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¿En qué se diferencia la mentalidad de un millonario de la de un multimillonario?

¿Has soñado alguna vez en convertirte en millonario, o, mejor, en multimillonario?

Quienes lo consiguieron lo hicieron gracias a una combinación de inteligencia, recursos y duro trabajo.
Sin embargo, un montón de gente común posee estas cualidades y eso tampoco les garantiza el premio gordo.
¿Qué hay entonces en su ADN que les hace destacar?
¿Y cómo abordan los multimillonarios el mundo en comparación con los millonarios?
Para conocer cuál es la mentalidad que distingue a los multimillonarios de los millonarios y de todos nosotros, accedimos a Quora, una página web de preguntas y respuestas.

Los inteligentes y los más inteligentes

Alex Moore, un empresario de Silicon Valley, en California, Estados Unidos, conoce a algunos multimillonarios, a varios millonarios y a bastantes más personas comunes y corrientes.
 
Los millonarios reclutan a sus amigos inteligentes para lograr sus objetivos.
Y ve la diferencia.
"Los millonarios suelen ser muy buenos en cuanto a la comprensión de sistemas de creación de valor (lo que es lo mismo, exitosas empresas de nueva creación) y a la hora de colocarse a ellos mismos en esos sistemas de forma efectiva", escribe Moore.
"Son lo suficientemente inteligentes para entender la cultura del lugar. Asumen los valores de esa cultura y los expanden", explica.
"Y luego reclutan a sus amigos inteligentes".
Y añade: "En su mente tienen arraigada la idea de que el mundo es un lugar a medio hacer, cambiante. Y creen que pueden participar en todo ello".
En comparación, los multimillonarios ven el mundo como algo "tangiblemente fungible", que se consume con el uso, continúa el empresario.
A menudo los fundadores de las compañías, los multimillonarios, "ven el mundo y quieren mover todas las piezas del rompecabezas", dice.
 
A los multimillonarios realmente no les importa el dinero. Pero qué capacidad tienen para atraerlo...
"Buscan fallas en el ecosistema e identifican los enormes vacíos y lo que ellos pueden aportar para sacar beneficio".
Los multimillonarios tienen mentes brillantes, según Steven Tu.
Y va más allá: "Entienden el poder de influir en un sistema para que se multiplique el resultado de los esfuerzos sin consumir más recursos. Entienden el poder del trabajo en equipo".
"Los millonarios y la gente ordinaria no reconocen este potencial o no saben cómo formar y liderar un grupo", sentencia.

Capacidades y torpezas

Pero esta capacidad intelectual trae consigo la torpeza.
Los multimillonarios son parias de la sociedad, de acuerdo a Carlos Torres.
"Pareciera que tienen más en común con un vagabundo que con un millonario, en el sentido de que son completamente no convencionales y pensadores independientes", escribe.
Según Torres, la motivación principal de los multimillonarios es la pasión.
"Realmente no les importa el dinero".
Esa torpeza social repercute también en su vida personal.
"Los multimillonarios no esperan con ansias el fin de semana", señala Moore.
"No beben. Trabajan de cinco de la mañana hasta medianoche todos los días, incluidos los fines de semana. No socializan, no mezclan amigos y trabajo".
En contraste, indica Torres, "un millonario podría tener más conciencia de sí mismo, frenar para conservar su riqueza y dejarlo todo cuando aún está a la cabeza, antes de caer".

Un taburete de tres patas

Wendy Chen cree que son tres las capacidades que marcan quién se convertirá en multimillonario y a quién le faltarán tres ceros para llegar a serlo.
"Los multimillonarios y los individuos con un gran patrimonio neto que conozco dominan las tres, especialmente la tercera", escribe en la página web.
"Mientras que los millonarios que conozco parecen pasar mucho tiempo trabajando la primera y la segunda".
 
 Los multimillonarios ven el mundo y quieren mover todas las piezas del rompecabezas.
Chen define estas tres capacidades así:
1. Interior / uno mismo: un agudo sentido de dónde quieres ir y la disciplina para llegar allí.
2. Otros: empatía y la habilidad de inspirar a otros.
3. Exterior: la conciencia de hacia dónde va el mundo y qué se puede hacer para moldearlo.
Esta tercera capacidad es la clave, de acuerdo a Chen.
Según ella, los multimillonarios adaptan el mundo a su visión.
"Parece que no tienen miedo y que están dispuestos a mover montañas, a cambiar culturas y a presionar para modificar las reglas y alcanzar así su visión".




Los ricos no se sientan a ver su dinero crecer...



