Los fabricantes tienen que hacer auténticas
piruetas para calzar toda la electrónica dentro de un dispositivo
pequeño y eso lo hace difícil de reparar. Siguiendo ese hilo de
pensamiento, un dispositivo más grande debería ser más fácil de reparar
¿no? El nuevo iPad Pro demuestra que esa teoría no funciona.
Los especialistas de iFixit ya han puesto sus manos sobre la nueva
tableta gigante de Apple. De su autopsia han extraído varias
conclusiones. La primera es que es un poco más fácil de reparar que el
iPad Air 2, pero sigue siendo un auténtico incordio para los servicios
técnicos. iFixit le da una nota final de 3 sobre 10, solo un punto por
encima del iPad Air 2.
0 Comentarios