Sólo tres de los policías involucrados en esas muertes fueron acusados y uno condenado.
NUEVA YORK. Numerosos dominicanos forman
parte de 179 civiles muertos, en 15 años, a manos de agentes de la
Policía de Nueva York, en diferentes incidentes.
Sólo tres de los policías involucrados en esas muertes fueron acusados y uno condenado, aunque el sentenciado no llegó a cumplir la totalidad del tiempo en la cárcel.
La estadística fue revelada por una investigación hecha por el tabloide local NY Daily News y difundida este lunes 8 de diciembre, en medio de permanentes protestas en toda la nación por los asesinatos de Michael Brown en Ferguson (Missouri) y Eric Garner, en Staten Island (Nueva York) y los cuestionamientos al manejo de la Policía frente a los civiles, que incluyen al alcalde Bill de Blasio, quien tiene un hijo mulato, ya que su esposa es negra.
El 86 % de las víctimas de policías eran hispanos y afroamericanos. Todos los agentes envueltos en los homicidios de los 179 civiles, estaban en servicio.
El único policía condenado es Bryan Conroy, condenado a un castigo civil en una corte estatal de Nueva York, pero no fue sentenciado a cárcel.
Casi el 27 % de los muertos estaba desarmado y el peor de los años fue 2012, en el que agentes mataron a 21 civiles.
El presidente del Sindicato de Policías, Patrick Lynch, respondió al tabloide diciendo que casi 80 policías fueron asesinados en esos 15 años, mientras patrullaban las calles de Nueva York.
El tabloide dijo que analizó las estadísticas, a partir de los datos recogidos por organizaciones de derechos civiles, como Prison Reform Organization Project, Stolen Lives Project y la Liga de Derechos Civiles de Nueva York.
Los dominicanos
En julio de 1992 el oficial del cuartel 34 en el Alto Manhattan, Michael O´Keefe, asesinó de dos balazos a José García Flores (Kiko) en el vestíbulo del edificio 502 Oeste, de la calle 63, en el Alto Manhattan.
No fue acusado por el Gran Jurado, lo que provocó la ira popular de miles de criollos que se manifestaron en las calles, enfrentando a cientos de policías contra motines, y con el saqueo de comercios, quema de vehículos, incluyendo unidades patrulleras de la Policía, tiroteo de un helicóptero de la institución y destrucción de propiedades privadas y públicas.
A pesar de las promesas del alcalde David Dinkins, el agente O´Keefe, nunca fue acusado, por el contrario, fue ascendido de rango.
María Rivas
En septiembre de 1995, la estudiante dominicana de enfermería en el colegio comunitario Hostos, María Rivas, fue asesinada de un balazo en la cabeza, por el agente Frank Speringo, en el restaurante "Las Tres Marías", de la calle 170 y avenida Amsterdam.
Ella celebraba sus 25 años de edad cuando el policía de origen italiano, fuera de servicio, entró armado al negocio en busca de mujeres.
El policía invitó a bailar a una joven cuyo novio se encolerizó, enfrentando al hombre armado, sin saber que era un policía.
Hubo un forcejeo, todos se guarecieron detrás y debajo de mesas, pero una bala salió de la pistola del policía y fue a parar a la cabeza de Rivas.
El policía fue acusado y declarado culpable de "negligencia" como delito menor, el 12 de octubre de 1996 y el jurado lo absolvió del cargo de asesinato en segundo grado, pero fue condenado a cumplir entre 4 a 12 años en la cárcel.
Leonel Disla
En el 2005, el joven dominicano Leonel Disla fue muerto a balazos en una intersección de El Bronx por el sargento de la Policía Robert Barnett, quien alegó en la corte que la víctima esgrimió un cuchillo para atacarlo, pero testigos desvirtuaron su versión.
Originalmente, el sargento no fue acusado por el Gran Jurado y el abogado de la familia de Disla, apeló el fallo con éxito, logrando un nuevo proceso en el que el oficial fue declarado culpable el martes de la semana pasada en la Corte Suprema Estatal de El Bronx.
Transcurrieron nueve años de lucha por parte de los padres y el abogado de la familia de Disla para que la justicia llegara a ellos. El jurado también responsabilizó al municipio por la muerte del dominicano.
El juicio se llevó a cabo en la Corte Suprema Estatal de El Bronx, donde se demostró que Disla no había usado un cuchillo para enfrentarse al sargento Bernett. El veredicto fue unánime.
