Hasta ahora teníamos desodorante en barra, en crema, con dispensador de bolita y en spray, pero hasta en un tema tan prosaico como la higiene personal de nuestras axilas hay espacio para la innovación. Dos graduados en ingeniería aeroespacial de la Universidad de Princeton han desembarcado en Kickstarter
con lo que ellos creen que es el desodorante del futuro. Se llama
ClickStick, y hasta tiene su propia aplicación para smartphones.
En
apariencia, Clickstick no se distingue mucho de un desodorante en barra
normal. Sin embargo sí que hay diferencias. La primera es que el
dispensador es, en realidad, un dispositivo electrónico aparte. El
desodorante viene en unos cartuchos sencillos y reciclables que se
cargan desde la parte superior. La primera ventaja es que la parte que
se tira a la basura tiene mucho menos plástico.
¿Por
qué un dispensador? Los creadores de ClickStick han concebido un
inusual sistema dosificador basado en su propio chip. Un botón en la
parte trasera hace que el dispensador suministre la cantidad necesaria
de desodorante. Esa cantidad la determina una aplicación para
smartphones que calcula la cantidad a aplicar en función de la edad, el
peso, el sexo y otros parámetros físicos del usuario. Si no estamos a
gusto con el cálculo de la aplicación, siempre podemos ajustar la
cantidad manualmente desde el móvil.
La
aplicación tiene un segundo uso, y es pedir recambios online con solo
pulsar un botón. Si somos despistados con la higiene, también podemos
establecer alertas para que nos recuerde la siguiente dosis. El
dispositivo se alimenta de dos pilas desechables. Teniendo en cuenta que
su uso es esporádico, los creadores del invento aseguran que la
autonomía es de en torno a un año.
En
cuanto al LED, su uso principal es indicar cuando el dispensador está
activado, cosa que ocurre cuando retiramos la tapa. La luz puede
programarse para mostrar las notificaciones que nos recuerden que hay
que usarlo. El color de la luz también se puede cambiar para no
confundirlo con el de otros habitantes de la casa. Clickstick lleva ya
la mitad de los 60.000 dólares que necesita para lanzarse en
Kickstarter. Su precio de partida es de unos 23 dólares, pero en función
de los recambios y el acabado del dispensador puede subir hasta los 180
(con un año de recambios). ¿Qué os parece el Clickstick? ¿Una
excentricidad absurda o una renovación que ya iba haciendo falta? [Kickstarter vía Cnet]
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