Pérdida de tejido en un cerebro con demencia en comparación con uno sano.
Hable con cualquier persona afectada por la enfermedad de Alzheimer y la necesidad de un medicamento para hacer que el avance sea más lento es obvia.
Jeremy Cox cuida de su esposa Roz, a la que le han diagnosticado la enfermedad.
"Creo que una de las cosas de las que tienes que ser consciente, sin un medicamento como este, es que la situación es desesperada", cuenta.
"Simplemente llegas a una última etapa en la que eres alimentado comida de bebé con una cuchara en una residencia".
Las estadísticas respaldan estas historias humanas.
No es un descubrimiento definitivo pero sí un paso en la dirección correcta para combatir el Alzheimer.
El centro de investigación de Alzheimer en Reino Unido calcula que un tratamiento que ralentizara el avance del Alzheimer en un 25% reduciría a la mitad el número de personas que llegan hasta la forma más severa y debilitante de la enfermedad.
En estos momentos simplemente no hay nada que detenga el proceso.
La medicación actual, como Aricept, sólo puede controlar los síntomas de la enfermedad al ayudar a que las neuronas moribundas sigan funcionando.
Un primer indicio
La historia moderna de la investigación sobre el Alzheimer ha sido desalentadora.
Más de 100 ensayos clínicos en las últimas tres décadas han dado como resultado sólo unas cuantas medicinas que tratan los síntomas, pero no hay nada para detener la muerte del cerebro.
Cifras globales de la demencia
44 millones
de personas tienen demencia en el mundo
135 millones
de personas la tendrán para 2050
71% de ellas serán personas con ingresos bajos o medios
US$600.000 millones es el costo global de la enfermedad
* en Reino Unido la investigación del cáncer recibe
8 veces más que lo que se invierte en estudiar la demencia
Compare esto con el admirable progreso que se ha hecho en el campo de las enfermedades cardiovasculares o el cáncer.
Esta es la razón por la que incluso una mínima señal de avance para aquellos en la fase más leve de Alzheimer está generando ilusión.
Datos provisionales sugieren que solanezumab puede ralentizar el progreso de la enfermedad en un 34%.
Así lo asegura el laboratorio Eli Lilly, fabricante de la medicina.
Esto se traduce en que el declive cognitivo que normalmente se da en 18 meses, con esta medicina tardaría en darse 24 meses, lo que permitiría a los pacientes pasar más tiempo en la fase moderada de la enfermedad degenerativa.
El doctor Eric Siemers, de los laboratorios Lilly Research en Indiana, EE.UU., le dijo a la BBC: "Hay pruebas de que solanezumab tiene un efecto en la patología subyacente de la enfermedad.
"Pensamos que hay una posibilidad de que el solanezumab sea la primera medicación disponible capaz de modificar la enfermedad".
Los resultados, presentados durante una conferencia en EE.UU., han sido recibidos con optimismo pero también con cautela. No tengan dudas de que estaríamos ante un punto de inflexión si la medicación estuviera disponible.
No obstante, todavía no podemos saltar de alegría proclamando que estamos ante un descubrimiento para frenar el avance del Alzheimer.
El solanezumab fue presentado esta semana en una conferencia en Estados Unidos.
Los pocos datos difundidos son el equivalente a los sondeos antes de una elección general o el tráiler de una película.
Es algo que ofrece pistas, indicios y señuelos fascinantes, pero nada definitivo.
El año que viene, momento en que se esperan más resultados del ensayo, sabremos con certeza si el solanezumab es el logro que todos esperan.
Pero incluso si todo sale a la perfección, puede que pasen años antes de que la medicina llegue a los pacientes mientras es patentada y aprobada por los organismos oficiales.
Esto quiere decir que las personas que hoy tienen Alzheimer probablemente no se beneficiarán de este avance ya que su efecto sólo se ve en aquellos en una fase leve de la enfermedad.
JULIO 22, 2015
La enfermedad de Alzheimer podría detectarse en la saliva, según estudio
El análisis de la saliva fue presentada como un nuevo método para
detectar de manera temprana el alzheimer durante la Conferencia
Internacional de la Asociación del Alzheimer de 2015 en Washington.
- Una prueba para detectar el Alzheimer en una fase
temprana podría llegar a estar disponible fácilmente gracias a una
sustancia que abunda en el cuerpo: la saliva, según un estudio que fue
dado a conocer recientemente.
La prueba de la saliva fue presentada en la Conferencia Internacional
de la Asociación del Alzheimer de 2015 en Washington esta semana.
Aunque la investigación está todavía en sus inicios, la prueba de la
saliva representa el emocionante futuro de las herramientas de
diagnóstico que están en desarrollo para la detección de la enfermedad
neurodegenerativa.
Los investigadores presentan un nuevo estudio que muestra que los
biomarcadores en la saliva pueden indicar la detección temprana de la
enfermedad de Alzheimer.
