Si
siempre quisiste tener un reloj como el de Michael Knight desde el que
darle órdenes al coche, BMW te acerca un poco más a ese sueño. La
compañía ha llevado a cabo una demostración de cómo funciona su
plataforma en nube. Para ello ha controlado los movimientos de un BMW i3
desde un Samsung Gear S.
Casi lo más
destacable de esta presentación es que nadie haya salido herido. El
responsable de BMW le gritaba órdenes al coche desde el smartwatch y,
tras unos segundos de retardo (las redes WiFi del Centro de Convenciones
de Las Vegas son un desastre), el coche obedecía como un corderito.
La
demostración pudo haber adquirido tintes dramáticos cuando el
responsable de BMW se puso delante del coche en marcha para demostrar
como el vehículo es capaz de detectar la persona mediante sus propios
sensores de infrarrojos y pararse antes de pisarle un pie o acabar con
el gato del vecino porque no mirábamos cuando le dijimos que saliera del
garaje.
No hay
trampa en la presentación. Toda la tecnología utilizada en ella ya
existe. Lo único que hay que hacer es programar el smartwatch y el
sistema de reconocimiento de voz, que no es precisamente tarea fácil.
Todavía es un poco pronto para que podamos decirle al reloj: "Kitt, vete
saliendo del garaje, que te necesito" pero esa realidad está ya a la
vuelta de la esquina.
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