22 nuevos proyectos, 500 molinos, miles de horas-hombre en logística y transporte, impactarán en sector energético.
El año 2008 fue el de los primeros llamados, iniciando
una curva de aprendizaje que llevó varios años y 2011 fue el año de las
adjudicaciones. En 2012 se comenzaron a vislumbrar los proyectos y 2013
es el año del gran desafío logístico y la construcción de parques. Para
2016, si todo sale como está proyectado, Uruguay será el país del mundo
con mayor porcentaje de energía eólica en su oferta energética.
En estos momentos, hay más de una veintena de proyectos
de parques privados en etapa de autorización o ya en obra, además de
los proyectos en que participa UTE, tanto parques propios como mediante
leasing con operadores privados. A ello debe sumársele el proyecto
anunciado meses atrás en conjunto con Electrobras de Brasil, que se
desarrollará en Colonia.
Serán más de 500 aerogeneradores distribuidos por todo
el territorio nacional, aunque con fuerte prevalencia de la zona sur,
donde las oportunidades de inversión, junto con las características del
viento, han sido determinantes.
La inversión global estimada en el sector supera los 2
mil millones de dólares, según coinciden operadores privados y
representantes de gobierno, respaldados en las cifras de los costos
unitarios de adquirir, montar y poner en marcha cada aerogenerador. Si
bien esta actividad no es muy intensiva en generación de mano de obra,
excepto en la etapa de construcción, un aspecto importante es que no
menos del 25% de esa inversión queda en el país, a través de la
logística, el transporte, montaje y construcción, entre otras
actividades.
Esta cifra puede multiplicarse varias veces si se da el
paso de elaborar algunas de las partes de los aerogeneradores en el
país, segmento de actividad en el cual ya hay varios interesados.
Según Ramón Méndez, Director Nacional de Energía, las
transformaciones globales en materia energética que se están llevando a
cabo, involucran inversiones por 7 mil millones de dólares en los
últimos años, "cinco veces por encima de la inversión promedio de
energía en América Latina en conjunto", subrayó. En ese contexto, el
mayor impacto esperado corresponde a la energía eólica.
Cambio de matriz
La matriz de abastecimiento de energía para la
economía uruguaya se ha caracterizado históricamente por una
participación mayoritaria de energías no renovables, a través del
petróleo y sus derivados, que en líneas generales ha tenido una
participación de entre 50% y 60% del total. En los últimos años, se
observa un aumento en la generación a través de energías renovables y el
papel de la eólica se ha vuelto cada vez más relevante. Ello coincide
con una década de crecimiento ininterrumpido de la economía, lo que ha
tenido su correlato en la demanda de energía, tanto a nivel doméstico
como desde el sector productivo. La demanda energética se expandió a una
tasa promedio anual superior al 6% desde 2004 al presente, y las
proyecciones de la Dirección Nacional de Energía estiman un
comportamiento similar para los próximos años.
Desde 2009 está vigente un decreto que viabiliza
incentivos tributarios específicos para el sector de las energías
renovables, que han sido debidamente aprovechados por agentes locales e
inversores del exterior. La existencia de un régimen fiscal muy
atractivo para la generación eólica, determinó que casi el 80% de los
proyectos promovidos por la Comisión de Aplicación de la Ley de
Inversiones durante el año pasado, correspondiera a este sector de
actividad. A su vez, los capitales invertidos han sido fundamentalmente
del exterior, debido a la magnitud de los proyectos que escapan a la
posibilidad de ser financiados, generalmente, en el mercado local.
Aquellos que cuentan con capitales nacionales, están mayormente
consorciados con compañías del exterior.
Al tope
Según la última programación estacional aprobada a
comienzos de mayo por ADME (Administración del Mercado Eléctrico), una
figura pública no estatal donde están representados el gobierno, los
grandes consumidores y los generadores privados, al primero de enero de
2015 habrá 718,6 megawatts (MW) instalados provenientes de energía
eólica, de acuerdo con la marcha prevista de cada uno de los proyectos.
