Un grupo de científicos del Instituto Tecnológico de Georgia ha
decidido comprobar para qué sirven las pestañas en los mamíferos, si
solamente para proteger el ojo de la suciedad en el ambiente o para algo
más. Para encontrar la respuesta, han utilizado un túnel de viento y
pestañas postizas.
Las
pestañas protegen nuestros ojos mucho más de lo que pensamos. Los
experimentos dirigidos por el estudiante de Ingeniería Mecánica
Guillermo J. Amador demuestran en su informe que, más allá de proteger al globo ocular de la suciedad, las pestañas también evitan la sequedad del ojo.
Para
demostrar ese efecto utilizaron un túnel de viento y tres tipos de
pestañas experimentales. Las más comerciales, fabricadas utilizando
cabello humano real y que son parte del día a día de muchas mujeres y
maquilladores profesionales, fueron las que mejores resultados otorgaron
en las pruebas.
Túnel de viento para pestañas, por Guillermo Amador.
El
experimento consistió en un envase lleno de agua que simulaba al globo
ocular y que se protegería con tres materiales elegidos para hacer de
pestañas: una malla sintética, un anillo de papel impermeable y, por
supuesto, pestañas postizas normales y corrientes. La idea de los
investigadores era comprobar qué material protegía más a este "ojo"
evitando la evaporación del agua, mientras soplaba aire durante diez
minutos seguidos usando el túnel de viento.
Aunque el
anillo impermeable permitió menos evaporación que sus dos rivales,
obstruye demasiado la visión, por lo que el material que dio mejores
resultados generales fueron las pestañas falsas.
La
conclusión del equipo es que nuestras pestañas no solo nos ayudan a
proteger el ojo de la suciedad sino que, en conjunto con el párpado,
evitan la sequedad del globo ocular. Para cumplir con su cometido con
efectividad, las pestañas tienen que tener una longitud de al menos un
tercio del ancho del ojo, pero mientras más largas y abundantes mejor. [The Royal Society Publishing vía Popular Science]
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