En una era donde podemos cruzar el cielo a velocidad supersónicas o meter un elefante en un avión los wingsuit
son lo más parecido que el hombre a estado nunca de volar. A pesar de
lo que pueda parecer, volar con ellos no es excesivamente complicado y
solamente requiere unas condiciones climatológicas adecuadas y entender
mínimamente cómo es el funcionamiento de las corrientes da aire.
Lo que sí es llevarlo a otro nivel es lo que hace el protagonista del vídeo, poniéndose a ras del suelo hasta prácticamente el límite (y eso que el gran angular de la cámara engaña). Un simple giro a la izquierda en el momento equivocado o una corriente de aire mal tomada y el final hubiese sido muy distinto.
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