Al primero de junio de 2015, se estima que se alcanzarán los 1.039 MW;
en enero de 2016, según las proyecciones, serán 1.346 MW conectados a la
red de suministro de UTE.
Teniendo en cuenta que Uruguay consume en promedio,
1.100 MW y que las proyecciones indican que ese promedio se ubicará en
1.200 MW para 2016, se puede afirmar que si en algún momento estuvieran
todos los parques funcionando, se podría cubrir la demanda total del
país con energía proveniente del viento. "En alguna madrugada ventosa de
verano, cerca del 100% de lo que se consuma puede ser cubierto por
eólica", asegura el Director Nacional de Energía. En una instancia así,
"estaríamos reservando toda el agua de las represas y manteniendo todas
las máquinas (térmicas) apagadas, porque no las precisaríamos".
Más allá de esto, se espera que en promedio se pueda
cubrir un 30% de las necesidades con energía eólica, cada año, lo que
pondría a Uruguay como el país con mayor aprovechamiento del viento para
la generación de energía. Vale la pena recordar que actualmente, los
países con mayor desarrollo en la utilización de esta energía, que son
Dinamarca, España y Alemania, satisfacen respectivamente el 20%, el 14% y
el 12% de sus necesidades totales con esa fuente.
Generación actual
En once puntos del territorio nacional se están
comenzando a montar aerogeneradores. Paralelamente, otros diez esperan
la autorización ambiental. Uno más aguarda la autorización de
generación.
Ya se encuentran activos y aportando a la red
eléctrica nacional, los proyectos en Rocha del Grupo Bulgheroni de
Argentina (Agroland y Nuevo Manantial). "Agroland" fue el primero en
entrar en operaciones en marzo 2007, pero con un aporte de tan solo 0,5
MW. En junio de 2008, "Nuevo Manantial" se conectó a la red con un
aporte de 13 MW. En diciembre 2008, próximo a San Carlos, en Maldonado,
se sumó el primer parque de UTE, "Caracoles I" y en junio 2010 entró en
funcionamiento "Caracoles II", que en conjunto generan 20 MW a partir de
10 aerogeneradores. Además, en abril de 2011 se conectó a la red el
proyecto "Magdalena" de Kentilux, 9 aerogeneradores que en conjunto
generan 17,2 MW en la zona de Colonia Wilson, en San José, en una
inversión de capitales nacionales asociados con la multinacional del
sector Ventus. El último en entrar en funcionamiento fue el
aerogenerador montado por la empresa lanera Engraw en Fray Marcos,
Florida, que aporta 1,8 MW.
De esta forma, se alcanzan los 52 MW que a esta
fecha están instalados y conectados a la red eléctrica nacional, con más
de 40 "molinos" sumados al paisaje local.
Contra reloj
Las expectativas oficiales en cuanto al rápido
avance de los proyectos, van acompañadas de las condiciones
contractuales de las últimas adjudicaciones que determinan que todos
quieran comenzar a generar cuanto antes.
En enero de 2011 se hizo la primera adjudicación de
importancia -hubo dos llamados de escaso volumen en 2007 y 2008 con la
intención de "conocer" el mercado-, cuando quedaron en carrera los
proyectos del grupo Eurnekián (Fingano), Impsa (Libertador) y Teyma
(Palmatir). En esa ocasión, el precio al que UTE se comprometió a
adquirir esa energía fue de 84 dólares por cada MW. En el segundo
llamado, en agosto de 2011, se adjudicó a un precio bastante inferior,
de 63,5 dólares el MW. Allí ingresó un proyecto del grupo Otegui (Luz de
Mar), uno de Sowitec (Minas I) y otro de New Energy (Agua Leguas).
El caso es que a estos últimos, se les otorgó un
bono, que les aseguraba que toda la producción que se generara previo a
marzo 2015, en realidad se pagaría a 110 dólares y no 63,5 dólares. Ese
esquema se repitió para un nuevo llamado, a principios de 2012, en el
cual se sumaron varios de quienes habían quedado afuera en instancias
anteriores, e inclusive, algunos de los que ya habían logrado
adjudicaciones, con nuevas iniciativas. Ante esta realidad, es de
imaginar que los procesos de solicitud de autorización y posterior
construcción, están siendo acelerados por sus impulsores.
