Si, como yo, llevas toda la vida enjuagándote la boca con agua cuando terminas de cepillarte los dientes, aquí viene una recomendación de los expertos: en realidad no deberíamos hacerlo porque estás tirando parte de los efectos que produce la pasta de dientes.
Y es que mantener parte de los “residuos” de pasta no es algo malo, de hecho, es importante para mantener la dentadura sana. La clave en este caso se debe a que la pasta contiene flúor. Según explica el Dr. Nigel Carter, dentista y director ejecutivo de la Oral Health Foundation del Reino Unido:
El flúor es el ingrediente más importante de la pasta de dientes. Ayuda enormemente a la salud bucal al fortalecer el esmalte dental, haciéndolo más resistente a las caries. También reduce la cantidad de ácido que producen las bacterias de los dientes.
Los médicos explican que si nos enjuagamos la boca con agua inmediatamente después de un cepillado, también se enjuagará el flúor sin que éste puede hacer su trabajo por completo. En cambio, muchos expertos recomiendan simplemente escupir el exceso de pasta de dientes. Es más, la Oral Health Foundation incluso lanzó una campaña con el slogan “Escupir, no enjuagarse” en 2016 para fomentar el hábito.
Por cierto, aunque algunas personas se enjuagan con enjuague bucal como solución alternativa, tampoco es buena idea, ya que la pasta tiene una concentración significativamente más alta de flúor que el enjuague bucal. Por esta razón, el Servicio Nacional de Salud del Reino Unido recomienda hacer gárgaras con enjuague bucal en un momento diferente del día.
Dicho esto, a la legión de personas que ahora debemos cambiar el hábito de enjuagarnos con agua inculcado toda la vida, nos va a costar. [Mental Floss]
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