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Las costosas muñecas sexuales hiperrealistas

Las costosas muñecas sexuales hiperrealistas 

Los juguetes son creados a gusto del consumidor. Tener uno de estos maniquíes casi perfectos puede costar hasta u$s25 mil. Una compañía ya trabaja en androides que puedan interactuar con su dueño
Una de las muñecas sexuales fabricadas por Sinthetic, una compañía con base en Los Ángele
Una de las muñecas sexuales fabricadas por Sinthetic, una compañía con base en Los Ángele
Estos cuerpos de silicona tienen un aspecto casi real y pueden articularse para practicar diferentes posturas sexuales. Son sofisticados y costosos juguetes que tienen una piel que al tacto es muy similar a la humana y con órganos sexuales que pueden almacenar la temperatura corporal. Hay modelos para todos los gustos.

Sinthetic, una compañía con base en Los Ángeles, fabrica las muñecas sexuales más perfectas del mercado. Permiten por más dinero personalizar el maniquí de acuerdo con los gustos físicos de cada cliente.

Estos productos de lujo se venden con precios que oscilan entre los 5.000 y los 25.000 dólares.

Matt Krivicke, parte del staff de Sinthetic, contó a The Independent que los maniquíes son fabricados sólo por pedido y al gusto del consumidor, que puede elegir desde la altura hasta el tamaño de los senos.


Un dato curioso: se puede encargar también un muñeco parecido a un ex, pero para empezar a dar vida a este maniquí, la empresa exige el consentimiento de la persona a la que se va a parecer.

Algunos también encargan modelos parecidos a algún famoso para cumplir una fantasía.

Aunque no todos sueñan con la perfección, Krivicke recordó que un cliente de edad encargó una muñeca con arrugas para que tuviera más cosas en común con él. Rechazan, aclara, pedidos de maniquíes con aspecto infantil.


Para Krivicke, los "compradores son gente fascinada por el cuerpo humano y tan sanos como cualquiera que puedas cruzarte en la calle".

Considera que muchas personas recurren a estos productos en momentos especiales, como la pérdida de un ser querido, puesto que durante el duelo no están en condiciones de embarcarse en una nueva relación.


También señala que muchas parejas encuentran que los maniquíes son una "forma segura de introducir un tercero en la cama", ya que no hay sentimientos de por medio o infidelidad.

Próximamente también habrá robots sexuales. Matt McMullen, uno de los cerebros de la estadounidense Abyss Creations, trabaja para que las muñecas puedan hablar, contestar preguntas y hacer gestos faciales.

 

 

Mayo 18, 2015 

 El sexo con robots ya invade las camas de EU

Los especialistas coinciden en que estos, definitivamente, no reemplazarían las relaciones íntimas entre personas. (Foto: Archivo EL UNIVERSAL )

Uso de juguetes sexuales que emulan personas será más común. Pero contacto humano es irreemplazable

