Cuando
el empresario Frank Rainieri apostó a que Punta Cana fuera el lugar
predilecto para la explotación turística más extraordinaria e incluyente
del país, lo hizo sabiendo de la abundancia de los recursos naturales
que adornan la zona, donde “Ojos Indígenas” se destaca como uno de los
destinos más visitados en todo Punta Cana y Bávaro.
Es un
escondite y escape al bullicio que se produce en la ciudad, por su
copiosa natura, caracterizada por manglares, con 12 lagunas para la
natación y el río subterráneo, conocido como Yuaga.
La vegetación y los senderos, adoquinados en piedras van diciendo al visitante donde están los manantiales, que en sus lechos, unos se ven azul con los penetrantes rayos solares y otros van cambiando de tonalidad, según se va alejando el sol de las copas de los árboles.
El Yucahú tiene como particularidad que enlaza con otro lago por la vía subterránea, que en su trayecto empujan de rocas en rocas hasta salir a un lago más pequeño.
Dentro del lago hay una aplanada roca, que se asemeja a una terraza, donde los turistas y vacacionistas saltan y bailan la música que brota la naturaleza, representada en el silbato, la pasividad y el aire puro que se toma. Es como una tarima en roca, pero en el lecho del lago de agua cristalina.
Burén es otro de los hermosos lagos del bosque subtropical, rodeado de palma-cana, mangles, gri-gri, almácigo, palo seco y enredaderas, a las que se puede acceder para lanzarse a la azul charca.
Las lagunas naturales del bosque tienen nombres de personajes taínos, que predominaban en la selva oriental de la Isla Hispaniola, y que fueron compilados por el historiador Frank Moya Pons.
Guamú es el lago más grande de 12 que están bajo la protección de la Fundación Puntacana, y donde los excursionistas y científicos que visitan centran su atención, por lo copioso del bosque y lo atractivo que se torna.
Mide hasta unos 20 metros de ancho por 35 de largo y en su escapada subterránea forma un remolino.
La vegetación y los senderos, adoquinados en piedras van diciendo al visitante donde están los manantiales, que en sus lechos, unos se ven azul con los penetrantes rayos solares y otros van cambiando de tonalidad, según se va alejando el sol de las copas de los árboles.
El Yucahú tiene como particularidad que enlaza con otro lago por la vía subterránea, que en su trayecto empujan de rocas en rocas hasta salir a un lago más pequeño.
Dentro del lago hay una aplanada roca, que se asemeja a una terraza, donde los turistas y vacacionistas saltan y bailan la música que brota la naturaleza, representada en el silbato, la pasividad y el aire puro que se toma. Es como una tarima en roca, pero en el lecho del lago de agua cristalina.
Burén es otro de los hermosos lagos del bosque subtropical, rodeado de palma-cana, mangles, gri-gri, almácigo, palo seco y enredaderas, a las que se puede acceder para lanzarse a la azul charca.
Las lagunas naturales del bosque tienen nombres de personajes taínos, que predominaban en la selva oriental de la Isla Hispaniola, y que fueron compilados por el historiador Frank Moya Pons.
Guamú es el lago más grande de 12 que están bajo la protección de la Fundación Puntacana, y donde los excursionistas y científicos que visitan centran su atención, por lo copioso del bosque y lo atractivo que se torna.
Mide hasta unos 20 metros de ancho por 35 de largo y en su escapada subterránea forma un remolino.
Alfombrado
Los
senderos habilitados han sido asaltados por las hojarascas del bosque,
haciendo en los trayectos de las excursiones, a especie de alfombra, que
en tiempo de lluvia, se pegan al calzado, y en el tiempo de sequía,
emiten sonidos chillones, que delatan al caminante.
Aquí se pierde la vista en el bosque, que no permite que el astro rey de la luz, caiga a los alfombrados trillos, muchos de ellos bien diseñados y adoquinados con rocas extraídas del bosque.
Lagunas Guayacán, Guamá, Juey, Yucahú, Turey, Casibajagua, Baruguá y otros, son parte de la excelencia ecoturística en esta vasta región de la República Dominicana.
Es una zona con características extremas de bosques primarios y secundarios, con fauna y flora representativa de la zona.
Aquí se combinan las actividades científicas, recreativas y la conservación de especies. Existen en la reserva unas 500 especies de floras diferentes, con 36 % endémicas de la zona.