Hace dos años, un Gran Jurado, había liberado de los cargos al sargento, pero la familia hizo una exitosa apelación, basándose en que el juez les había dado instrucciones incorrectas a los jurados.
Juan Collado
El 6 de septiembre de 2011, el ex luchador dominicano, nativo de Santiago de los Caballeros, John Collado, fue asesinado de un balazo en el torso por el policía encubierto Thomas Connelly, quien alegó que la víctima trataba de estrangularlo con una llave asfixiante (Shock Hold) de las frecuentemente usadas por la Policía de Nueva York y fue absuelto por el Gran Jurado.
Marchas, vigilias, manifestaciones y difusión en los medios, fueron parte de las presiones, pero la familia y su abogado no tuvieron éxito. "A mi hermano, lo mataron como a un perro", declaró a este reportero María Collado Wright, hermana del ex luchador.
La versión de los testigos indica que el agente no se identificó cuando Collado salió a defender a un amigo y vecino, que era perseguido por el oficial del cuartel 34, supuestamente por vender drogas en una calle del sector Inwood.
"No me van a devolver a mi esposo, pero su muerte debe tomarse como ejemplo para que no quede impune ni su sacrificio haya sido en vano. Como en todas las instituciones, en la Policía hay oficiales buenos y oficiales corruptos, y a los corruptos hay que darles su castigo para devolver la credibilidad, no sólo a nosotros, sino a todos los que creemos que la Policía está para proteger y hacer justicia, y no para agredirnos", agregó la viuda.
Noel Polanco
El 4 de octubre de 2012, Noel Polanco, un miembro activo de la Guardia Nacional de Estados Unidos y de origen dominicano, fue asesinado en las cercanías del aeropuerto La Guardia, por el detective Hasan Handy, quien tampoco fue acusado por el Gran Jurado.
Polanco estaba con dos mujeres a las que transportaba a sus casas, entre ellas una oficial dominicana de la Policía, que fueron testigos de su muerte.
La versión civil sostiene que el agente Handy mató a Polanco cuando se acercó por la puerta del chofer y "creyó" ver un movimiento sospechoso en la víctima, que se agachaba para "coger algo" que el policía, "pensó" que era un arma de fuego para dispararle.
Polanco fue asesinado por el oficial en el interior de su carro en la autopista Grand Central Parkway, después de que el oficial le ordenara detenerse y recibió un tiro en el pecho.
Una camarera italiana que junto a una policía dominicana acompañaba a Polanco, quien las transportaba a sus casas, dijo que el soldado nunca movió sus dos manos del volante y permitió el registro del vehículo.
Un Gran Jurado de Queens desestimó instruir de cargos criminales al oficial, por lo que la madre sometió una demanda en la Corte Civil.
La Junta de Revisión de Descargas de Armas de Fuego del NYPD, respondió diciendo que el caso aún se estudia.
Dixon Rodríguez
En New Jersey, al menos otros tres dominicanos han caído a manos de policías.
Uno de los casos más sonados es el de Dixon Rodríguez, de 31 años de edad, quien fue asesinado a balazos en Perth Amboy (New Jersey) por dos mujeres policías que dijeron que la víctima había sacado un cuchillo con la intención de apuñalarlas y no obedeció la orden de soltar el arma blanca.
Versiones de testigos sostienen que Rodríguez jamás andaba armado. Esa muerte ocurrió el 4 de diciembre de 2013.
La versión de la Policía y la Fiscalía ha sido desmentida por numerosos testigos que presenciaron el sangriento incidente, ocurrido en la avenida Hall, quienes sostienen que Rodríguez era conocido por todo el vecindario y lo describieron como un hombre incapacitado, tranquilo y que nunca discutía con nadie.
"Hemos recuperado un arma blanca de la mano de la persona fallecida", dijo en un comunicado el fiscal actuante, Andrew Carey.
Frank Rodríguez, otro de los dominicanos del vecindario, dijo que nunca había escuchado que la víctima hubiera protagonizado un incidente de violencia.
"Sólo acostumbraba a caminar por las calles, pidiéndoles a la gente", expuso Frank. "Sabemos que tenía problemas, pero nunca le hizo daño a nadie", manifestó el señor Rodríguez.
Salvador Rosario
El 4 de septiembre de 2012, Salvador Rosario, un perturbado mental que había llegado recientemente de la República Dominicana, fue abatido a balazos por policías de Paterson, después de que la víctima se había recluido por días en su habitación, negándose a salir para tomar sus medicinas.
