El animal
forma parte, cómo no, de una campaña de marketing. La cadena de
restaurantes australiana (especializada en pollo, por cierto) la
mantendrá en su puesto hasta que logre escribir una palabra de cinco
letras que esté en el diccionario. De momento solo ha sabido teclear
“bum” (trasero). Cuando Betty logre su objetivo habrá logrado entrar en
el libro Guinnes de los Récords.
La manera
de teclear de Betty es bastante poco ortodoxa. Simplemente le han
instalado un teclado en el suelo de su jaula, y el animal escribe al
pasar sobre él o picotearlo, aunque hay que reconocer que lo hace con
notable brío. De vez en cuando un ayudante humano se encarga de enmarcar
las frases del ave para que podamos compartirlas en Facebook o de
publicar vídeos sobre su entrenamiento.
Estos son algunos de los pensamientos más profundos de Betty, que ya le han valido tener más de 4.000 seguidores. [Chicken Treat vía Time]
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