El consumo de marihuana de manera recreacional, en mayores de 21 años, ya es legal en el estado de Nueva York.
Como estaba previsto este martes en Albany, la mayoría demócrata del Senado de Nueva York aprobó la Ley de Regulación e Impuestos sobre la Marihuana (MRTA), la cual establecerá una nueva oficina para la regulación del cannabis, despenaliza su uso en adultos y marca el inicio de planes de alivio para las minorías raciales que fueron más afectadas cuando su posesión para uso personal era castigada por la justicia.
Uno de los impactos inmediatos de la normativa, patrocinada por la senadora de Manhattan Liz Krueger, es que se borrarán los record criminales de quienes fueron sometidos en el pasado a procesos judiciales, por poseer las denominadas “dosis personales”.
¡Pero atención!, este histórico paso legislativo no significa que ya no existirán sanciones penales por posesión y venta ilícitas de la hierba, tampoco que todos tendrán la libertad de hacer cultivos domésticos.
De acuerdo con el nuevo texto legal, se considerará una violación sujeta a sanciones poseer más de tres onzas de flor o 24 gramos de cannabis concentrado. Y escalan a cometer un delito mayor de Clase D, quienes tengan más de 10 libras de flor o cuatro libras de cannabis concentrado.
Las sanciones por venta comienzan como una infracción por la comercialización ilegal, de cualquier peso de cannabis y se elevan a un delito mayor de Clase C por la venta ilegal de más de 100 libras de flor o cannabis concentrado.
“Hemos llegado a un gran acuerdo que pone en primer plano la justicia racial, mientras equilibra la seguridad con el crecimiento económico, fomentando nuevas negocios, disminuyendo significativamente el mercado ilegal”, acotó Krueger frente a las dudas presentadas por la bancada republicana, la cual se opuso a la aprobación de la controversial legislación que tenía siete años trancada en los pasillos de la Asamblea Estatal.
!Si fumas, no manejes!
La legislación que contó con la resistencia de la minoritaria bancada republicana, bajo el argumento prinicipal de que significa un problema potencial de seguridad vial, también incorpora la “discapacidad por el uso de cannabis”, en la misma línea de infracciones por conducir en estado de ebriedad en las vías de Nueva York.
Hay otro punto destacable en la normativa, que deberá ahora ser ratificada y firmada por el gobernador Andrew Cuomo, y es que el olor a cannabis dentro de un vehículo se puede utilizar como motivo para sospechar que un conductor está intoxicado. Pero se prohíbe la señal de su olor como justificación para hacer requisas profundas en un automóvil.
Por su parte, el senador republicano Fred Akshar, un ex alguacil del condado de Broome, se opuso rotundamente a que la ley pasara este martes.
En el candente debate, el legislador confrontó a la bancada demócrata, citando informes que precisan que en estados en donde se ha avanzado en leyes similares, como Colorado y Washington, la tasa de fatalidad y de accidentes de tránsito ha aumentado de manera considerable.
“Yo estoy aqui en nombre de millones de familias neoyorquinas que se oponen a esta ley peligrosa, que no está tomando en cuenta muchos riesgos en cuanto a la salud mental, y las consecuencias negativas en nuestros niños y jóvenes. No es una opinión política. Es el resultado del análisis de lo que padecen otros estados”, retó Akshar.
¿Cuántas plantas en casa?
El MRTA permite a las personas tener cultivos domésticos de plantas de cannabis, pero esto no significa que cualquiera podrá de manera individual tener cultivos extensos.
La nueva legislación solo permite un número máximo de seis plantas maduras y seis inmaduras, para un total de doce plantas. Independientemente de la cantidad de plantas que tengan, existe un límite máximo de posesión de cinco libras residenciales para las personas. Cada condado podrá crear regulaciones especiales sobre el cultivo doméstico, aunque no podrán prohibirlo.
La líder de la mayoría del Senado, Andrea Stewart-Cousins defendió el nuevo texto legal asegurando que todos los puntos sensibles fueron “abordados correctamente”.
“Las disparidades raciales que han plagado la respuesta de nuestro estado al uso y distribución de marihuana, así como garantizar la seguridad pública, se mantienen en una línea equilibrada”, explicó Stewart.
Ahora Nueva York empezará a crear el marco para una industria regulada que reemplazará al mercado ilegal y al mismo tiempo evitará que las grandes empresas dominen el mercado.
Además, esta legislación establecerá programas que proporcionarán préstamos y programas de incubadoras para garantizar oportunidades de participación en la nueva industria a personas de comunidades que se han visto afectadas de manera desproporcionada por la prohibición de la marihuana. Así como los pequeños agricultores.
¿Cuándo? ¿Cómo? ¿Dónde?
- Los adultos mayores de 21 años podrían poseer y comprar productos de marihuana de minoristas autorizados, que se espera se lancen en 2022.
