

El
día 20 de julio se cumplen nada menos que 46 años de una huella
histórica. Ese día, el módulo lunar Apolo 11 se posó sobre la Luna y el
astronauta de la NASA Neil Armstrong puso sus pies sobre nuestro único
satélite. A continuación os contamos diez curiosidades sobre esa misión
histórica.
La distancia de seguridad de una explosión
Foto: Getty Images
Los
espectadores VIP que asistieron al despegue desde Cabo Cañaveral estaban
situados a tres millas y media (5,6 kilómetros) del emplazamiento del
despegue. Esa medida no era casual. Los técnicos de la NASA eran
conscientes de que los cohetes Saturno V llenos hasta los topes de
combustible podían explotar, y habían calculado que tres millas (4,8
kilómetros) era la distancia máxima a la que una eventual explosión
podía enviar fragmentos de metralla.
Circulando sin seguro
Hoy, los
astronautas Neil Armstrong, Buzz Aldrin y Michael Collins son famosos,
pero antes de la misión que los convirtió en leyenda tenían problemas
más mundanos. Uno de esos problemas era que no podían permitirse un
seguro de vida con la misión que estaban a punto de emprender. Para
tratar de ayudar a sus familias, los tres astronautas firmaron cientos de autógrafos
durante el mes previo al despegue y los enviaron a un amigo con
instrucciones de venderlos o subastarlos para recaudar dinero para sus
familias en caso de que pasara algo malo.
El misterioso (y pestilente) olor de la luna
Mientras
llevaron puesto el traje no lo notaron, pero al quitarse el casco dentro
del módulo lunar, los astronautas de la Apolo 11 notaron un detalle
inesperado. El polvo lunar que habían traído en sus botas y trajes
desprendía un olor intenso
y muy desagradable que les recordaba a la pólvora. El polvo lunar no
tiene ni de lejos la misma composición que la pólvora, así que el origen
de ese olor sigue siendo un misterio. Se cree que fue algún tipo de
reacción que se activó al entrar en contacto con el aire húmedo de la
cápsula y después se disipó.
Dejar la puerta medio abierta
Los
astronautas que salían de la cápsula tenían instrucciones de no cerrar
la puerta de la Apolo 11 completamente. Se dejaba entrecerrada para
evitar que se perdiera mucho calor, pero no debían cerrarla del todo por
si se volvía a presurizar de manera fortuita, algo que hubiera
complicado mucho el proceso de volverla a abrir.
No fue un pequeño paso para el hombre
Todos recordamos la frase que pronunció Neil Armstrong por radio al salir del módulo lunar (Un pequeño paso para el hombre, un gran paso para la humanidad),
pero resulta que no fue un paso tan pequeño, sino más bien un salto. El
propio Armstrong había posado el módulo lunar tan suavemente que los
amortiguadores pensados para amortiguar el aterrizaje apenas se
movieron, dejando el escalón más bajo del módulo a unos 120 centímetros
del suelo.
La primera comunión en la Luna
Pese a que
la NASA instruyó a los astronautas para no hacer comentarios sobre
religión (el evento se estaba retransmitiendo a nivel mundial y no
querían ofender a nadie) Buzz Aldrin no estaba de acuerdo. El astronauta
era presbiteriano y pidió permiso a si iglesia para administrarse una
comunión al alunizar. Aldrin llevó un pequeño kit
con una sagrada forma y un poco de vino, y comulgó con ellos poco
después de aterrizar y decir unas palabras. Desde entonces es la primera
y única persona que ha celebrado un oficio religioso y ha consumido
vino en la Luna.
Récord de audiencia durante doce años
Foto: AP Images
Se calcula
que más de 600 millones de personas siguieron en directo el alunizaje de
la Misión Apolo 11 a través de la televisión. La cifra fue récord de
audiencia absoluto durante 12 años. El nuevo récord no llegó hasta 1981,
fecha en la que la boda de la Princesa Diana de Gales convocó a 750
millones de personas ante el televisor.
Todas las banderas en la Luna ahora son blancas
La bandera
de la misión Apolo 11 ya no ondea allí. Los astronautas la pusieron
demasiado cerca del módulo lunar y este la tiró al suelo cuando sus
motores se encendieron para abandonar la superficie lunar. Quedan otras
cinco banderas estadounidenses que, aunque parezca mentira, aún están en
pie. La ironía es que ya no son banderas con las barras y estrellas. El
paso del tiempo, el frío y la radiación las han desteñido hasta
volverlas completamente blancas. Ahora mismo hay cinco banderas de rendición sobre la luna.
El discurso que Nixon nunca dio
El presidente Richar Nixon tenía dos discursos preparados, uno si la misión concluía con éxito, y otro
que nunca llegó a usar por si fracasaba. Comenzaba con la frase: “El
destino ha querido que los tres hombres que fueron a la luna en paz,
descansen en paz ahora allí”.
En el espacio nadie podrá oir tus... flatulencias
El agua que
bebían los astronautas era un subproducto de las células de
combustible, y tenía muchas burbujas. A resultas de ello (y con medios
bastante más precarios que los actuales para defecar) los astronautas
sufrían de muchos gases estomacales. Al parecer, el olor dentro de la
cápsula lunar no era del todo agradable. Los astronautas lo definieron
entre un cruce de olor a perro mojado y pantano.
Fotos (salvo las especificadas): NASA / JPL
0 Comentarios