Hay una gran cantidad de lagartos y aves migratorias y nativas. En algunos de los manantiales se pueden apreciar cangrejos, hicoteas, camarones y tilapias.
El sendero turístico tiene unos tres kilómetros, donde hay 12 manantiales formados y varios en proceso.
Es un espacio para conocer de la cultura indígena y conocer a plenitud la belleza natural que adorna al Este del país, como oferta ecoturística.
El Parque y Reserva Ecológica Ojos Indígenas es un área protegida privada que pertenece y es operada por la Fundación Ecológica Puntacana.
El bosque subtropical de tierra baja, abarca 1,500 acres de tierra dedicadas a la conservación, investigación científica y recreación.
Al recorrer el lugar, el visitante puede apreciar exposiciones que van describiendo la historia natural y cultural de la isla.
Entre sus vistosos y contagiantes atractivos cuenta con una granja de mascotas con animales domesticados, típicos de República Dominicana desde la época colonial.
Tiene bancos de iguanas y exposiciones de caña de azúcar, que hacen rememorar la época colonial.
Unas 12 lagunas naturales de agua fresca, hacen más luminoso el lugar al ojo humano, que no está acostumbrado a ver tantos recursos concentrados en un solo lugar.
Tres lagunas de las 12 que brillan en la zona, pueden ser utilizadas por los visitantes para nadar.
El nombre le viene por una creencia taína, que veían las lagunas como ojos, por su redondez.
“Ojos Indígenas”, más que un Parque y Reserva Ecológica, es una escuela de la naturaleza, donde el visitante aprende en cada movimiento que da.
Es un lugar privado especial, para los turistas nacionales y extranjeros que pernoctan en las instalaciones hoteleras de Punta Cana Resort & Club.
Aquí se pierde la vista en el bosque, que no permite que el astro rey de la luz, caiga a los alfombrados trillos, muchos de ellos bien diseñados y adoquinados con rocas extraídas del bosque.
Lagunas Guayacán, Guamá, Juey, Yucahú, Turey, Casibajagua, Baruguá y otros, son parte de la excelencia ecoturística en esta vasta región de la República Dominicana.
Es una zona con características extremas de bosques primarios y secundarios, con fauna y flora representativa de la zona.
Aquí se combinan las actividades científicas, recreativas y la conservación de especies. Existen en la reserva unas 500 especies de floras diferentes, con 36 % endémicas de la zona.
Hay una gran cantidad de lagartos y aves migratorias y nativas. En algunos de los manantiales se pueden apreciar cangrejos, hicoteas, camarones y tilapias.
El sendero turístico tiene unos tres kilómetros, donde hay 12 manantiales formados y varios en proceso.
Es un espacio para conocer de la cultura indígena y conocer a plenitud la belleza natural que adorna al Este del país, como oferta ecoturística.
El Parque y Reserva Ecológica Ojos Indígenas es un área protegida privada que pertenece y es operada por la Fundación Ecológica Puntacana.
El bosque subtropical de tierra baja, abarca 1,500 acres de tierra dedicadas a la conservación, investigación científica y recreación.
Al recorrer el lugar, el visitante puede apreciar exposiciones que van describiendo la historia natural y cultural de la isla.
Entre sus vistosos y contagiantes atractivos cuenta con una granja de mascotas con animales domesticados, típicos de República Dominicana desde la época colonial.
Tiene bancos de iguanas y exposiciones de caña de azúcar, que hacen rememorar la época colonial.
Unas 12 lagunas naturales de agua fresca, hacen más luminoso el lugar al ojo humano, que no está acostumbrado a ver tantos recursos concentrados en un solo lugar.
Tres lagunas de las 12 que brillan en la zona, pueden ser utilizadas por los visitantes para nadar.
El nombre le viene por una creencia taína, que veían las lagunas como ojos, por su redondez.
“Ojos Indígenas”, más que un Parque y Reserva Ecológica, es una escuela de la naturaleza, donde el visitante aprende en cada movimiento que da.
Es un lugar privado especial, para los turistas nacionales y extranjeros que pernoctan en las instalaciones hoteleras de Punta Cana Resort & Club.