- De inmediato, no habría sanciones por la posesión pública de hasta tres onzas de cannabis o 24 gramos de concentrados de marihuana. Y las personas podrían almacenar hasta cinco libras de cannabis en casa.
- Las personas con condenas por actividades relacionadas con la marihuana, que ahora están legalizadas bajo la legislación, tendrían sus registros borrados automáticamente. Por su puesto, eso no implicará felonías asociadas con tráfico u otros delitos asociados.
- Se creará un sistema de licencias para cultivadores comerciales, procesadores, distribuidores, minoristas, cooperativas y viveros, con prohibición de integración vertical excepto para microempresas organizado por una nueva junta estatal para la industria del cannabis.
- Se permitirían los sitios de consumo social y los servicios de entrega, dependiendo de las leyes aprobadas por cada condado.
- 14 estados del país han aprobado la legalidad del consumo de marihuana por razones recreativas en adultos.
- $350 millones anuales en ganancias dejará a las arcas del estado la nueva industria legal de la marihuana.
- 50% de las licencias comerciales de marihuana se expedirán a solicitantes de “comunidades afectadas de manera desproporcionada por la aplicación de la prohibición del cannabis”, así como empresas propiedad de minorías y mujeres, veteranos discapacitados y agricultores con dificultades económicas.
- 9% será impuesto estatal por la venta del producto, más un impuesto local adicional del 4%.
- 0,5 centavos por miligramo de flor, 0,8 centavos por miligramo de cannabis concentrado y 3 centavos por miligramo de comestibles, serán los impuestos que deberán pagar los distribuidores.
En números: Una nueva industria
Los legisladores llegaron a un acuerdo a última hora del sábado para legalizar la venta de marihuana recreativa en Nueva York. La Asamblea Estatal y el Senado Estatal votarán la legislación la próxima semana. Al menos otros 14 estados ya permiten a los residentes comprar marihuana para uso recreativo y no sólo medicinal.
A pesar de que las iniciativas anteriores en Nueva York para aprobar su uso recreativo habían fracasado en los últimos años, los demócratas, que ahora tienen una mayoría a prueba de veto en la Legislatura estatal, han hecho de su aprobación una prioridad este año, y la administración del gobernador demócrata Andrew Cuomo ha estimado que la legalización podría aportar al estado unos USD 350 millones anuales.
“Mi objetivo al llevar a cabo esta legislación siempre ha sido poner fin a la aplicación racialmente dispar de la prohibición de la marihuana que ha cobrado un precio tan alto en las comunidades de color en todo nuestro estado, y utilizar la ganancia económica de la legalización para ayudar a sanar y reparar esas mismas comunidades”, dijo la senadora Liz Krueger, patrocinadora del proyecto de ley y presidenta del comité de finanzas del Senado.
La legalización permitiría la venta de marihuana con fines recreativos a los adultos mayores de 21 años, y establecerá un proceso de concesión de licencias para la entrega de productos de cannabis a los clientes. Los neoyorquinos podrán cultivar hasta tres plantas maduras y tres inmaduras para su consumo personal, y los gobiernos locales podrían optar por no venderlas al por menor.
La legislación entraría en vigor inmediatamente si se aprueba, aunque las ventas no comenzarán hasta que Nueva York reglamente las normas y establezca una junta de cannabis. La líder de la mayoría de la Asamblea, Crystal Peoples-Stokes, estimó el viernes que podrían pasar entre 18 meses y dos años para que las ventas comiencen.
Adam Goers, vicepresidente de Columbia Care, un proveedor de marihuana medicinal de Nueva York que está interesado en entrar en el mercado recreativo, dijo que el sistema propuesto por Nueva York “aseguraría que los nuevos tengan una oportunidad en el mercado” junto con los proveedores de marihuana medicinal existentes en el estado.”Hay un gran pastel en el que mucha gente diferente va a poder formar parte de él”, dijo Goers.
Nueva York establecería un impuesto del 9% sobre las ventas de cannabis, más un 4% adicional que se repartiría entre el condado y el gobierno local. También impondría un impuesto adicional basado en el nivel de THC, el ingrediente activo de la marihuana, que oscilaría entre 0,5 céntimos por miligramo para la flor y 3 céntimos por miligramo para los comestibles.
Nueva York eliminaría las penas por posesión de menos de 85 gramos de cannabis, y borraría automáticamente los registros de las personas con condenas anteriores por delitos relacionados con la marihuana, que ya no serían penalizados. Eso es un paso más allá de una ley de 2019 que expurgó muchas condenas pasadas por posesión de marihuana y redujo la pena por poseer pequeñas cantidades.
Y el Estado proporcionará préstamos, subvenciones y programas de incubadoras para fomentar la participación en la industria del cannabis de personas de comunidades minoritarias, así como de pequeños agricultores, mujeres y veteranos discapacitados.
