El sexo en la edad madura

 Las consecuencias de la jubilación

Después de años soñando con la jubilación, cuando llega el momento y se pasa a tener tanto tiempo libre puede suponer un choque para la pareja.

Además a esas alturas los hijos probablemente han abandonado la casa y de repente la pareja madura se encuentra sola, el uno con el otro. Algo que en principio abre muchas puertas a enriquecer la relación para algunas personas puede ser estresante. Sobre todo si los años de actividad laboral han sido intensos y solo se ha tenido el fin de semana para pasar con la pareja a la hora de la jubilación pueden encontrarse pasando 24 horas con alguien casi desconocido.

Implica, desde luego, un cambio en la rutina diaria en la que es necesario establecer otros ritmos, por ejemplo en cuanto a las tareas del hogar.
Además es recomendable realizar una especie de reencuentro, esto es tratar de conocerse de nuevo en esta nueva etapa, hacer actividades juntos, aprender nuevas cosas y también hacer cosas por separado. Es el momento ideal para hacer nuevas amistades o disfrutar de las que ya se tienen o iniciar un nuevo hobbie.
En cuanto a las relaciones sexuales, ¡ya no hay excusa que valga! Hay tiempo de sobra para disfrutar del sexo, para muchas personas antes es indispensable reconectar a nivel emocional así que revivir el noviazgo es un buen primer paso.

Posibles dificultades

Es innegable que la salud afecta a la forma en la que vivimos las relaciones sexuales y esto es algo que de lo que sí que hablan los hombres maduros. Y es que ellos pueden notar que su deseo sexual disminuye, las erecciones son más difíciles de conseguir, menos intensas y duraderas y los orgasmos algo más débiles.
Por su parte, las mujeres sufren las consecuencias de la menopausia y las ven reflejadas en el deseo sexual que puede complicarse si los cambios hormonales han llevado una disminución de la lubricación vaginal y menor elasticidad en la vagina que hacen que las relaciones coitales sean dolorosas.
No todas las mujeres ven disminuido su deseo sexual, algunas agradecen el quitarse de encima la preocupación por quedarse embarazadas o por la menstruación y perciben que esa liberación les permite vivir mejor su sexualidad.

Apostar por la calidad.

Una mujer o un hombre en edad madura no tiene por qué tener relaciones menos pasionales que alguien más joven solamente por su edad, pero sí que puede notar la diferencia si lleva mucho tiempo con su pareja. Esa pasión de los primeros momentos va mitigándose, pero esto ocurre a cualquier edad y es totalmente natural y positivo.
También puede ocurrir que se padezca alguna enfermedad que haga que la persona esté más cansada o molesta y esto, obviamente, afecte a las relaciones sexuales. Algunos medicamentos utilizados sobre todo en la edad madura, como los hipertensivos, tienen efectos nocivos sobre la respuesta sexual. Si este es el caso, es conveniente comentarlo con el médico por si hubiera alguna alternativa.

Es el momento de aprovechar todo lo que nos han dado estos años: la experiencia, la confianza y la intimidad que tenemos con nuestra pareja no hace más que aportar calidad a la relación sexual. Mientras que los más jóvenes cuentan las relaciones sexuales dándole mucha importancia a la cantidad, con los años se aprende que es la calidad lo que importa.