En 2012, Dragon se convirtió en la primera nave privada que transportó un cargamento hasta la Estación Espacial Internacional. SpaceX lleva tiempo trabajando
en una segunda versión que también sea capaz de llevar personas al
espacio. Hoy podemos ver un poco más de su interior y es impresionante.
Lejos de la complejidad de una Soyuz, llena de botones y palancas, el interior de Crew Dragon parece sacado una película de sci-fi
en la que ser astronauta consiste en sentarse y disfrutar de las
vistas. De hecho tiene cuatro ventanas para observar la Tierra, la Luna y
el resto del Sistema Solar desde la comodidad de los asientos, hechos
de fibra de carbono y tapizados con Alcantara:
Las
pantallas que vemos en el vídeo proporcionan información en tiempo real
del estado de la Crew Dragon: desde la posición actual y los posibles
destinos hasta los niveles ambientales de su interior.
La nave es
autónoma, pero tanto los astronautas que vayan a bordo como el centro de
control de SpaceX en la Tierra podrán controlarla. Si algo sale mal,
hay un sistema de escape para transportar a sus habitantes a un lugar
seguro.
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