
Corea del Norte aseguró haber detonado con éxito este peligroso explosivo, y se jactó de que tuvo una potencia de 250 megatones, cinco veces más del máximo histórico alcanzado por la URSS en 1961

Los ataques del 6 y 9 de agosto de 1945 sobre Hiroshima y Nagasaki se realizaron con bombas de uranio. Tuvieron una potencia de 13 kilotones.
Con
el tiempo, estas armas se fueron perfeccionando, aumentando su poder de
destrucción. El primer avance en este sentido fue la bomba de plutonio. Pero el verdadero salto se produjo con el uso del hidrógeno, la bomba H, también conocida como termonuclear.
A
diferencia de las anteriores, no explota a partir de la fisión
(escisión) de núcleos, sino de la fusión (unión). Concretamente, de isótopos de hidrógeno.
Este proceso requiere una inmensa cantidad de energía, razón por la
cual, estas armas incluyen una bomba de fisión que opera como iniciador
de la fusión posterior.
La H es tan temida porque su capacidad destructiva la ubica en otro nivel.
Ya no se habla de kilotones en este caso, sino de megatones. La primera
detonarse exitosamente fue Ivy Mike, el 1 de noviembre de 1952, en las
Islas Marshall. La prueba, realizada por Estados Unidos, alcanzó los 10
megatones.
Dos años después, en el mismo lugar,
se lanzó Castle Bravo, que llegó a los 15 megatones, la más potente de
la historia del país y, hasta ese momento, de la humanidad.
Pero la que rompió todos los récords fue la Bomba del Zar,
detonada por la Unión Soviética el 30 de octubre de 1961, en Nueva
Zembla. Su poder se calcula en 50 megatones, 3.800 veces más que las que
arrasaron con Hiroshima y Nagasaki.
La amenaza de Corea del Norte
"La
primera prueba de bomba de hidrógeno de la República de Norcorea fue
realizada con éxito a las 10:00 (01:30 GMT) del 6 de enero de 2016,
fundada en la determinación estratégica del Partido de los
Trabajadores", aseguró este miércoles en un comunicado la agencia
oficial de noticias Korea Central News Agency.
Según
el documento, tuvo una potencia de 250 megatones, cinco veces más que
la del Zar. Si fuera cierto este dato, que no fue corroborado por ningún
otro país, las consecuencias para la estabilidad mundial serían
funestas. La idea de que un régimen tan oscuro como el de Kim Jong-un
tenga un poder de destrucción semejante aterra.
Sin
embargo, expertos de distintos países tienen serias dudas en la
veracidad de esos dichos. Hay muchos puntos a considerar. El principal
es que las pruebas nucleares realizadas por Corea del Norte en 2013, que sí fueron corroboradas, tuvieron un poder de sólo 6 kilotones, por debajo de las primeras bombas de uranio. No parece probable que en tres años puedan haber escalado a 250 megatones.
Por
eso, muchos creen que el régimen no detonó ningún arma termonuclear,
sino una mucho más rudimentaria. Considerando que el viernes es el
cumpleaños (probablemente el número 33) de Kim, no sería extraño que
ésta sea una maniobra publicitaria más para engrandecer su figura.
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