
Las
pantallas de nuestros smartphones y tabletas han mejorado mucho, pero
siguen siendo uno de los componentes que más batería consumen. Fingershadow
es una idea realmente ingeniosa para ahorrar energía en pantallas OLED.
Consiste en aprovechar, literalmente, la sombra que proyectan nuestros
dedos sobre la pantalla.
Las
pantallas OLED permiten atenuar localmente la intensidad del brillo. El
problema está en cómo decidir en qué zonas reducir el brillo sin que la
experiencia de uso del smartphone se haga rara o incómoda.
Investigadores de la Universidad de Pittsburgh y Microsoft Research han ideado un sistema de atenuación local que se basa en la posición de nuestros dedos.
Cuando
usamos el móvil, parte de la pantalla está tapada por nuestros propios
dedos, y lo que solemos mirar es el contenido que queda por encima de
nuestra extremidad. Utilizando la sensibilidad de la propia pantalla
táctil y los sensores que permiten detectar la posición del dedo sin que
tenga que haber contacto (como en el Samsung Galaxy S5), los
investigadores han podido determinar la posición de los dedos sobre la
pantalla para atenuar, en tiempo real, el brillo de las zonas que quedan
por debajo.
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