El servicio que brinda la Unidad de Violencia de
Género de aquí no se limita a recibir las denuncias de las mujeres
maltratadas para someter a la justicia a los responsables del delito,
sino que se extiende al cuidado de los hijos de las víctimas, menores
de edad, mientras sus madres agotan el proceso para la judicialización
del caso.
La Unidad de Atención Integral de Violencia de Género, Intrafamiliar y Delitos Sexuales, cuenta con un área denominado Hogar Esperanza, que acoge cada día a varios niños y les ofrece las atenciones que requieren.
Por lo general los menores duran un día en el hogar, bajo el cuidado de educadoras, que los entretienen con actividades educativas y recreativas, como pintura, manualidades y videos educativos.
Los infantes permanecen uniformados, con camisa amarilla y pantalón crema. Por la ambientación que preparan y los mobiliarios con que cuenta la unidad da la impresión de que los niños están recibiendo clases en el nivel preescolar o que están en una sala de tareas.
Cuando las madres no pueden pasar a retirar a sus hijos, los niños son llevados a sus casas por personal de la Unidad, que los pone en manos de un familiar y les da seguimiento, tratando de que la situación que padece su madre no les genere ningún trastorno emocional.
El Hogar Esperanza fue patrocinado por la Vicepresidencia de la República, que se ocupó de su equipamiento y de la designación del personal.
La puerta de acceso al área es independiente a la entrada principal de la Unidad de Atención Integral de Violencia de Género, para proteger su identidad y evitar que el conflicto intrafamiliar los afecte.
Los menores son recibidos en una sala habilitada especialmente para ellos.
Inaugurada en abril pasado, por gestión de la fiscal de Mao, Sonia Espejo, el funcionamiento de la Unidad de Atención Integral de Violencia de Género, Intrafamiliar y Delitos Sexuales, es fruto de una alianza esratégica entre la Fiscalía y diversas entidades públicas y privadas.
La fiscal titular logró, mediante acuerdos de cooperación, que la operación de la unidad sea auspiciada por entidades públicas y privadas, que se han comprometido con su funcionamiento, entre las que figuran el obispado de la Diócesis Mao-Monte Cristi, Salud Pública y la Universidad Tecnológica del Cibao (UTESA).
De esa forma cuenta, no solo con personal nombrado por la Procuraduría, sino también con especialistas facilitados por las entidades patrocinadoras. La fiscal Espejo precisó que la médico fue enviada por el INACIF, los secretarios por el obispado, y UTESA, y la enfermera y la psicóloga por Salud Pública.
“Esta unidad ha venido a dar resultados excelentes, y además, era una unidad que la esperaba la provincia”, subrayó la fiscal Sonia Espejo.
La unidad de Atención a víctimas de violencia de género cuenta con 12 áreas. Dispone de una sala de espera independiente para hombres, para evitar que las denunciantes tengan contacto directo con ellos.
En la parte trasera tiene un destacamento policial, con una celda donde permanecen los agresores una vez arrestados.
Nurys Espinal, coordinadora del Centro, explicó que utilizan estrategias para atender a las usuarias, a fin de darles una respuesta rápida y evitar congestionamiento en la unidad.
“Cuando llega una denunciante, la recepcionista nos la pasa, y si hay que mandarla al médico legista para que la revise, de una vez la enviamos, y si es al psicólogo también la enviamos”, explicó. Precisó que la respuesta dependerá de la situación presentada, ya sea ordenar el arresto o la citación del agresor.
Indicó que algunas usuarias han sido remitidas a la casa de acogida del Ministerio de la Mujer, para garantizarles su integridad física y brindarles protección.
Sostuvo que depende del caso, porque ninguno es igual y amerita un trato diferente.
Recordó que anteriormente todas las víctimas de violencia de género tenían que ir al Palacio de Justicia para presentar su denuncia en la Fiscalía, donde estaban expuestas a la prensa y no se protegía su identidad.