Ante la preocupación, la familia llamó a la Policía para que la ayudara a lidiar con la situación.
Los agentes alegaron que Rosario, de 38 años de edad, sacó un "martillo" para atacarlos, pero la versión de la familia dijo lo contrario.
El dominicano fue abatido de dos balazos en la frente y uno en el pecho y no hablaba inglés, por lo que no se pudo comunicar con los oficiales.
Un Gran Jurado absolvió de cargos de homicidio a los policías de Paterson, que todavía siguen impunes.
Otros dominicanos han muerto también a manos de policías en otros estados y ciudades de Estados Unidos entre estas, Boston, Lawrence y New Hampshire.
Miguel Reyes
El 9 de septiembre de este año, el dominicano Miguel Reyes fue ultimado a balazos por patrulleros de la Policía Estatal en Paramus (New Jersey), alegando que la víctima era un atracador que junto a cómplices, fue sorprendido a la espera de estos, quienes intentaban robar una tienda T-Mobile en un centro comercial.
La Policía dijo que Reyes trató de escapar por una ruta en la autopista, después de golpear con su carro a uno de los agentes y que fue abatido cuando huía hacia una zona boscosa.
Los familiares de Reyes, quien residía en la calle 159 del Alto Manhattan, negaron la versión policial y dijeron que el joven, "fue asesinado" a mansalva por los policías de New Jersey.
La Policía dijo que los oficiales sacaron sus armas y dispararon contra Reyes, que iba manejando y debido a la alta velocidad y el estar gravemente herido, el presunto atracador no pudo girar hacia la Ruta 4 y chocó con un muro, desde donde intentó seguir la fuga.
Abusos y excesos
Además de los asesinatos, docenas de dominicanos han sido víctimas de excesos y abusos de parte de policías de Nueva York y New Jersey.
El caso más recientes es de una barbería dominicana en Staten Island, donde fue estrangulado Eric Garner, cuando policías encubiertos enviaron a un informante a vender un iPhone 5 a los peluqueros criollos que rechazaron la oferta.
Entre 15 y 20 agentes entraron a la barbería y dos de ellos, en medio de un altercado, tomaron por el cuello al peluquero Michael Pacheco, a quien tiraron al piso, le pusieron también rodillas encima y luego se lo llevaron arrestado junto a su padre, del mismo nombre, y su hermano Stephen Cummings, acusándolos de múltiples cargos.
Sólo tres de los policías involucrados en esas muertes fueron acusados y uno condenado, aunque el sentenciado no llegó a cumplir la totalidad del tiempo en la cárcel.
La estadística fue revelada por una investigación hecha por el tabloide local NY Daily News y difundida este lunes 8 de diciembre, en medio de permanentes protestas en toda la nación por los asesinatos de Michael Brown en Ferguson (Missouri) y Eric Garner, en Staten Island (Nueva York) y los cuestionamientos al manejo de la Policía frente a los civiles, que incluyen al alcalde Bill de Blasio, quien tiene un hijo mulato, ya que su esposa es negra.
El 86 % de las víctimas de policías eran hispanos y afroamericanos. Todos los agentes envueltos en los homicidios de los 179 civiles, estaban en servicio.
El único policía condenado es Bryan Conroy, condenado a un castigo civil en una corte estatal de Nueva York, pero no fue sentenciado a cárcel.
Casi el 27 % de los muertos estaba desarmado y el peor de los años fue 2012, en el que agentes mataron a 21 civiles.
El presidente del Sindicato de Policías, Patrick Lynch, respondió al tabloide diciendo que casi 80 policías fueron asesinados en esos 15 años, mientras patrullaban las calles de Nueva York.
El tabloide dijo que analizó las estadísticas, a partir de los datos recogidos por organizaciones de derechos civiles, como Prison Reform Organization Project, Stolen Lives Project y la Liga de Derechos Civiles de Nueva York.
Los dominicanos
En julio de 1992 el oficial del cuartel 34 en el Alto Manhattan, Michael O´Keefe, asesinó de dos balazos a José García Flores (Kiko) en el vestíbulo del edificio 502 Oeste, de la calle 63, en el Alto Manhattan.
No fue acusado por el Gran Jurado, lo que provocó la ira popular de miles de criollos que se manifestaron en las calles, enfrentando a cientos de policías contra motines, y con el saqueo de comercios, quema de vehículos, incluyendo unidades patrulleras de la Policía, tiroteo de un helicóptero de la institución y destrucción de propiedades privadas y públicas.