Cuando una persona cualquiera tiene algo de dinero lo suele invertir en un fondo de inversiones, o en acciones, por ejemplo. Pero los que son realmente ricos no.
Estos ponen su dinero en otros lugares, como propiedades, arte, negocios y otras inversiones con las que el resto de los mortales solo podemos soñar.
La forma en que los ricos usan sus ahorros es lo que los diferencia del resto.
Un ejemplo de esto es Joshua Coleman. Cuando su familia vendió su compañía de telecomunicaciones por US$400 millones en 2004, no se apresuró a gastar toda la plata en algo extravagante.
Al contrario: empezaron a estudiar la forma de invertir el dinero y hacerlo crecer, y entonces Coleman tuvo una idea. En 2011 lanzó una empresa que permite a la gente conectarse con expertos legales y en riqueza.
Si el negocio va bien y un día lo vende, podría ganar tanto como su familia con su primera venta.
Quienes tienen al menos US$30 millones en el banco invierte en acciones y bonos, pero también hacen crecer su dinero comprando otras empresas e invirtiendo en valores inusuales, como fondos de arrendamiento de aviones.
Aunque uno no tenga tanta plata, podemos aprender de cómo los ricos invierten. He aquí algunas pistas sobre la clave de su éxito

¿Invierten en cosas sólo para ricos? A lo mejor no…

Los ricos tienen acceso a una cantidad de posibilidades de inversión que el común de los mortales ni siquiera sospechamos que existen.
Los fondos closed-end, un tipo de inversión en la que el dinero no se toca por al menos 5 años, ofrecen mucha rentabilidad e interés.




Dejar el dinero "encerrado" por cinco años puede resultar muy rentable.
Otros negocios no son tan evidentes como podría parecer. El alquiler de aviones es uno de ellos y un negocio incipiente, afirma Ian Marsh, CEO de una compañía de inversiones londinense.
Su firma trabaja con una empresa que se llama Doric, que se dedica a comprar aviones que son alquilados a grandes compañías aéreas.
Los inversores obtienen buen dinero cuando los aviones se venden, e incluso pueden ganar un 9% anual en intereses solo por el alquiler.
Inversores de alto perfil están también empezando a comprar granjas, ya que al crecer la población, y con ella la demanda de alimentos, este tipo de negocios puede resultar muy rentable, afirma Marsh.
El especialista añade que la tierra de calidad puede aportar un 4% de interés al año, además de incrementar su valor a lo largo del tiempo.

Compran más empresas, por supuesto

Esto es algo natural para los ricos: ya que muchos hicieron su fortuna comprando compañías, es normal que sigan haciéndolo. Coleman invierte en otras firmas, mayormente en el sector servicios y de tecnología.
Tiene participaciones en tantas que no puede ni dar un número exacto.
"Son muchas", afirma.



"El dinero atrae el dinero", dicen algunos.
Normalmente hace negocios con un grupo de inversores y una firma de capital riesgo, y en el futuro pondrá más de US$1 millón para hacerse con parte de una operación.
Es divertido ver cómo las compañías pasan de la nada a hacerse enormes, y muchos inversores tienen la experiencia y las conexiones para hacer que esto suceda, dice David Rose, un emprendedor neoyorquino.
"Imagina invertir en Google cuando todavía estaba en el garaje", dice. "Puedes ver a los fundadores de la firma cada semana y ser testigo del día a día de la empresa, lo que puede resultar muy divertido", añade.
Aunque estos son casos que conllevan algo de riesgo - el 50% de las startups se quedan en nada - los inversores suelen ganar 20 o 50 veces lo que pusieron si una compañía tiene éxito.

Tienen hobbies carísimos

Invertir en lo que les apasiona, ya sean obras de arte, autos, relojes, vinos o incluso instrumentos musicales es algo muy común entre los muy ricos, afirma Guy Hudson, director ejecutivo de una gestora de riqueza global.
Aunque se espera que estos bienes suban de valor con el tiempo, también se compran para usar o disfrutar.



 
En muchos casos, los pasatiempos de la gente con dinero no cumplen solo una función lúdica.
Y a aquellos que compren de forma inteligente, sus hobbies le pueden reportar cuantiosos beneficios. De acuerdo con la compañía de Hudson, el valor de las "inversiones en pasiones" creció cerca del 15% en 2013.
Otra manera más económica de adquirir este tipo de objetos es asistir a subastas, por ejemplo.

Alimentan el hambre de propiedades

Muchos de los que se encuentran en lo alto de la pirámide de la riqueza gustan de "aparcar" sus bienes en propiedades, afirma Paul Patterson, de una firma de gestión de riqueza canadiense.



 
Los departamentos de lujo o las fincas son buenas alternativas de inversión.
Algunos juntan su plata con otros para adquirir propiedades comerciales, mientras que otros buscan departamentos de lujo en lugares como Londres o Nueva York.
Muchos intentarán revender lo que compraron, aunque mientras tanto lo usan como hogar de vacaciones.
Aunque la gente común no podrá permitirse nunca un departamento de lujo en una ciudad como Nueva York, sí que podrán adquirir propiedades en su barrio, para alquilar o vender cuando los precios hayan subido.

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