Es una escena cada vez más habitual: poner la tele
en verano y ver con impotencia cómo se desatan incendios forestales
intensos y descontrolados. La triste tendencia se debe a múltiples
factores: el cambio climático, la sequía, las invasiones de especies
exóticas... y a que ya no hacemos fuegos controlados para dominar el
ecosistema.
En la Universidad de Nebraska-Lincoln dicen que la solución son los
drones. Un equipo de investigadores está utilizando estos pequeños
vehículos aéreos para luchar contra especies de árboles invasoras como
el Cedro Rojo del Este, una de las mayores amenazas ecológicas de las
llamadas Grandes Llanuras en Estados .
Para ello han diseñado un cuadricóptero que dispara pequeñas bolas
incendiarias. La tecnología les permite iniciar fuegos controlados y
monitorizar la zona a través de una cámara montada en el dron. La idea
es proporcionar una herramienta eficiente y de bajo riesgo para
controlar incendios, todo lo contrario que los helicópteros que usan las
agencias forestales.
Las bolas tienen el tamaño de pelotas de ping pong y están rellenas
de permanganato de potasio en polvo. Justo antes de ser disparadas, el
dron inyecta glicol líquido en las bolas, que se prenden fuego por
reacción química de 10 a 45 segundos después.
Estos drones han demostrado ser muy precisos a la hora de disparar
las bolas de fuego, y pueden ser programados para no adentrarse en
ráfagas de viento. Sus creadores imaginan enjambres de drones disparando
bolas de fuego. [UNL vía Engadget]
0 Comentarios