Gavilán de la Hispaniola
El
Gavilán de la Hispaniola es el ave más protegida por estar en
extinción, y la Sociedad Ecológica Puntacana ha logrado incentivar o
multiplicar la especie.
Al día de hoy, hay una población de más de 50 ejemplares, con siete pares en plena capacidad reproductiva.
Jake Kheel, director de la Fundación Ecológica Puntacana, quien acompañó al equipo de Diario Libre en el recorrido a la reserva natural, dice que al ritmo que va la reproducción, pronto habrá gavilanes para regalarle a otras zonas del país.
Explicó que para su conserva han tenido que invertir en las redes eléctricas de la zona, donde se asientan y morían electrocutados.
Hay un área o punto específico donde es liberada la gigante ave, que es un biocontrolador por excelencia, y que está en peligro de extinción, porque es atacado por cazadores inescrupulosos.
Al día de hoy, hay una población de más de 50 ejemplares, con siete pares en plena capacidad reproductiva.
Jake Kheel, director de la Fundación Ecológica Puntacana, quien acompañó al equipo de Diario Libre en el recorrido a la reserva natural, dice que al ritmo que va la reproducción, pronto habrá gavilanes para regalarle a otras zonas del país.
Explicó que para su conserva han tenido que invertir en las redes eléctricas de la zona, donde se asientan y morían electrocutados.
Hay un área o punto específico donde es liberada la gigante ave, que es un biocontrolador por excelencia, y que está en peligro de extinción, porque es atacado por cazadores inescrupulosos.
Fundación Puntacana
El
manejo y cuidado de la reserva está cargo y responsabilidad de la
Fundación Ecológica Puntacana, institución que coordina las excursiones a
esta joya de la naturaleza en el este.
Los viajes parten de la Fundación Puntacana, donde se podrá conocer el Jardín Frutal, algo excepcional.
Conocer el lugar es realmente viajar a un fascinante tour ecológico, donde se conoce sobre la historia cultural de la isla Hispaniola y se inhala aire puro, que es el componente más importante de la excursión.
Los viajes parten de la Fundación Puntacana, donde se podrá conocer el Jardín Frutal, algo excepcional.
Conocer el lugar es realmente viajar a un fascinante tour ecológico, donde se conoce sobre la historia cultural de la isla Hispaniola y se inhala aire puro, que es el componente más importante de la excursión.
El trapiche
En
el recorrido también se conoce la exposición de caña de azúcar, donde
se explica en un típico trapiche, la forma antigua como se extraía el
jugo de la caña. Es una experiencia única, que el visitante no puede
dejar de vivir en Punta Cana.
También, en la estadía se puede conocer un proyecto de lombricultura y apicultura de la Fundación Ecológica Puntacana, cuyo abono es utilizado en las zonas agrícolas de la zona.
También, en la estadía se puede conocer un proyecto de lombricultura y apicultura de la Fundación Ecológica Puntacana, cuyo abono es utilizado en las zonas agrícolas de la zona.
“El Americano”
Hace
tres años apareció en el bosque un pato casero, sin que nadie sepa si
llegó volando o si fue llevado por alguien, pero que se ha convertido en
una verdadera atracción turística en el bosque.
Le han puesto “El Americano” por su blanquecino plumaje y patas rojas.
La simpática pero solitaria ave, en cuanto ve personas, corre a sus pies como una forma de ganar amistad y cariño en medio del bosque.
Su fama es tan elevada que muchos turistas realizan fotos y filmes dándole de comer en una plataforma de madera, que sirve de observación y para lanzarse al manantial.
Cuando visite Punta Cana no deje de visitar a Ojos Indígenas para que pueda abrazarse a la naturaleza y conocer la historia de “El Americano”, el solitario pato que ha ido ganando fama internacional.
Le han puesto “El Americano” por su blanquecino plumaje y patas rojas.
La simpática pero solitaria ave, en cuanto ve personas, corre a sus pies como una forma de ganar amistad y cariño en medio del bosque.
Su fama es tan elevada que muchos turistas realizan fotos y filmes dándole de comer en una plataforma de madera, que sirve de observación y para lanzarse al manantial.
Cuando visite Punta Cana no deje de visitar a Ojos Indígenas para que pueda abrazarse a la naturaleza y conocer la historia de “El Americano”, el solitario pato que ha ido ganando fama internacional.
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