“Una usuaria tiene un trato personalizado, si viene con acompañante nosotros las llevamos a un área diferente para que no tengan contacto con el público”, indicó.
Resaltó que se trata de un esfuerzo de la fiscal Sonia Espejo, que se ha preocupado por el buen funcionamiento de la unidad.
“La magistrada se ha fajado a buscar acuerdos con instituciones, aquí nombradas (de la Procuraduría) solo hay tres personas, las demás es mediante acuerdo con instituciones, que pagan ese personal”, señaló Espinal.
DENUNCIAS RECIBIDAS EN LA UNIDAD
La unidad ha recibido 684 denuncias de violencia de género, el cual constituye el principal delito de la provincia Valverde. Nurys Espinal, coordinadora del Centro, puntualizó que reciben cada día entre 10 y 15 denuncias.
Aunque los feminicidios no son tan frecuentes, el año pasado ocurrió uno, pero este año ya van dos.
La instalación de la unidad representó un costo de 2.279 millones de pesos, en un local de 463 metros cuadrados ubicado en la calle Duarte número 241 de la ciudad de Mao.
Cuenta con áreas de recepción de denuncias, salas individuales de espera, para víctimas y agresores, área de recepción de niños, así como oficinas para fiscales.
Dispone de una unidad de trabajo social, de consultas para médicos y psicólogos forenses, y una oficina para el coordinador del Ministerio Público.
Trabaja de 8 de la mañana a cinco de la tarde. El personal de la Unidad y Prevención de la Violencia de la Fiscalía desarrolla programas de prevención en centros de estudios, juntas de vecinos, clubes e iglesias.
Los fiscales asignados a la Unidad han recibido entrenamiento sobre el tema en la Escuela del Ministerio Público.
SONIA ESPEJO
La fiscal de Mao resaltó que la Unidad de Violencia de Género es fruto de una alianza estratégica entre la Fiscalía y varias entidades públicas y privadas, con la cuales ha firmado varios acuerdos de cooperación.
NURYS ESPINAL
La coordinadora de la Unidad destacó el trato especial y personalidzado que brindan a las usuarias y expresó que utilizan estrategias, a fin de dar una rápida respuesta y evitar que haya un congestionamiento en el centro.
La Unidad de Atención Integral de Violencia de Género, Intrafamiliar y Delitos Sexuales, cuenta con un área denominado Hogar Esperanza, que acoge cada día a varios niños y les ofrece las atenciones que requieren.
Por lo general los menores duran un día en el hogar, bajo el cuidado de educadoras, que los entretienen con actividades educativas y recreativas, como pintura, manualidades y videos educativos.
Los infantes permanecen uniformados, con camisa amarilla y pantalón crema. Por la ambientación que preparan y los mobiliarios con que cuenta la unidad da la impresión de que los niños están recibiendo clases en el nivel preescolar o que están en una sala de tareas.
Cuando las madres no pueden pasar a retirar a sus hijos, los niños son llevados a sus casas por personal de la Unidad, que los pone en manos de un familiar y les da seguimiento, tratando de que la situación que padece su madre no les genere ningún trastorno emocional.
El Hogar Esperanza fue patrocinado por la Vicepresidencia de la República, que se ocupó de su equipamiento y de la designación del personal.
La puerta de acceso al área es independiente a la entrada principal de la Unidad de Atención Integral de Violencia de Género, para proteger su identidad y evitar que el conflicto intrafamiliar los afecte.
Los menores son recibidos en una sala habilitada especialmente para ellos.
Inaugurada en abril pasado, por gestión de la fiscal de Mao, Sonia Espejo, el funcionamiento de la Unidad de Atención Integral de Violencia de Género, Intrafamiliar y Delitos Sexuales, es fruto de una alianza esratégica entre la Fiscalía y diversas entidades públicas y privadas.
La fiscal titular logró, mediante acuerdos de cooperación, que la operación de la unidad sea auspiciada por entidades públicas y privadas, que se han comprometido con su funcionamiento, entre las que figuran el obispado de la Diócesis Mao-Monte Cristi, Salud Pública y la Universidad Tecnológica del Cibao (UTESA).
