El mayor del Ejército Raúl Alejandro Girón Jiménez, uno de los imputados en la Operación Coral, y que testificó la noche del jueves de cómo operaba el supuesto entramado, dijo que llegaron a falsificar un documento de su empresa RG&S Soluciones Financieras para justificar la compra de un apartamento en la zona turística de Las Terrenas.
Se trata de un apartamento que el Ministerio Público consideró como situación en extremo sospechosa el alquiler de un inmueble registrado a nombre de la empresa Único Real State e Inversiones SRL, ubicado en El Portillo, Playa Las Terrenas Samaná, empresa investigada en la Operación Coral.
“En la actualidad el referido inmueble se encuentra bajo la posesión del General de Brigada, Piloto F.A.R.D. Juan Carlos Torres Robiou, quien es el director del Cuerpo Especializado de Seguridad Turística, (Cestur) y superior jerárquico del imputado Raúl Alejandro Girón, a título de alquiler, pagando un monto mensual de tres mil dólares estadounidenses (US$3,000.00), situación en extremo sospechosa, toda vez que no hace sentido lógico, alquilar un inmueble por un monto cuantioso y usarlo esporádicamente”, indica la solicitud de medidas de coerción del caso.
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Sobre este apartamento, Girón narró que, en el año 2019, cerca de agosto, el entonces director del Cestur, general de brigada Juan Carlos Torres Robiou, “se enamoró” de un apartamento en Balcones del Atlántico, en Las Terrenas, provincia Samaná.
“¿Qué hace entonces Juan Carlos Torres Robiou, director del Cestur en ese momento? Le da al señor Rafael Núñez de Aza una cantidad de dólares, que voy a decir indeterminada porque yo no la canté, pero que dio pa’ mucho”, dijo.
Agregó que, a él, y a otra persona de confianza de Núñez de Aza, una de las cabezas del entramado, se les ordenó cambiar ese dinero a peso dominicano. Este apartado sirvió para Girón Jiménez contar que el dinero del entramado era guardado en dólares para evitar su devaluación en el tiempo.
Una vez en peso dominicano, detalló que Núñez de Aza le ordenó a David Abreu Padilla a realizar un cheque de administración a una sucursal del Banco de Reservas, predeterminada para los fines del entramado.
El cheque de administración, por un monto de cuatro millones de pesos, que realizó Abreu Padilla fue para Único Real State e Inversiones, una de las empresas utilizadas para mover el dinero; mientras que Winston Guzmán Jiménez, socio de la financiera y ahora sargento cancelado de la Policía, también hizo un cheque para la misma empresa, pero por un monto superior a los siete millones de pesos, a nombre de Único Real State. “Con ese dinero es que realmente se compra Balcones del Atlántico”, afirmó Girón Jiménez, negando que fue él, a través de su financiera, quien compró en Balcones del Atlántico: “Nada más falso e incierto”.
Pero a usted le dijeron que no, que RG&S Soluciones Financieras y el señor Raúl Girón fueron los que compraron Balcones del Atlántico "mire honorable magistrada yo no voy a negar que yo nunca dije que no, porque yo no podía decir que no, para empezar. Recuerde la autoridad y era el mismo general Cáceres y Rafael Núñez quienes encabezan esas reuniones, no presentes cuando yo estaba firmando el documento, no, ellos estaban en unos cubículos atrás, en unas mesitas fajaos con sus papeles".
Girón Jiménez destacó que, para la defensa del imputado Rafael Núñez de Aza, su financiera “es lo peor” que existe, mientras, para la también implicada la pastora Rossy Guzmán, es “buena”, porque con ella se busca justificar el préstamo por siete millones de pesos.
El Ministerio Publico brilló durante todo el proceso de audiencia ayer, con su testigo clave, Raúl Alejandro Girón Jiménez, haciendo una devastadora delación contra los reponsables de una red corrupta que, presuntamente, dirigía el general Adán Cáceres, y se habría apoderado ilícitamente de millones de pesos del erario.
A la vez que admitía su participación en este entramado, Girón Jiménez, exdirector financiero del Cuerpo Especializado de Seguridad Turística, resumió de entrada sus delaciones diciendo que no iba a mentir más y diría “toda la verdad”.
Girón Jiménez delató en audiencia el funcionamiento de la supuesta red de corrupción que dirigía el mayor general Cáceres.
En una participación muy poco usual en medidas de coerción, Girón Jiménez tomó la palabra y admitió su responsabilidad en el caso y dijo que no podía esconder la verdad.
Afirmó que tenía una primicia para el coronel Núñez de Aza: “No borré los Whatsapp” y que su teléfono le fue decomisado en el allanamiento del Ministerio Público el 24 de abril.
También dijo que se le pidió borrar las nóminas de las instituciones que administraba y que llevó esos documentos a su servidor personal, que también está en manos de la justicia.
Aceptó toda la acusación del Ministerio Público y señaló que el coronel Núñez de Aza dirigía la parte financiera de la red.
Dijo que entre sus funciones principales estaba manejar las nóminas del Cusep y del Cestur.
“Ese dinero se entregaba en la casa de comando, la casa de Rafael Núñez de Aza, quien es el cerebro”, dijo, “Las reuniones eran nocturnas para entregar el dinero, porque así había menos probabilidad para que me vieran entrar en su casa”, dijo Girón Jiménez en la audiencia.
Agregó que una de sus funciones era hacer depósitos de dinero en transferencias y pagos a los señores Adán Cáceres, Juan Carlos Torres Robiou y Rafael Núñez de Aza. Cuando se produce el cambio de gobierno, el coronel Núñez de Aza le pidió borrar todas las conversaciones que tenían en su Whatsapp. La referencia era durante los últimos años que habían operado en la red.
“Soy una persona clave y las personas claves no se mueven y por eso he estado en la misma posición”, dijo en la audiencia.
Denunció que cada vez que cambian al director del Cestur le esperaban hasta con 10 millones de pesos.
Dijo que incluso se les decía a los nuevos directores que fueran a un dealer a buscar el “vehículo que quisiera”.
Además señaló que producto del tiempo y los trabajos a Núñez de Aza, al momento de conocer a los involucrados en la audiencia eran personas sencillas de clase media baja.
En la parte final de su intervención, Girón Jiménez responsabilizó al general Cáceres, al coronel Núñez y a los demás encartados incluidos sus abogados, de cualquier cosa que le pase a él o a su familia.
El general Adán Cáceres
La defensa del general Adán Cáceres Silvestre solicitó al tribunal rechazar la solicitud de prisión contra su cliente.Garantizaron que el imputado se compromete a cualquier requerimiento que se le haga y ayudar en la investigación.
Y restaron importancia a las acusaciones del ministerio público, al señalar que la acusación se basa en declaraciones del imputado Girón Jiménez.
Señala que Girón Jiménez, el testigo del ministerio público, confesó que robaba dinero de la nómina del Cuerpo Especializado de Seguridad Turística y lavaba dinero para entregárselo a Adán Cáceres, y que es sobre esa declaración que se basan lo fiscales.
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