Dicen que no se pueden matar mosquitos a
cañonazos, pero en China la contaminación es tan grave que han vuelto a
sacar a la calle unos cañones industriales especiales para tratar de
paliar la situación. No es la primera vez que utilizan esa técnica. Así
funciona.
Los cañones de niebla son un equipamiento de uso común en algunas industrias cuya actividad produce muchas partículas en suspensión como las cementeras o las canteras a cielo abierto. El principio por el que funcionan es simple. Se trata de turbinas que nebulizan un caudal de agua y lo proyectan al aire.
Las diminutas gotas de agua de esta niebla se adhieren a las partículas contaminantes y las hacen demasiado grandes como para que puedan ser respiradas y causar daño a los pulmones. El equipo no provoca lluvia sobre las áreas en las que trabaja ni interrumpe el tráfico o la actividad cotidiana.
Desde que la contaminación en el norte de China comenzó a ponerse realmente mal, empresas como Hunan Jiujiu Mining Safety Equipment están haciendo su agosto vendiendo este tipo de equipamiento para limpiar el aire. Según Quartz, cada unidad móvil de este tipo cuesta en torno a llos 84.000 euros (93.000 dólares). Las unidades fijas son considerablemente más baratas.
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