Los impulsores de la legalización aseguran que la medida podría crear miles de puestos de trabajo y que servirá para empezar a abordar “la injusticia racial de una guerra contra las drogas que ha durado décadas y que ha afectado de forma desproporcionada a las comunidades minoritarias y pobres”.
Los esfuerzos anteriores para legalizar el uso recreativo se han visto perjudicados por la falta de apoyo de los demócratas de los suburbios, los desacuerdos sobre cómo distribuir los ingresos del impuesto sobre las ventas de marihuana y las preguntas sobre cómo abordar a los conductores sospechosos de conducir drogados.
También se ha topado con la oposición de quienes advierten que la legalización pondría aún más a prueba un sistema de salud ya abrumado por la pandemia de coronavirus y enviaría mensajes contradictorios a los jóvenes. “Estamos en medio de la pandemia de COVID-19, y con la grave crisis del vaping por parte de los jóvenes y la continua epidemia de opioides, esta legislación perjudicial es contraproducente”, dice una carta abierta firmada por la Sociedad Médica del Estado de Nueva York, la Asociación de Padres y Profesores del Estado de Nueva York, la Asociación de Alguaciles de Nueva York y otras organizaciones el 11 de marzo.
Las autoridades de Nueva York tienen previsto lanzar una campaña de educación y prevención destinada a reducir el riesgo de consumo de cannabis entre los niños en edad escolar, y las escuelas podrían obtener subvenciones para programas de prevención y concienciación contra el consumo de drogas.
Y el estado también pondrá en marcha un estudio, que deberá realizarse antes del 31 de diciembre de 2022, en el que se examinará hasta qué punto el cannabis afecta a la conducción, y si depende de factores como el tiempo y el metabolismo. “Una de las cosas que ningún país del mundo tiene y que todo el mundo quiere es una forma de averiguar rápida y fácilmente si alguien está drogado o perjudicado por el cannabis”, dijo la psicóloga de la Universidad de Buffalo y profesora de salud comunitaria y comportamiento sanitario R. Lorraine Collins. “Se está investigando para encontrar sistemas que puedan hacerlo. Pero creo que esos esfuerzos no fructificarán hasta dentro de un tiempo”.
El proyecto de ley también reserva los ingresos para cubrir los costos de todo, desde la regulación de la marihuana, a la prevención del abuso de sustancias.La policía estatal también podría obtener fondos para contratar y formar a más de los llamados “expertos en reconocimiento de drogas”.
Pero no hay pruebas de que los expertos en reconocimiento de drogas puedan decir si alguien está drogado o no, según Collins, que fue nombrado miembro del grupo de trabajo de Cuomo de 2018 encargado de redactar la normativa sobre el cannabis.”Creo que es muy importante que abordemos ese desafío utilizando la ciencia y la investigación y no deseos o afirmaciones sin fundamento”, dijo Collins.
Collins señaló un informe de 2020 de la Unión Americana de Libertades Civiles que encontró que los afromaericanos tienen casi cuatro veces más probabilidades de ser arrestados por posesión de marihuana en comparación con los blancos, según las estadísticas del FBI.
“Todos los neoyorquinos deberían preocuparse por cómo se aplicarán estas leyes o cómo se aplicarán esas formas de examinar a los conductores en las diferentes comunidades”, dijo Collins. “No es probable que sea igualitario”.
James MacWilliams poda una planta de mariguana que él cultiva en Portland, Maine, el 13 de diciembre de 2017. Nueva York aprobó el 27 de marzo de 2021 la venta de marihuana recreativa en el estado.
Los legisladores en Nueva York acordaron legalizar la venta de marihuana recreativa en el estado. Al menos otras 14 entidades en Estados Unidos permiten el consumo de marihuana para uso recreativo y no solo médico, y esfuerzos anteriores en Nueva York para aprobarla habían fracasado en los últimos años.
Los demócratas, que ahora son mayoría en la legislatura estatal, buscaban aprobar la medida este año, y votaron por la medida el sábado en la noche. La administración del gobernador demócrata Andrew Cuomo calcula que la legalización podría eventualmente generar al estado unos 350 millones de dólares anuales.
“Mi objetivo al llevar a cabo esta legislación siempre ha sido poner fin a la aplicación racialmente dispar de la prohibición de la marihuana que ha afectado tanto a las comunidades de color en todo nuestro estado, y utilizar las ganancias económicas de la legalización para ayudar a sanar y reparar esas mismas comunidades”, declaró la senadora Liz Krueger, patrocinadora del proyecto de ley en el Senado y presidenta de su Comité de Finanzas.
La legislación permitirá la venta de marihuana recreativa a adultos mayores de 21 años y establecerá un proceso de licencia para la entrega de productos de cannabis a los clientes. Los neoyorquinos podrán cultivar hasta tres plantas maduras y tres inmaduras para consumo personal, y los gobiernos locales podrán optar por no participar en las ventas minoristas.
