Tener hipo por diez minutos es incómodo, pero vivir con él por casi tres años es fatal.
Un 20 de enero del año 2013, con 19 años de edad, Yaritza Morrobel Feliz,
ha tenido que aguantar un hipo, que le ha provocado desmayo, le ha
reducido la visión del ojo izquierdo y hasta ha vomitado la sangre.
El Movimiento convulsivo involuntario ha
provocado que deje la escuela, debido a que tampoco puede salir lejos
de la casa. Algunas veces se le ha ido el habla, la respiración se
reduce a tal punto que en ocasiones la han llevado de emergencia a un
centro de salud para suministrarle oxígeno porque ha perdido el
conocimiento.
En este caso, varios medicamentos le han
sido suministrados, el último fue suspendido porque le provocaba
taquicardia. Su madre, ha vendido y empeñado todo para cubrir los costos
de salud de su amada, sin casa, ni empleo, viviendo de la solidaridad
de la familia y los amigos, solicita al presidente Danilo Medina su rostro humano.
Una joven con las condiciones
excepcionales, en la flor de su juventud, su sueño es ser modelo
profesional y aunque su sonrisa dibuja la felicidad en su rostro, tiene
temor de perder la vida.
Madre e hija luchan en contra de un hipo que se sabe el día en que le llego este mal, pero no tienen idea cuando sanará.
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