Sumar valor y mano de obra a proyectos energéticos
Una incipiente implantación industrial en Uruguay
vinculada con la energía eólica puede observarse a través de la
fabricación de las torres de los aerogeneradores. Es el caso de Agua
Leguas, en Peralta, donde las torres se armarán en el lugar, en
hormigón. Con buen tiempo, una torre de hormigón de más de 100 metros
puede erigirse en menos de una semana.
Desde Enercon -fabricante alemán y propietario del
parque bajo la firma New Energy, junto con SEG Ingeniería de Uruguay- se
asegura que las torres de hormigón permiten alcanzar una altura de 108
metros, mayor que las torres de aceroutilizadas principalmente en el
sector. "Este sistema de producción evitará la complejidad y los costos
del transporte" sostiene Juan Ruiz-Jarabo, gerente de Enercon Uruguay.
La ubicación de la planta de producción de torres de hormigón, que se
espera que esté pronta para septiembre, se hará en el mismo predio del
parque y contará con 5.000 metros cuadrados de superficie y una
plantilla total de 145 personas, preferentemente de la zona, al igual
que las empresas proveedoras.
"Las torres de hormigón están planificadas, en
principio para los parques de Peralta, ya que para establecer una
producción a largo plazo es preciso contar con varios parques eólicos en
la misma zona a lo largo de los años, además de incentivos claros para
la creación de un tejido industrial eólico", sostiene Ruiz-Jarabo. Una
vez concluida esta etapa, es probable que la planta se traslade a Brasil
para el montaje de otros parques, mientras aquí no aparezcan nuevas
oportunidades.
Desde la Dirección de Industrias se evalúa la
posibilidad de estimular además la presencia en el país de otras
iniciativas industriales ligadas al complejo eólico, en el área
metalúrgica o mecánica, aunque hasta el momento no existe ningún
proyecto en concreto.
Un desafío logístico para el puerto
Las enormes piezas que componen cada aerogenerador y
que ingresan por el Puerto de Montevideo, han puesto a prueba la
operativa logística combinada, demandando la máxima eficiencia de la
administración pública, aduana, operadores y transportistas.
Un estudio realizado por el experto Santiago Mullin
para una presentación en la Asociación Uruguaya de Energía Eólica,
proyectaba que en febrero 2012 se deberían mover vía puerto y
carreteras, cerca de 5.500 "bultos" en referencia a las piezas de los
aerogeneradores, en el transcurso de dos años y medio. Eso representaba
8-9 bultos por día hábil durante todo el período.
Gonzalo López Roldan, Comercial Ejecutivo de
Montecon, explicó que en estos momentos, hay tres parques eólicos que
están llevando a cabo su desembarque; en total se trata de 71
aerogeneradores, para lo cual se necesitan 3 o 4 buques, por cada caso.
"Es esencial no generar instancias de ejecución
simultánea, pero en algunas ocasiones se ha dado", explica, en
referencia a la necesidad de atender más de una operación de este tipo
al mismo tiempo.
"Nos encontramos en un punto verdaderamente álgido,
un desafío logístico para el puerto de Montevideo", afirmó, ante la
compleja operativa en la que participan la Administración Nacional de
Puertos y los operadores privados.
En Montecon, desde 2008 a la fecha se han
desarrollado las operaciones de descarga de 8 proyectos eólicos, en
total 103 torres -que vienen en secciones de 40 metros de largo- además
de las aspas, las góndolas -donde se insertan las aspas- y las máquinas.
López Roldan sostuvo que muchas veces "las etapas de
adjudicación y puesta en funcionamiento no contemplan la operativa que
demandan desde el punto de vista logístico", lo que hace más complejo el
trabajo.
"Un puerto muy pequeño como el de Montevideo, para
ser productivo tiene que ser muy eficiente, por lo tanto hay que evitar
estadías prolongadas. En este tipo de operativas, con piezas de grandes
dimensiones, es clave ser eficientes en el manejo de las cargas",
subrayó el ejecutivo.
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