Esta se manifiesta como una especie de síndrome que sufren los resentidos sociales y económicos, la cual se convierte en furia que se descarga como frustraciones sobre sus semejantes o con alguien que ellos envidian. No porque tengan más bienes materiales que ellos, sino por tener más talento, carisma o cualquier otra virtud; por lo cual hayan resaltado socialmente en una determinada comunidad o en cualquiera de sus ámbitos.
Estas frustraciones suelen reflejarse de mil maneras, pero todas tienen un denominador común y es que en la mayoría de los casos van cargadas de envidia y mediocridad. La envidia tiene un doble efecto negativo para quien la practica, el cual sufre sus fracasos, pero también la prosperidad de sus semejantes. La mediocridad es toda práctica artera de los pobres de espíritu aunque estos tengan algunos bienes materiales, los cuales no los pueden disfrutar a plenitud por padecer hambre social, la cual no se sacia con alimentos comunes.
Siempre usan como estrategia crear blancos de críticas ante sus presas, en cualquier corrillo o escenario público, esto así para tratar de ocupar la atención y no dejar espacio para que observen sus faltas o vicios que pongan al descubierto su actitud malvada o historial delictivo.
Estos individuo al no tener ningún criterio pese a que en algún renglón de su vida productiva hayan tenido cierto tipo de éxito, pero lo que padecen emocionalmente hablando los lleva a perder la vergüenza y en cualquier momento sufren la metamorfosis del camaleón social, estos cambian en cualquier momento si ven que puede peligrar lo único que han podido lograr en su vida y son capaces de arrastrarse ante quien en algún momento lo maltrataron con todo el peso de la maledicencia.
Casi siempre estas personas en su forma de vida son un desastre emocional y socialmente al no poder cultivar entornos amistosos con cierto grado de sinceridad y familias con formación sana, porque al final debemos entender que existe lo DIVINO, como tu mides te miden y como tu da de la misma forma recibe.
Mi reflexión en estas situaciones es sacar cosas positivas de cada experiencia vivida, en estos casos mi recomendación es: nunca accionar contra ellos. Pero sí reaccionar, por la razón de que, sí te pones débil, te vencen los mediocres. Ellos no ganan, pero tu pierdes, porque el que practica esas malas artes en la vida nunca será un ganador. Algunos son tan pobre, tan pobre!!!! Que lo único que alcanzan a tener es dinero.
Recomendación nunca se rindan por adversas que puedan ser las circunstancias, porque sí eres de pensamientos noble y de estirpe de ser humano bueno, nadie te vencerá. Porque Dios siempre ópera al frente de los que son justos y limpios de pensamiento y corazón.
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