Si bien los médicos actualmente son capaces de ver la diferencia
entre un cerebro sano y uno afectado por la enfermedad de Alzheimer, el
estudio hace énfasis en la importancia de la detección temprana de los
cambios en el Alzheimer.
"A medida que el campo ha seguido madurando en el transcurso de la
última década más o menos, ahora contamos con investigación y evidencia
que sugiere que la biología subyacente de la enfermedad de Alzheimer
cambia una década o más antes de que alguien experimente los cambios de
memoria o función relacionados con el Alzheimer", dijo Heather Snyder,
directora de operaciones médicas y científicas en la Asociación del
Alzheimer.
Esta prueba examina las muestras de la saliva y analiza los cambios
en la misma como la posible forma de detectar los cambios en el
Alzheimer, dijo Snyder. Análisis de proteína en la saliva
Anteriormente se había anunciado que a través de un examen de sangre se podría descubrir el alzheimer.
Los investigadores de la Universidad de Alberta en Canadá analizaron
las muestras de saliva de menos de 100 personas, divididas en tres
grupos con base en la capacidad cognitiva: 35 con una cognición normal
de envejecimiento, 25 con una leve discapacidad cognitiva y 22 con la
enfermedad de Alzheimer.
Por medio de una tecnología de análisis de proteína, los
investigadores examinaron la saliva de cada individuo, y analizaron casi
6.000 metabolitos, los cuales son pequeñas moléculas que son derivados
de las reacciones químicas en el cerebro.
El equipo entonces descubrió los biomarcadores específicos (o
patrones de metabolitos) en los grupos que se sabía, padecían de
Alzheimer o de una leve discapacidad cognitiva, en comparación con el
grupo de envejecimiento normal, y analizaron los biomarcadores como
predictores del desempeño cognitivo.
El estudio fue validado por medio del análisis de una muestra nueva e independiente de 27 participantes.
"Los análisis de la metabolómica salival promoverán la causa de la
detección temprana de la enfermedad de Alzheimer... y fomentarán nuestro
entendimiento de los mecanismos desde el envejecimiento normal hasta el
Alzheimer", dijo Shraddha Sapkota, un estudiante de postgrado en la
Universidad de Alberta en Canadá, quien presentó el estudio.
La prueba de la saliva es una forma rentable e invasiva en grado
mínimo para analizar a los pacientes de una forma temprana. Permite que
los doctores identifiquen quién se encuentra posiblemente en riesgo, y
también ayuda a establecer quién debería ser tratado y cuándo.
"Es muy fácil tomar y transportar muestras de saliva, lo que mejorará
la participación en centros remotos y en poblaciones diversas", dijo
Sapkota.
El estudio fue presentado en la conferencia, pero no ha sido
publicado o contrastado, y ese es el estándar de oro para la
investigación científica. Como resultado, los expertos enfatizan que se
necesita hacer más investigaciones antes de que la prueba de la saliva
pueda ser utilizada como una herramienta de detección.
"Es extremadamente preliminar", dijo el Dr. Dean Sherazi, director
del Programa de Prevención del Alzheimer en Cedars-Sinai. Las muestras
son tan pequeñas que las anormalidades podrían haber sido secundarias,
dijo.
"En la ciencia, la clave es la réplica", añadió Sherazi. "El estudio
tiene que ser replicado, y tiene que ser replicado en una población
mayor".
Si bien no hay una prueba que determine de manera concluyente si
alguien padecerá de Alzheimer, la prueba de la saliva sería una buena
herramienta de análisis una vez sea validada, al indicar la necesidad de
un paciente de que se le realicen otras pruebas más invasivas. Resulta
especialmente emocionante para Sherzai debido a que podría ser utilizada
en entornos clínicos o incluso comunitarios.
"Esto es importante porque mientras más temprano detectes la
enfermedad", dijo Sherzai, "más grande es el efecto que podemos tener en
el resultado".
El trastorno cerebral progresivo es la sexta principal causa de
muerte en Estados Unidos y afecta a casi 5 millones de estadounidense.
Se espera que esa cifra se triplique para 2050.
"Tenemos una apremiante necesidad de poder identificar a las personas
que están en riesgo de padecer la enfermedad de Alzheimer", dijo el Dr.
Richard Isaacson, director de la clínica de prevención del Alzheimer en
el New York-Presbyterian/Weill Cornell Medical Center en Nueva York.
"De lo que nos estamos dando cuenta es que si podemos encontrar un
medicamento o algún tipo de intervención que pueda reducir la velocidad o
revertir la enfermedad, necesitaremos utilizar ese medicamento tan
temprano como sea posible", dijo Isaacson. "Cuando alguien empieza a
tener síntomas de pérdida de memoria, un leve trastorno cognitivo o
demencia debido al Alzheimer, es mucho más difícil de tratar".