De esa forma cuenta, no solo con personal nombrado por la Procuraduría, sino también con especialistas facilitados por las entidades patrocinadoras. La fiscal Espejo precisó que la médico fue enviada por el INACIF, los secretarios por el obispado, y UTESA, y la enfermera y la psicóloga por Salud Pública.
“Esta unidad ha venido a dar resultados excelentes, y además, era una unidad que la esperaba la provincia”, subrayó la fiscal Sonia Espejo.
La unidad de Atención a víctimas de violencia de género cuenta con 12 áreas. Dispone de una sala de espera independiente para hombres, para evitar que las denunciantes tengan contacto directo con ellos.
En la parte trasera tiene un destacamento policial, con una celda donde permanecen los agresores una vez arrestados.
Nurys Espinal, coordinadora del Centro, explicó que utilizan estrategias para atender a las usuarias, a fin de darles una respuesta rápida y evitar congestionamiento en la unidad.
“Cuando llega una denunciante, la recepcionista nos la pasa, y si hay que mandarla al médico legista para que la revise, de una vez la enviamos, y si es al psicólogo también la enviamos”, explicó. Precisó que la respuesta dependerá de la situación presentada, ya sea ordenar el arresto o la citación del agresor.
Indicó que algunas usuarias han sido remitidas a la casa de acogida del Ministerio de la Mujer, para garantizarles su integridad física y brindarles protección.
Sostuvo que depende del caso, porque ninguno es igual y amerita un trato diferente.
Recordó que anteriormente todas las víctimas de violencia de género tenían que ir al Palacio de Justicia para presentar su denuncia en la Fiscalía, donde estaban expuestas a la prensa y no se protegía su identidad.
“Una usuaria tiene un trato personalizado, si viene con acompañante nosotros las llevamos a un área diferente para que no tengan contacto con el público”, indicó.
Resaltó que se trata de un esfuerzo de la fiscal Sonia Espejo, que se ha preocupado por el buen funcionamiento de la unidad.
“La magistrada se ha fajado a buscar acuerdos con instituciones, aquí nombradas (de la Procuraduría) solo hay tres personas, las demás es mediante acuerdo con instituciones, que pagan ese personal”, señaló Espinal.
DENUNCIAS RECIBIDAS EN LA UNIDAD
La unidad ha recibido 684 denuncias de violencia de género, el cual constituye el principal delito de la provincia Valverde. Nurys Espinal, coordinadora del Centro, puntualizó que reciben cada día entre 10 y 15 denuncias.
Aunque los feminicidios no son tan frecuentes, el año pasado ocurrió uno, pero este año ya van dos.
La instalación de la unidad representó un costo de 2.279 millones de pesos, en un local de 463 metros cuadrados ubicado en la calle Duarte número 241 de la ciudad de Mao.
Cuenta con áreas de recepción de denuncias, salas individuales de espera, para víctimas y agresores, área de recepción de niños, así como oficinas para fiscales.
Dispone de una unidad de trabajo social, de consultas para médicos y psicólogos forenses, y una oficina para el coordinador del Ministerio Público.
Trabaja de 8 de la mañana a cinco de la tarde. El personal de la Unidad y Prevención de la Violencia de la Fiscalía desarrolla programas de prevención en centros de estudios, juntas de vecinos, clubes e iglesias.
Los fiscales asignados a la Unidad han recibido entrenamiento sobre el tema en la Escuela del Ministerio Público.
SONIA ESPEJO
La fiscal de Mao resaltó que la Unidad de Violencia de Género es fruto de una alianza estratégica entre la Fiscalía y varias entidades públicas y privadas, con la cuales ha firmado varios acuerdos de cooperación.
NURYS ESPINAL
La coordinadora de la Unidad destacó el trato especial y personalidzado que brindan a las usuarias y expresó que utilizan estrategias, a fin de dar una rápida respuesta y evitar que haya un congestionamiento en el centro.
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