Se llama RoxxxyGold, mide 1,74 metros de altura y sus medidas son 96-76-94; está hecha de silicona y metal, viene dotada con sensores en la piel y es capaz de responder a la voz humana y hasta de mantener una conversación elemental, aunque sin mover las extremidades o la cara. Es un robot, se consigue en Estados Unidos por cerca de 7 mil dólares y su única función en el mundo es emular a una pareja sexual.
Dentro de lo rudimentario, este es, para David Linden, profesor de neurociencia de la Escuela de Medicina de Johns Hopkins University, el modelo de robot sexual más avanzado. Sin embargo, y según él mismo explicó en un artículo publicado por The Wall Street Journal, hay versiones más sencillas, sin brazos ni piernas, que solo pueden escuchar o hablar explícitamente sobre el acto sexual, y que cuestan alrededor de mil dólares. También está disponible la versión masculina, Rocky, por unos mil 500 dólares.
Para el futurólogo y experto en tecnologías de la información Stowe Boyd, a la vuelta de 10 años los amantes robóticos serán comunes, aunque también fuente de desdén y debates. Uno de ellos está dado por la capacidad que tendrían estos robots de remplazar, en toda regla, a un amante humano.
Opción complementaria
De momento, los especialistas coinciden en que estos, definitivamente, no reemplazarían las relaciones íntimas entre personas y más bien terminarían siendo un complemento para cierto público, como los juguetes sexuales.
En el 2013, el Huffington Post, junto con la firma YouGov, realizó un estudio entre mil adultos de Estados Unidos: el 9% de ellos estaban dispuestos a irse a la cama con un ser artificial. Incluso, el 42% afirmaba que eso podía considerarse una infidelidad, mientras el 31% dijo que no -el 26% restante no lo tenía claro-.
Ezequiel López, psicólogo y sexólogo, cree que pensar en un aparato tecnológico que sustituya a alguien es una posibilidad muy difícil, porque ligadas al sexo están la comunicación, las sensaciones y las emociones, que son irreemplazables.
"El asunto -señala López- ni siquiera es comparable con el sexo virtual, que generalmente se usa como algo circunstancial o como apoyo de una relación de personas que están lejos. En ese caso la tecnología se vuelve facilitadora, pero no se convierte en el otro".
En ese orden de ideas, López cree que los robots son una opción complementaria al terreno de los juguetes sexuales, y aunque probablemente en el futuro los perfeccionen y lleguen a producir emociones, siempre tendrán sus limitaciones.
"El cerebro no se engaña fácilmente; un programa de computador que genere cierta estimulación neuronal puede causar placer, pero el contacto es otra cosa. Sin embargo, hay personas que sienten mucha excitación por las muñecas sexuales y tienen esa fantasía. En este caso podrían disfrutar también de estos aparatos", asegura el sexólogo.
En eso coincide Carlo Vinicio Caballero, médico experto en tecnologías de la salud. "Un robot -dice- puede llegar a causar goce, pero la carne no se puede reemplazar porque, además de ser placentero, el contacto es necesario para otros fines, como la procreación".
Considera, de otro lado, que una herramienta para el cerebro que permita imaginar y darle gusto a la mente puede ser incluso más potente que el robot más perfecto.
Para Camilo Libos, ginecólogo con especialización en sexología, es probable que con el tiempo el ser humano pueda perfeccionar las respuestas emotivas de los robots sexuales, y piensa que seguramente hasta podrán hacer que muevan las extremidades o que pongan cara de preocupación o de placer. No obstante, piensa que, por las respuestas neuronales, un equipo tecnológico nunca podrá igualar al humano.
"Es difícil, porque el hombre tiene un sistema fisiológico innato (evolucionado durante siglos) que reacciona involuntariamente ante estímulos emocionales, y otro cognitivo-cortical adquirido, cuya reacción es social y simbólica. Ambos funcionan de manera conjunta para producir la respuesta emocional", dice Libos.
Los aparatos como RoxxxyGold y Rocky se diseñaron pensando en personas que simplemente tienen gustos diferentes en materia sexual, quieren probar cosas nuevas o simplemente tienen fobias y dificultades para relacionarse con los demás.
María Claudia Abello, psicóloga y educadora sexual, estima que en estos casos lo más complicado es la dificultad para relacionarse con otros: "Las personas que sufren estos trastornos se niegan, además del sexo, cualquier posibilidad de estar en una sociedad, de intercambiar, de disfrutar y de vivir las alegrías y dolores que hacen parte de la vida. Por eso es necesario buscar ayuda, porque simplemente no creo que sea posible reemplazar a una persona con tecnología", dice.
Del placer virtual al "sexting"
A juzgar por los resultados de una encuesta hecha el año pasado por el Instituto Francés de Opinión Pública en varios países, para los jóvenes las prácticas relacionadas con el sexo virtual, como el "sexting" (chats de contenido sexual), resultan atractivas. De hecho, según este informe, la masificación de las redes sociales, la mensajería instantánea y la interactividad han transformado las relaciones eróticas.
Tan solo en Francia, el 22% de los jóvenes reconocen la práctica de sexo a través de una webcam, y también se confiesan adeptos al streptease en línea y al "sexting", lo mismo que el 33% de los españoles.
Según François Kraus, director de estudios del instituto, el "sexting" ya es muy popular en todo el mundo, principalmente entre adolescentes, que durante buena parte de su tiempo socializan a través de medios digitales.
 


 Mayo 8, 2015
 El futuro de los robots sexuales
Afirman que en el futuro será común tener robots sexuales
Algunos expertos creen que en un futuro no muy lejano podrían llegar a tener un gran auge, debido a que evitarán la transmisión de enfermedades. Podrían ser habituales en 2025, según un nuevo estudio titulado “Inteligencia Artificial, robótica y el futuro de los puestos de trabajo”.
El estudio, que también asegura que en pocos años los robots coparán centenares de profesiones, recoge la opinión de diversos expertos, la mayoría de los cuales creen que un día cercano estas máquinas desempeñarán más puestos de trabajo que en la actualidad están ocupados por seres humanos. Y gran parte de ellos no serán repetitivos empleos en cadenas de montaje sino que tendrán que ver con aspectos de la vida cotidiana, incluido el sexual.
Estos robots sexuales o “sexbots” serán idénticos a los seres humanos, tendrán un tacto similar y se moverán de la misma manera, y serán adecuados para satisfacer los deseos sexuales de la gente, según los expertos. Ello irá acompañado de un desarrollo de la “lovótica“, el estudio de las relaciones entre seres humanos y robots, que irán en aumento de forma correlativa a la mejora tecnológica.
Según explica el futurólogo Ian Yeoman en una conferencia en la feria australiana de Turismo recogida por el portal First To Know, pronto habrá hoteles enteros regenteados por personal robótico.
Tan pronto como el próximo mes de julio estará operativo en Nagasaki un establecimiento donde el servicio estará integrado por robots programados para la multitarea, los cuales, según sus propietarios, llegarán a ser el 90% de la plantilla. Serán empleados de metal y silicona, fabricados por la empresa Kokoro y a los que llaman Actroid, y tendrán la capacidad de reproducir hasta 18 gestos faciales diferentes.
Aunque los propietarios de este hotel no tienen intención de incluir entre su personal prostitutas robot, otros de los muchos que se abrirán en los próximos años sí podrían optar por hacerlo, según la opinión de Yeoman, que asegura que podrían llegar a ser preferidas por los clientes porque evitarían el contagio de enfermedades de transmisión sexual como el VIH.

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