Los autos de Fórmula 1 alcanzan velocidades extremas en carreras que duran más de una hora, por lo que la tecnología usada en sus frenos debe ser excepcional. El proceso de prueba de estos sistemas demuestra cómo los discos alcanzan temperaturas muy altas, poniéndose al rojo vivo.
Y es que no
es fácil disminuir la velocidad de un automóvil que se desplaza a más
de 300 kilómetros por hora, y mucho menos detenerlo. Por esto la empresa
italiana Brembo, responsable de hacerle los frenos a algunas de las
escuderías que participan en el torneo mundial de la Fórmula 1, quiso
mostrar al mundo en un vídeo de menos de un minuto, cómo son las pruebas
rigurosas que se le hacen a los sistemas de frenos, y las condiciones
que alcanzan.
La rueda
del auto gira tan rápido que al momento de que el freno lo toca y
detiene sus revoluciones, el disco alcanza temperaturas extremas y se
tiñe de un color naranja que solo significa una cosa: “esto está
hirviendo”. Y aún así, estos frenos están diseñados para, al menos
durante una carrera, resistir sin problemas y detener al auto desde los
300 Km/h hasta los 0 Km/h, cuantas veces sea necesario.
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