La demo de realidad virtual de Valve en la Game Developers Conference
casi se puede calificar de mágica. En ella Valve utilizó una elegante
tecnología de emisión que nos permitió caminar por la habitación con el
visor puesto. Se sentía increíblemente real. Esa tecnología se llama
Lighthouse, y es una genialidad.
La idea
detrás de esta tecnología de seguimiento es bastante sencilla en
realidad: Lighthouse inunda la habitación de luz no visible para el ser
humano y se convierte en un punto de referencia para que cualquier
dispositivo de seguimiento como un mando o un visor de realidad virtual
sepa su posición en el espacio respecto a esa fuente de luz. Por
supuesto, ese truco también puede hacerse con cámaras, códigos QR y
hasta con luces de navidad, pero el mérito de lighthouse es que lo logra
con dos pequeñas cajitas equipadas con el dispositivo. Es una solución
pulcra y elegante.
Las dos
cajitas que forman Lighthouse no tienen ninguna cámara porque no
necesitan “ver” nada a su alrededor. Como su nombre (faro) ya sugiere
solo emiten luz para ayudar a que los barcos (en este caso los visores
VR) naveguen sin perderse.
La luz
proviene de un nutrido grupo de LED estáticos acompañados de dos
emisores láser que giran a alta velocidad. Sesenta veces cada segundo,
los LED destellan y uno de los dos láser envía un haz a través de la
habitación.
Mientras
tanto, el receptor (léase el visor VR o el mando correspondiente) está
cubierto de sensores que detectan esos destellos y los haces láser de
luz roja. Aquí llega la parte ingeniosa. Cuando detecta un flash, el
visor simplemente empieza a cronometrar el tiempo que pasa hasta que uno
de los láseres lo alcanza. Entonces, el visor utiliza la relación entre
la posición del sensor en el casco que ha detectado el láser y el
tiempo que ha pasado hasta que lo ha detectado para calcular su posición
relativa a las estaciones emisoras de luz.
Si el láser
toca suficientes sensores al mismo tiempo forman una pose, una figura
3D que permite saber con precisión no solo dónde está el visor en la
habitación, sino hacia donde está orientado.
De nuevo, no hay seguimiento óptico, solo cálculo. Es todo una cuestión de cronometrar.
Esta imagen muestra la evolución del sistema de seguimiento Lighthouse.
El
resultado es un sistema de posicionamiento preciso y asequible. Suena
muy técnico, lo se, pero en la realidad es bastante sorprendente.
Lighthouse es tan preciso que incluso es capaz de seguir los movimientos
de un malabarista con objetos que pasan entre sus piernas y por detrás
de su espalda. No es broma. Mirad este vídeo.
Un antiguo
empleado de Valve que no ha querido dar su nombre me comentó que
Lighthouse es bastante barato de fabricar. No hemos podido confirmar una
cifra oficial, pero suena a que añadir esta tecnología a visores de
realidad aumentada y otros dispositivos en el futuro supondrá un coste
casi irrelevante.
Eso es
exactamente lo que Valve quiere, por otro lado. La compañía asegura que
ofrecerá Lighthouse como “servicio público” a cualquier otro fabricante
que quiera integrarlo en sus dispositivos. “Es muy complicado diseñar un
sistema de seguimiento lo bastante preciso como para que funcione bien
en realidad virtual”, explica Joe Ludwig, de Valve. “Muchas compañías
creen que diseñar un sistema así es algo que pueden encargar a un tipo
listo y que lo tendrá preparado en seis meses. Es mucho más duro que
todo eso”.
Ahora que
Valve cree haber solucionado el problema, está dispuesta a compartir ese
conocimiento con otras compañías. De hecho, están particularmente
interesados en que otras compañías usen Lighthouse para otros usos
distintos de los videojuegos, usos que Valve no persigue habitualmente.
Información adicional: Sean Hollister.
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