El Gran Premio de China de fórmula uno, que se
disputará hoy, domingo, en el circuito internacional de Shanghái,
promete emoción con un Nico Rosberg (Mercedes) que logró su primera
“pole” de 2016 y podría firmar su tercera victoria en tres carreras este
año.
Su compañero de escudería Lewis Hamilton, vigente campeón, saldrá último por una avería.
Ese será el aliciente más impredecible de la carrera de mañana, ya que el británico ha prometido dar guerra a todo el mundo, e incluso recordó cómo en 2014 llegó a ganar en Hungría saliendo, como mañana, en el último puesto.
Hamilton alardeó hoy de que sin duda mañana puntuará como poco, confiado en su destreza al volante y en la superioridad de potencia de su Mercedes, en un circuito que cuenta con dos de las rectas más largas del campeonato, incluida la mayor, de 1,17 kilómetros, lo que le pondrá fácil adelantar a menudo.
Eso supone adelantar como poco a media parrilla, pero el británico no parece tener dudas al respecto.
Más prudente se mostró el propio Rosberg, que, aunque saliendo el primero -como hizo también en Shanghái en 2012, cuando firmó la primera “pole” y la primera victoria de su carrera en la Fórmula 1, acompañado en Mercedes por Michael Schumacher-, no perdió de vista que los Ferrari estuvieron a su altura en las prácticas del viernes.
Si consigue mantener su posición durante toda la carrera, Rosberg consolidaría su liderazgo del Mundial con la extensión de su marca perfecta hasta la fecha: sería su tercera victoria en tres carreras, quién sabe si un anticipo de que, de seguir así toda la temporada, éste podría ser el año de su Mundial, por delante de Hamilton.
Su compañero de escudería Lewis Hamilton, vigente campeón, saldrá último por una avería.
Ese será el aliciente más impredecible de la carrera de mañana, ya que el británico ha prometido dar guerra a todo el mundo, e incluso recordó cómo en 2014 llegó a ganar en Hungría saliendo, como mañana, en el último puesto.
Hamilton alardeó hoy de que sin duda mañana puntuará como poco, confiado en su destreza al volante y en la superioridad de potencia de su Mercedes, en un circuito que cuenta con dos de las rectas más largas del campeonato, incluida la mayor, de 1,17 kilómetros, lo que le pondrá fácil adelantar a menudo.
Eso supone adelantar como poco a media parrilla, pero el británico no parece tener dudas al respecto.
Más prudente se mostró el propio Rosberg, que, aunque saliendo el primero -como hizo también en Shanghái en 2012, cuando firmó la primera “pole” y la primera victoria de su carrera en la Fórmula 1, acompañado en Mercedes por Michael Schumacher-, no perdió de vista que los Ferrari estuvieron a su altura en las prácticas del viernes.
Si consigue mantener su posición durante toda la carrera, Rosberg consolidaría su liderazgo del Mundial con la extensión de su marca perfecta hasta la fecha: sería su tercera victoria en tres carreras, quién sabe si un anticipo de que, de seguir así toda la temporada, éste podría ser el año de su Mundial, por delante de Hamilton.
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