténtica locura pero al día de hoy sería posible encontrarlo en cualquier periódico de Nueva York.
“Ellos se sienten cómodos conmigo sobre cosas que a ellos les perturba. Yo a cambio me desnudo para mostrar la confianza que tengo en ellos y que no juzgo, en ningún momento, lo que dicen”, expresa White.
No sólo llega hasta ahí esta peculiar psicóloga sino que asegura que el desnudo “permite que se cree un sentido de intimidad y confianza que hace que los pacientes se abran al 100%”.
No se ha atrevido a hablar ninguno de los pacientes que han pasado por su consulta pero ella asegura que cientos de hombres han pasado por sus terapias de forma satisfactoria.
0 Comentarios