La Comisión Federal de Comunicaciones
(FCC) de Estados Unidos acaba de votar Sí a bloquear completamente la
posibilidad de que las empresas de telecomunicaciones puedan limitar el
tráfico de Internet por razones comerciales. La neutralidad en la red ha ganado esta batalla, pero la guerra continúa.
El pasado
cuatro de febrero, el director de la FCC, Tom Wheeler abogaba por
convertir Internet en un servicio básico bajo el amparo del título II
del Acta de Telecomunicaciones de 1996. Wheeler, sin embargo,
no podía tomar esa decisión él solo. Son cinco los miembros de la
comisión que votan, y Wheeler es solo uno de ellos. Además, las
compañías que proveen servicio de banda ancha o móvil en Estados Unidos
se han mostrado abiertamente contrarias a la decisión, y seguro que sus
lobbies han estado trabajando a marchas forzadas para tratar de impedir
este cambio histórico. Afortunadamente no lo han conseguido. La comisión
ha votado a favor de la neutralidad de la red por tres votos contra
dos.
Finalmente
la neutralidad ha ganado esta batalla. Meter Internet bajo el amparo
político del Título II es un baño de agua fría para los intereses de
muchas multinacionales de telecomunicaciones. Bajo este título se
recogen los servicios considerados básicos para los ciudadanos. En
términos prácticos, es la mejor noticia que podíamos oír sobre la
neutralidad de la red. Las tres normas o directrices generales que se
han aprobado hoy son:
- No se puede bloquear el acceso a servicios o contenidos por razones comerciales.
- No se puede priorizar el tráfico a cambio de compensaciones de ningún tipo.
- No se puede restringir o degradar el tráfico a cambio de compensaciones de ningún tipo.
Una de las
novedades es que, además, las normas no solo afectan a las operadoras de
cable. También atañen a las conexiones y operadoras móviles. Como
expresaron los miembros de la FCC en la reunión de hoy: "Todos los bytes
deben ser tratados por igual".
¿Qué pasará ahora?
Cuando
decimos que la guerra no ha terminado, es porque ahora viene la peor
parte. Ahora que la FCC ha aprobado el acoger a Internet bajo el Titulo
II, un montón de detractores de esta idea entre los que se cuentan los
proveedores de Internet por cable o los miembros del partido republicano
(muchos de los cuales son accionistas de los primeros) van a intentar
minar la autoridad de la FCC con la intención de aparcar esta ley que
protege la neutralidad de la red. Verizon ya lo intentó en 2011.
El
movimiento de la FCC es bueno para los consumidores, porque impide cosas
como que se de prioridad al tráfico en función de lo que pague cada
usuario, o se bloqueen ciertos contenidos simplemente para priorizar
otros que han pagado por ello. Evitar un Internet formado por autopistas
de peaje es bueno, pero no es nada bueno para las operadoras de cable a
las que les gusta cobrar peajes. Algunas de ellas ya han amenazado con
demandas si la FCC apoyaba la neutralidad.
La nueva
ley apoya la neutralidad en la red, pero ahora será cuando la ley sea
puesta a prueba en los tribunales en multitud de casos específicos en
los que ninguna operadora está dispuesta a dejar pasar la más mínima
posibilidad de negocio. El congreso estadounidense tampoco es un
organismo al que se pueda recurrir ahora que está en manos republicanas.
Es muy posible que sus intenciones sean despojar a la FCC de la
capacidad para regular a las operadoras de cable. De momento, el primer
paso que se ha dado ha sido en la dirección correcta, y eso es bueno
para Internet, y para los que amamos y/o trabajamos en esta gran
plataforma.
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