A pesar de las promesas del alcalde David Dinkins, el agente O´Keefe, nunca fue acusado, por el contrario, fue ascendido de rango.
María Rivas
En septiembre de 1995, la estudiante dominicana de enfermería en el colegio comunitario Hostos, María Rivas, fue asesinada de un balazo en la cabeza, por el agente Frank Speringo, en el restaurante "Las Tres Marías", de la calle 170 y avenida Amsterdam.
Ella celebraba sus 25 años de edad cuando el policía de origen italiano, fuera de servicio, entró armado al negocio en busca de mujeres.
El policía invitó a bailar a una joven cuyo novio se encolerizó, enfrentando al hombre armado, sin saber que era un policía.
Hubo un forcejeo, todos se guarecieron detrás y debajo de mesas, pero una bala salió de la pistola del policía y fue a parar a la cabeza de Rivas.
El policía fue acusado y declarado culpable de "negligencia" como delito menor, el 12 de octubre de 1996 y el jurado lo absolvió del cargo de asesinato en segundo grado, pero fue condenado a cumplir entre 4 a 12 años en la cárcel.
Leonel Disla
En el 2005, el joven dominicano Leonel Disla fue muerto a balazos en una intersección de El Bronx por el sargento de la Policía Robert Barnett, quien alegó en la corte que la víctima esgrimió un cuchillo para atacarlo, pero testigos desvirtuaron su versión.
Originalmente, el sargento no fue acusado por el Gran Jurado y el abogado de la familia de Disla, apeló el fallo con éxito, logrando un nuevo proceso en el que el oficial fue declarado culpable el martes de la semana pasada en la Corte Suprema Estatal de El Bronx.
Transcurrieron nueve años de lucha por parte de los padres y el abogado de la familia de Disla para que la justicia llegara a ellos. El jurado también responsabilizó al municipio por la muerte del dominicano.
El juicio se llevó a cabo en la Corte Suprema Estatal de El Bronx, donde se demostró que Disla no había usado un cuchillo para enfrentarse al sargento Bernett. El veredicto fue unánime.
Hace dos años, un Gran Jurado, había liberado de los cargos al sargento, pero la familia hizo una exitosa apelación, basándose en que el juez les había dado instrucciones incorrectas a los jurados.
Juan Collado
El 6 de septiembre de 2011, el ex luchador dominicano, nativo de Santiago de los Caballeros, John Collado, fue asesinado de un balazo en el torso por el policía encubierto Thomas Connelly, quien alegó que la víctima trataba de estrangularlo con una llave asfixiante (Shock Hold) de las frecuentemente usadas por la Policía de Nueva York y fue absuelto por el Gran Jurado.
Marchas, vigilias, manifestaciones y difusión en los medios, fueron parte de las presiones, pero la familia y su abogado no tuvieron éxito. "A mi hermano, lo mataron como a un perro", declaró a este reportero María Collado Wright, hermana del ex luchador.
La versión de los testigos indica que el agente no se identificó cuando Collado salió a defender a un amigo y vecino, que era perseguido por el oficial del cuartel 34, supuestamente por vender drogas en una calle del sector Inwood.
"No me van a devolver a mi esposo, pero su muerte debe tomarse como ejemplo para que no quede impune ni su sacrificio haya sido en vano. Como en todas las instituciones, en la Policía hay oficiales buenos y oficiales corruptos, y a los corruptos hay que darles su castigo para devolver la credibilidad, no sólo a nosotros, sino a todos los que creemos que la Policía está para proteger y hacer justicia, y no para agredirnos", agregó la viuda.
Noel Polanco
El 4 de octubre de 2012, Noel Polanco, un miembro activo de la Guardia Nacional de Estados Unidos y de origen dominicano, fue asesinado en las cercanías del aeropuerto La Guardia, por el detective Hasan Handy, quien tampoco fue acusado por el Gran Jurado.
Polanco estaba con dos mujeres a las que transportaba a sus casas, entre ellas una oficial dominicana de la Policía, que fueron testigos de su muerte.
La versión civil sostiene que el agente Handy mató a Polanco cuando se acercó por la puerta del chofer y "creyó" ver un movimiento sospechoso en la víctima, que se agachaba para "coger algo" que el policía, "pensó" que era un arma de fuego para dispararle.
Polanco fue asesinado por el oficial en el interior de su carro en la autopista Grand Central Parkway, después de que el oficial le ordenara detenerse y recibió un tiro en el pecho.