La legislación entrará en vigor de inmediato si se aprueba, aunque las ventas no comenzarán de inmediato, ya que primero deben establecerse reglas y una junta de cannabis. El líder de la mayoría en la Asamblea, Crystal Peoples-Stokes, estimó el viernes que las ventas podrían tardar entre 18 meses y dos años en comenzar.
Nueva York establecería un impuesto de 9% sobre las ventas de cannabis, más un gravamen adicional del 4% entre el condado y el gobierno local. También impondría un impuesto adicional basado en el nivel de THC, el ingrediente activo de la marihuana, que va desde 0.5 centavos por miligramo de flor hasta 3 centavos por miligramo en comestibles.
Además, el estado eliminaría las sanciones por posesión de menos de 3 onzas de cannabis y borraría los registros de personas con condenas anteriores por delitos relacionados con la marihuana que ya no serían penalizados. Eso es un paso más allá de una ley de 2019 que eliminó muchas condenas anteriores por posesión de marihuana y redujo la pena por posesión de pequeñas cantidades.
Cuando falta exactamente una semana para que se cumpla la fecha límite para aprobar el presupuesto del estado de Nueva York para el año fiscal 2021-2022, legisladores estatales informaron este miércoles que se había logrado un acuerdo en Albany para legalizar el uso recreacional de marihuana, para los neoyorquinos mayores de 21 años.
Precisamente este mismo miércoles el gobernador Andrew Cuomo había indicado en su rueda de prensa para actualizar sobre la crisis del COVID-19, que en efecto se estaba muy cerca de alcanzar un acuerdo, y aunque reconoció que en tres oportunidades anteriros también se había llegado a este punto en las negociaciones y luego no fue aprobada la propuesta de ley, dijo que tenía esperanza de que esta oportunidad fuera la vencida.
La senadora estatal Liz Krueger, quien es una de los legisladores que patrocinaron la propuesta de ley e ambas cámaras, dijo a medios locales que se había “mirado lo que otros estados estaban haciendo y cómo habían mejorado aquellos puntos débiles en las leyes que ya aprobaron”.
Y ese había sido el principal problema para que la legislación avanzara en Nueva York, el que los asambleístas y senadores se pusieran de acuerdo en algunos ‘puntos débiles’ como, por ejemplo, el determinar qué pasaría con conductores que sean detenidos y se compruebe que estaban conduciendo después de haber consumido la hierba. Sobre este punto específico no se había informado nada este miércoles.
Fuentes de la Legislatura indicaron que el proyecto de ley podría ponerse a votación en ambas cámaras a comienzos de la próxima semana, lo que sería un par de días antes del 1 de abril cuando ya debe estar aprobado el presupuesto estatal. Tras aprobarse, Nueva York se convertiría en el duodécimo estado del país en legalizar el consumo de la mariahuana.
Algunos detalles preliminares
El acuerdo contempla, según detalles preliminares dados a conocer este miércoles, que se permita a los neoyorquinos mayores de 21 años el comprar y poseer legalmente hasta tres onzas de marihuana e incluso cultivar plantas en sus hogares para su uso personal.
Además, y algo que beneficiara al Estado sobre todo en medio de la crisis financiera creada por el coronavirus, se creará un impuesto estatal del 9% sobre las ventas minoristas que podría generar hasta $300 millones de dólares al año en nuevos ingresos.
El Gobernador ya había comentado que la legalización podría ser beneficiosa para Nueva York al ayudar a recuperar los ingresos fiscales en las arcas públicas tras el impacto de la pandemia.
Pero además, las ciudades, pueblos y villas podrían recibir otros beneficios económicos directos al permitir que se aplique otro impuesto local a las ventas del 4%.
Y algo que habían peleado insistentemente activistas y funcionarios electos, muchos de ellos en la Gran Manzana, fue la inclusión de medidas que beneficien a las comunidades de color que tradicionalmente han sido las más castigadas y perseguidas por el consumo de esta droga. Por ello, en la legislación se incluyó un plan de igualdad social y económica, y se establecerá un fondo estatal para gestionar que parte de las ganancias obtenidas con la venta de la marihuana lleguen a esas comunidades.
Krueger indicó que el acuerdo también incluye la creación de la ‘Oficina de Manejo del Cannabis’, como lo propuso Cuomo, que será el ente encargado de la supervisión del consumo, venta y producción de la marihuana en el estado.
“Este año tenemos que hacerlo, y hacerlo para cuando se apruebe el presupuesto es esencial”, dijo Cuomo en su rueda de prensa antes que se conociera el acuerdo, agregando que la marihuana “no es solo un asunto de equidad social, sino también es un ingreso para el Estado”.
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