Actualmente son capaces de ver la diferencia entre un cerebro sano y uno afectado. (Crédito: CNN)
La reducción de riesgo y prevención del Alzheimer es la nueva
frontera de la enfermedad, según Isaacson. Entonces, la única forma de
hacer mella en la enfermedad es encontrar algún tipo de biomarcador
décadas antes de que los síntomas inicien.
Aún no se ha establecido un ensayo clínico, pero un estudio mayor de
muestra está en proceso, según Sapkota. "Aún estamos en las fases
iniciales y se necesita trabajar más antes de que podamos incluir
pruebas de saliva para la población general", añadió.
Los expertos dicen que ellos buscarán una opción fácil de usar y
asequible como la prueba de la saliva para el día en el que esa pastilla
mágica o medicamento llegue a estar disponible.
"Cuando llegue ese medicamento exitoso..." dijo Isaacson. "Una prueba como esta es lo que todos estamos buscando".
Julio 21, 2015 Dormir mejor podría proteger contra el Alzheimer
WASHINGTON (AP) — ¿Dormir mejor puede proteger contra el mal de Alzheimer?
Un
nuevo estudio sugiere que dormir mal o poco puede incrementar el riesgo
de desarrollar esta enfermedad, al estimular la formación de una
sustancia viscosa que atrofia el cerebro y que a su vez interrumpe más
el sueño.
El sueño alterado puede ser una de las piezas
faltantes para explicar cómo una característica del mal de Alzheimer,
una proteína pegajosa llamada beta-amiloide, comienza a generar su daño
mucho antes de que la persona presente problemas de memoria, reportaron
el lunes investigadores en la Conferencia Internacional de la Asociación
del Mal de Alzheimer.
“Está bastante claro que la
interrupción del sueño es un factor subestimado”, dijo el doctor Matthew
Walker, de la Universidad de California en Berkeley, quien presentó
información que vincula niveles de amiloide con el sueño de las personas
y el desempeño de su memoria. “Es un nuevo actor en la escena que
incrementa el riesgo de padecer el mal de Alzheimer”.
Los
problemas de sueño son tratables, y una pregunta crucial siguiente es si
al mejorarlo se puede lograr una diferencia en la protección del
cerebro de los adultos mayores.
“El dormir es un factor modificable. Es el objetivo de un nuevo tratamiento”, dijo Walker.
En
general, dormir bien es importante para una buena salud: se recomiendan
de siete a ocho horas por noche para adultos. En lo que respecta al
cerebro, los científicos han sabido desde hace mucho tiempo que la gente
que no duerme lo suficiente tiene problemas para aprender y
concentrarse. Y cualquiera que haya cuidado a alguien con demencia sabe
de la deambulación nocturna y otros problemas de sueño que los pacientes
sufren con frecuencia, lo cual ha sido atribuido desde hace mucho
tiempo a una consecuencia de la muerte de células cerebrales.
El
nuevo estudio sugiere que los problemas de sueño ciertamente
interactúan con algunos de los procesos de la enfermedad involucrados en
el Alzheimer, y que esas proteínas tóxicas a su vez afectan el sueño
profundo, el cual es muy importante para la formación de la memoria.
“Podría
ser un círculo vicioso”, dijo el doctor Miroslaw Mackiewicz, del
Instituto Nacional del Envejecimiento, quien no participó en el nuevo
trabajo.
El equipo del doctor Walker realizó tomografías de
emisión de positrones a 26 voluntarios saludables de más de 70 años para
medir la acumulación de esa proteína amiloide pegajosa. Se les
proporcionaron palabras para memorizar y se les midieron sus ondas
cerebrales mientras dormían por la noche.
Entre más sustancia
amiloide tenía la persona en una región particular del cerebro, menos
sueño profundo conseguía y más olvidaba durante la noche, señaló el
doctor Walker. Sus recuerdos no eran transferidos adecuadamente del
banco de memoria a corto plazo del cerebro al almacenamiento de largo
plazo.
¿Cuál es el riesgo con el tiempo? Dos estudios sobre
el sueño que siguieron la pista durante cinco años a casi 6.000 personas
encontraron que quienes tuvieron un sueño de mala calidad —daban
vueltas y vueltas en la cama y les costaba trabajo quedarse dormidas—
presentaron más probabilidades de desarrollar deterioro cognitivo
moderado y problemas tempranos de memoria que en ocasiones conducen al
mal de Alzheimer, dijo la doctora Kristine Yaffe, de la Universidad de
California en San Francisco.
El síndrome de apnea-hipopnea
durante el sueño —una interrupción breve de la respiración que despierta
constantemente a la persona sin que ésta se percate de ello— ocasiona
que casi se duplique ese riesgo, señaló Yaffe. Ella recomendó que la
gente con probabilidades de desarrollar la enfermedad de Alzheimer sea
revisada para diagnosticar desórdenes de sueño, en especial la apnea,
para la cual existe tratamiento efectivo.
“Existe mucha evidencia de que necesitamos poner más atención” al sueño en adultos mayores, agregó la doctora Yaffe.
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