Desde que Edward Snowden
hablara sobre la vigilancia doméstica que realizan diferentes
instituciones sobre sus propios ciudadanos, cada vez salen más casos a
la luz pública. Esta vez, desde FOX31 descubren cómo han escondido cámaras espías que graban a los ciudadanos cuando buscan o envían correo.
En la ciudad de Denver, Estados Unidos, pasó por mucho tiempo
desapercibida una cámara escondida en un lugar bastante peculiar: frente
a una oficina postal, ubicada en la posición justa para capturar en
fotografías las placas de vehículos y rostros de sus conductores cuando
circulasen por la zona, ya fuera para realizar un envío o retirar un
paquete.
Según algunos testigos que hablaron con Fox31, la cámara estuvo ubicada
en este lugar desde finales del mes de noviembre de 2014, hasta
mediados de enero de este año. Muchos fueron con la queja a la oficina
postal, pero los empleados aseguraban que no tenían ni idea de por qué
eso estaba allí.
Tras una investigación FOX31
pudo comprobar que esta cámara era propiedad del departamento legal y
judicial de la Oficina de Correos de los Estados Unidos. Sin embargo,
desde la institución no han hecho ningún tipo de declaraciones, ni
confirmando ni desmintiendo la propiedad de la cámara, o el uso que le
daban.
Esta clase
de sistemas de vigilancia escondidos son cada vez más comunes, sobre
todo en los Estados Unidos. El problema aquí va mucho más allá de este
caso puntual, el problema está en que las agencias judiciales del país
cada vez están usando más sistemas de vigilancia doméstica sin previa
autorización de un juez.
En este
caso, tenemos a una cámara que por más de dos meses obtuvo fotos, placas
o licencias de vehículos y más información sensible y personal, sin
previo aviso, sin estar siguiendo solamente un objetivo, sino una
cantidad prácticamente ilimitada de ellos, y nadie sabe qué se hace con
esa información, ni quién la tiene ni mucho menos cuánto tiempo dura en
el poder de las organizaciones gubernamentales.
La cámara desapareció, y fundaciones defensoras de los derechos de libertad de expresión y privacidad como la EFF
(Fundación Fronteras Electrónicas, por sus siglas en inglés) pugnan por
conocer más de este y otros casos de vigilancia que pasan casi
desapercibidos, pero son una clara violación a la privacidad de muchas
personas. [vía FOX31]
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