
Respiración sincronizada, masajes y miradas profundas son algunos de los ingredientes que propone el tantra
Para disfrutar del sexo (y de la vida entera) hay que darse
tiempo y estar en el presente. Ser conscientes. De eso se trata el
tantra. La palabra deriva de "tantori" que significa"tejido" o
"entramado". En sánscrito, lengua antigua de la India, también significa
"extender" o "expandir".

1. Respiración
Esto
es fundamental. La idea es lentificar la respiración. Para eso hay que
inhalar con profundidad, y luego exhalar lentamente. Después, hay que
buscar sincronizar la respiración con la de la pareja. Para esto, tienen
que llevar, cada uno, las manos hasta el corazón del otro y establecer
un ritmo que permita intercalar inspiración con exhalación. Esto es que
cuando uno tome aire el otro lo largue.
Todo esto se debe hacer mientras se miran profundamente.
2. Masajes
Después
de establecer esa primera conexión desde la mirada y la respiración,
llega el momento de los masajes. Lo harán por turnos. Primero uno es el
que da y el otro el que recibe. A continuación alternarán los roles. Se
deben untar aceite aromático por todo el cuerpo y comenzar a masajear el
cuerpo comenzando por los pies, para ir subiendo por piernas, vientre y
brazos. Las zonas erógenas deben quedar para el final. El masaje no debe ser solo con las manos sino con todo el cuerpo: el vientre, los antebrazos y lo que la imaginación habilite.
3. Habitar el presente
Es
clave poder estar en el presente. Uno de los desafíos más grandes para
la mente, que siempre suele fugarse al pasado o el futuro. Para
disfrutar de un encuentro pleno hay que poder estar ahí de forma
completa, con cuerpo, alma y mente. Un secreto para poder sostener la atención en el momento es centrarse en la respiración y no dejar de mirarse durante el encuentro.
4. Largar la voz interior
Hay
que hacerse oír. Si surgen gemidos y gritos, hay que dejarlos rodar sin
límites. Los sonidos llevan una carga energética muy importante. Es
placentero para uno y para el otro que disfrutará de oír gozar al
compañero. El sexo es mejor cuando se experimenta con todos los sentidos.
5. Silenciar los prejuicios
Es fundamental dejar ir los miedos. El encuentro sexual no es el momento para emitir juicios. Hay que centrarse en disfrutar del momento y darle rienda suelta a la imaginación. Dejar ir los pensamientos confusos y poner toda la energía en el disfrute.
6. Besos que matan (de placer)
El
beso es otra instancia de encuentro íntimo y profundo. Puede ocurrir en
cualquier momento del encuentro y no hay recetas especiales. Como todo
en el tantra, lo más importante es hacerlo con total conciencia.
7. Sin apuros por llegar al final
Uno
de los objetivos del tantra es expandir el placer. Por eso, la idea es
dilatar el momento del orgasmo. Cuando esté por llegar, uno puede
detenerse, respirar y reencontrase, una vez, en la mirada del otro para
luego retomar. Si alguno de los dos alcanza el clímax antes no es
problema. Se trata de ir aprendiendo de a poco y de disfrutar el
proceso. Sobre todo de eso: disfrutar.
0 Comentarios