Una camarera italiana que junto a una policía dominicana acompañaba a Polanco, quien las transportaba a sus casas, dijo que el soldado nunca movió sus dos manos del volante y permitió el registro del vehículo.
Un Gran Jurado de Queens desestimó instruir de cargos criminales al oficial, por lo que la madre sometió una demanda en la Corte Civil.
La Junta de Revisión de Descargas de Armas de Fuego del NYPD, respondió diciendo que el caso aún se estudia.
Dixon Rodríguez
En New Jersey, al menos otros tres dominicanos han caído a manos de policías.
Uno de los casos más sonados es el de Dixon Rodríguez, de 31 años de edad, quien fue asesinado a balazos en Perth Amboy (New Jersey) por dos mujeres policías que dijeron que la víctima había sacado un cuchillo con la intención de apuñalarlas y no obedeció la orden de soltar el arma blanca.
Versiones de testigos sostienen que Rodríguez jamás andaba armado. Esa muerte ocurrió el 4 de diciembre de 2013.
La versión de la Policía y la Fiscalía ha sido desmentida por numerosos testigos que presenciaron el sangriento incidente, ocurrido en la avenida Hall, quienes sostienen que Rodríguez era conocido por todo el vecindario y lo describieron como un hombre incapacitado, tranquilo y que nunca discutía con nadie.
"Hemos recuperado un arma blanca de la mano de la persona fallecida", dijo en un comunicado el fiscal actuante, Andrew Carey.
Frank Rodríguez, otro de los dominicanos del vecindario, dijo que nunca había escuchado que la víctima hubiera protagonizado un incidente de violencia.
"Sólo acostumbraba a caminar por las calles, pidiéndoles a la gente", expuso Frank. "Sabemos que tenía problemas, pero nunca le hizo daño a nadie", manifestó el señor Rodríguez.
Salvador Rosario
El 4 de septiembre de 2012, Salvador Rosario, un perturbado mental que había llegado recientemente de la República Dominicana, fue abatido a balazos por policías de Paterson, después de que la víctima se había recluido por días en su habitación, negándose a salir para tomar sus medicinas.
Ante la preocupación, la familia llamó a la Policía para que la ayudara a lidiar con la situación.
Los agentes alegaron que Rosario, de 38 años de edad, sacó un "martillo" para atacarlos, pero la versión de la familia dijo lo contrario.
El dominicano fue abatido de dos balazos en la frente y uno en el pecho y no hablaba inglés, por lo que no se pudo comunicar con los oficiales.
Un Gran Jurado absolvió de cargos de homicidio a los policías de Paterson, que todavía siguen impunes.
Otros dominicanos han muerto también a manos de policías en otros estados y ciudades de Estados Unidos entre estas, Boston, Lawrence y New Hampshire.
Miguel Reyes
El 9 de septiembre de este año, el dominicano Miguel Reyes fue ultimado a balazos por patrulleros de la Policía Estatal en Paramus (New Jersey), alegando que la víctima era un atracador que junto a cómplices, fue sorprendido a la espera de estos, quienes intentaban robar una tienda T-Mobile en un centro comercial.
La Policía dijo que Reyes trató de escapar por una ruta en la autopista, después de golpear con su carro a uno de los agentes y que fue abatido cuando huía hacia una zona boscosa.
Los familiares de Reyes, quien residía en la calle 159 del Alto Manhattan, negaron la versión policial y dijeron que el joven, "fue asesinado" a mansalva por los policías de New Jersey.
La Policía dijo que los oficiales sacaron sus armas y dispararon contra Reyes, que iba manejando y debido a la alta velocidad y el estar gravemente herido, el presunto atracador no pudo girar hacia la Ruta 4 y chocó con un muro, desde donde intentó seguir la fuga.
Abusos y excesos
Además de los asesinatos, docenas de dominicanos han sido víctimas de excesos y abusos de parte de policías de Nueva York y New Jersey.
El caso más recientes es de una barbería dominicana en Staten Island, donde fue estrangulado Eric Garner, cuando policías encubiertos enviaron a un informante a vender un iPhone 5 a los peluqueros criollos que rechazaron la oferta.
Entre 15 y 20 agentes entraron a la barbería y dos de ellos, en medio de un altercado, tomaron por el cuello al peluquero Michael Pacheco, a quien tiraron al piso, le pusieron también rodillas encima y luego se lo llevaron arrestado junto a su padre, del mismo nombre, y su hermano Stephen Cummings, acusándolos de múltiples cargos.
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