Investigadores de la Universidad de Cambridge, en Inglaterra, lograron desarrollar músculos artificiales
que pueden recordar movimientos. Están hechos de plástico suave y
podrían utilizarse en robótica, en la exploración espacial y la
medicina. Esta es la primera vez que se combina con éxito el control de
movimiento y la memoria en un material sintético.
Los músculos de nuestro cuerpo desarrollan un proceso llamado "memoria muscular" al repetir ciertos movimientos de manera cotidiana y sincronizarlos con otro tipo de referencia. Es así como aprendemos a andar en bicicleta y a teclear sin ver el teclado, por ejemplo. El proyecto trabaja bajo esa misma premisa.
Los científicos usaron diferentes niveles de temperatura en un material
flexible que modificaron químicamente para recibir calor. Después,
programaron ciertas posiciones o movimientos para coincidir con estas
temperaturas. Por ejemplo, una temperatura alta significa doblar y una
más baja, estirar. Así, los movimientos pueden recuperarse en demanda,
regresando a la referencia adecuada.
Las formas del músculo, además, son reversibles. Esto significa que
pueden volverse a programar a voluntad miles de veces aplicando voltaje
(entre uno y dos voltios). Los investigadores están trabajando ahora en
hacer pruebas para que estos dispositivos puedan implantarse. [Universidad de Cambridge vía Phys]
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