Sus últimas publicaciones y su aparición en la pasarela de la Semana de la Moda de Nueva York demuestran que Irina Shayk está más en forma que nunca. La supermodelo también sale a pasear por la Gran Manzana con conjuntos que dejan al descubierto un vientre plano ultratonificado que trabaja con una disciplina que adoran Meghan Markle, Gwyneth Paltrow o Sara Carbonero. Además de la sauna con la que se llegan a quemar hasta 600 calorías en una sola sesión, Irina ha declarado recientemente en qué consiste el entrenamiento con el que se mantiene así de espectacular. Para conseguirlo, combina ejercicios cardiovasculares con el Pilates, una rutina que practica siempre que tiene un rato libre.
Con la sencillez que la caracteriza y que la lleva a asegurar que no se siente una supermodelo, Shayk admite que no le gusta hacer cardio -el tipo de entrenamiento que se recomienda para quemar grasa y mejorar la capacidad cardiovascular- pero que se obliga a practicarlo porque sabe que después se siente mucho mejor. En cuanto al Pilates, la rusa lo ha elegido por comodidad: “Lo llamo el entrenamiento para perezosas, porque te tumbas”, bromea Irina con E! Online. A pesar de que la mayor parte de los ejercicios -que pueden realizarse con máquinas o sin ellas- se realizan en posición horizontal, si están bien ejecutados, consiguen hacer sudar. La práctica requiere concentración para controlar la respiración, una condición que ayuda a relajar la mente al tiempo que se tonifica de forma global el cuerpo.
La zona abdominal es la que más se ejercita y en la que antes se notan los resultados; a medio plazo, la espalda, los brazos y el resto del cuerpo comienzan a ganar en fuerza y resistencia. Otra de las ventajas del Pilates es que se reduce el riesgo de lesiones articulares en comparación con otros deportes de mayor impacto, y también estiliza la figura porque los músculos se estiran con cada movimiento.
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