Magic Leap es el rival más cercano a Hololens.
Se trata de una compañía que está fabricando un visor que también
mezcla los gráficos generados por ordenador con el mundo real. El
problema es que las patentes de ese prometedor dispositivo no son
originales, sino copiadas.
A comienzos de este mismo año salieron a la luz
una serie de patentes sobre lo que nos depara la increíble plataforma
de realidad virtual de Magic Leap. El problema es que las ilustraciones
de esas patentes son copias prácticamente exactas de conceptos ideados
por otros. Las imágenes hablan por si mismas. A la izquierda podéis ver
el dibujo que Magic Leap presentó junto a sus patentes. A la derecha una captura del concepto original.
Esto es Sight
un corto rodado por estudiantes en el que una persona con ojos biónicos
juega a Fruit Ninja con verduras reales mientras se hace el almuerzo.
En 2008, el estudiante de diseño de interfaces Ivan Tihienko ideó Ringo, un sistema de menús holográfico.
El concepto de este guante de bombero con menús virtuales es obra del diseñador de interacciones Joesph Juhnke. Se llama The Future of Firefighting.
Por su
parte, el diseñador Michaël Harboun y su equipo idearon el Proyecto
Aeon, una interfaz para viajar a destinos exóticos mientras estamos
parados en un atasco con el coche.
Estas dos imágenes provienen de la tesis doctoral de Greg Tran titulada Meditating Mediums. The Digital 3D presentada en la Escuela de Diseño de Harvard. Tran trabaja hoy para Samsung.
Esta última patente seguro que le resulta familiar a más de uno
El crédito de haber destapado estas imágenes corresponde a una galería de Imgur publicada por Brendan Scully,
jefe de desarrollo de negocio de la compañía de realidad virtual
Metaio. En Gizmodo hablamos con algunos de los autores originales de
estos trabajos. Tres de ellos pudieron confirmarnos que Magic Leap no se
puso en contacto con ellos para utilizar esas imágenes. Uno ni siquiera
había oído hablar nunca de la compañía.
John
Farrell, un prominente abogado especializado en patentes de Silicon
Valley, explica que la situación es muy inusual. Los abogados de
patentes insisten en que todas las imágenes contenidas en una patente
sean originales. Es arriesgado copiar una imagen sencillamente porque la
oficina de patentes puede rechazar la solicitud.
Si copias una imagen de otra persona y la incluyes en tu patente, es probable que no puedas patentarlo, o que la imagen original puede ser utilizada para invalidar la patente. Las ilustraciones adjuntas a una patente se suelen usar para describir una nueva invención, pero si el dibujo original es obra de otro, lo que describes no es nuevo en realidad.
Sin
embargo, en este caso hay una matiz. Magic Leap no está tratando de
patentar lo que aparece en las imágenes, sino el mecanismo que
permitiría hacer realidad esas interfaces de usuario. Ese es
precisamente lo que nos comentaron desde Magic Leap cuando nos pusimos
en contacto con ellos:
Algunas de las imágenes que hemos utilizado para la patente han sido obtenidas de trabajos provenientes de diferentes sectores como el entretenimiento, la medicina, la educación, la medicina, o el comercio. Imágenes como esa son las que definen las expectativas que los consumidores tienen sobre la realidad virtual y aumentada. Quisimos usar esas imágenes precisamente para demostrar lo que nuestra tecnología puede hacer posible. Nuestras patentes giran alrededor de esa tecnología, no de las imágenes en sí. También nos planteamos usar hasta el ajedrez virtual que aparece en Star Wars sencillamente porque da una idea de las posibilidades del invento.
Incluso
aunque Magic Leap haya copiado flagrantemente las imágenes, podría ser
muy complicado emprender acciones legales contra la compañía por
infringir el copyright. Ferrel explica que las imágenes podrían entrar
en el concepto de derecho anglosajón conocido como uso legítimo o
razonable (Fair Use Exemption) ya que solo se usan con fines
ilustrativos. Sería complicado probar que haber copiado esas imágenes ha
causado un daño en los trabajos originales.
Por otra
parte, es posible que a los creadores de estos trabajos no les importe
su uso por parte de una compañía emergente que acaba de lograr 542
millones de dólares en financiación. Michaël Harboun, por ejemplo,
explica lo siguiente sobre la copia a su Project Aeon:
Por una parte me preocupa un poco como han copiado tan literalmente nuestro trabajo sin ni siquiera pedir permiso o ponerse en contacto con nosotros. Pero, por otra parte, debo reconocer que me siento entusiasmado sobre la tecnología que usan y las oportunidades que van a crear para diseñadores y desarrolladores. Aeon era un concepto futurista imaginado por estudiantes en 2010. Ahora, cinco años después, forma parte de una patente que podría hacerlo realidad. Si lo piensas es asombroso.
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