Una flota de 850 máquinas y vehículos, la mayoría eléctricos y menos ruidosos
Desde este lunes ya se pueden ver por las calles de Ciutat Vella, el Eixample, Gràcia, Sant Andreu y Sant Martí algunos de los nuevos vehículos para la limpieza y recogida de basura de la ciudad. Son los cinco distritos donde se ha empezado a desplegar la nueva contrata de limpieza y recogida de residuos; en los cinco restantes se hará en septiembre. Se trata de una flota que, una vez en funcionamiento, estará integrada por más de 850 máquinas y vehículos ecológicos adaptados a las necesidades de cada barrio. Esta medida, a la que debe añadirse el incremento del 10% de la plantilla, la creación de equipos polivalentes, el aumento de la frecuencia del barrido y del agua, y los cambios en el modelo de recogida selectiva, entre otras, permitirá dar un salto cualitativo y cuantitativo y avanzar hacia la estrategia Residuo Cero.

Los camiones que vacían los contenedores son más silenciosos (A. B.)
En total, Barcelona destina 2.300 millones de euros a limpieza, un 14% más que hasta ahora. Éste es el mayor gasto del consistorio en los próximos ocho años. Dicho de otra manera: a partir de ahora, la ciudad gasta 122 euros por habitante y año en la limpieza viaria.
Uno de los rasgos distintivos del nuevo servicio, que se enmarca en el plan Cuidem Barcelona, es la sustitución de los vehículos más antiguos por otros eléctricos, lo que permitirá que el 60% de la flota sea eléctrica (hasta ahora lo era solo el 20 %). Visto en detalle, resulta que el 75% de la maquinaria de limpieza pasa a ser sostenible, junto con el 44% de los vehículos que realizan la recogida, porcentajes que sitúan a Barcelona como líder en electrificación de los vehículos de recogida de residuos. Además de ser más sostenibles, las nuevas máquinas también son más silenciosas y adaptadas a las características de cada barrio: barredoras más pequeñas para pasar por los carriles bici, carros eléctricos autopropulsados y vehículos de tamaño más reducido para limpiar las calles estrechas.
El 60% de las nuevas máquinas y vehículos de limpieza es eléctrico; hasta ahora lo era solo el 20%
Unas máquinas más eficientes, el incremento de la plantilla con 400 trabajadores –pasa de 4.000 a 4.400 personas– y la creación de equipos polivalentes, hacen posible aumentar las actuaciones complementarias, una de las singularidades de la nueva contrata. En concreto, se incrementa la limpieza de los contenedores, se generalizan los repasos en horario de tarde, se asume la limpieza de los parques y jardines y, en determinadas zonas, también se limpia los días festivos.

Los barrenderos ganan movilidad y eficacia con estos carros eléctricos (A. B.)
Fomentar el residuo orgánico
Además de intensificar la limpieza y que ésta sea más sostenible, la ciudad también avanza al Residuo Cero. Actualmente, cada barcelonés o barcelonesa genera unos 500 kilos de residuos anuales, de los que solo se recicla el 38%, un índice de recogida selectiva que desde hace años permanece estancado. Piense el lector o lectora que el 90% del residuo que se genera podría reciclarse y reutilizarse. Sin embargo, dos terceras partes de los plásticos se tiran en el contenedor de desecho y sólo se recicla un tercio del residuo orgánico.
Para alcanzar los objetivos a que obliga Europa –llegar al 55% en 2025–, el consistorio fomenta modelos de gestión que favorezcan la correcta separación de los residuos. El diseño y la ubicación de los nuevos contenedores de las diferentes fracciones deben ayudar a conseguirlo. Este objetivo tiene una finalidad ecológica, pero también económica, pues el coste del tratamiento de la fracción restos –205€ por tonelada de residuos– es superior a las otras. La fracción orgánica cuesta 124€ por tonelada, y la del papel y el vidrio unos 45€ por tonelada. ¡Cuatro veces menos que los restos del contenedor gris!
"Necesitamos regar con más agua, porque no llueve y la ciudad está llena de polvo"
Vanesa Moreno y Núria Jové son dos de las más de cuatro mil personas que se encargan de la limpieza de la ciudad. Desde 2008 Núria trabaja en la empresa Urbaser, donde conduce un camión de carga lateral que recoge la fracción orgánica. “Tengo turno de noche y, como la orgánica se recoge cada dos días, una estoy en Sant Andreu y la otra en la supermanzana del Poblenou, en Sant Martí”, explica .
Vanesa también es una veterana del servicio de limpieza municipal. Hace 22 años empezó a trabajar en Fomento de Construcciones y Contratas (FCC) y desde hace 12 años conduce uno de los vehículos de limpieza de plazas y calles. “Suelo llevar la máquina de agua o bien la de barrer, y normalmente estoy en la Barceloneta y el Raval”, detalla.

Núria Jové conduce un camión de carga lateral (A. B.)
Para ambas, los cambios que empezaron a introducirse este lunes son una muy buena noticia. La nueva flota, mucho más electrificada, reduce el ruido y la contaminación. “Las máquinas que teníamos no iban mal, pero llevaban casi doce años en funcionamiento; con esta renovación por vehículos eléctricos todos ganamos en calidad de vida, tanto los trabajadores como el vecindario”, opina Vanesa, quien remarca que ahora las jornadas laborales serán más silenciosas y menos contaminantes “¡Y trabajaremos todos mejor, porque incluso las carretillas son eléctricas!”
Para Núria, los nuevos vehículos y las nuevas contrataciones de personal permitirán incrementar los servicios y beneficiar a la ciudadanía. “Todos notaremos que los camiones son más silenciosos, y espero que ahora los vecinos no se quejen cuando pasa el camión de la basura”, dice con una sonrisa.
“Cuando la gente se va a dormir, todo está sucio, pero cuando se despiertan toto está limpio. ¡Hacemos magia!”
Tanto Vanesa como Núria consideran que ahora la ciudad está más limpia que hace unos años, aunque depende de las zonas, de la época del año, de la hora del día, de si es o no fin de semana... “Es lógico que cuando hay más turistas, más gente, la ciudad esté un poco más sucia, pero también aumentan los servicios, y los fines de semana, si hay botellones, también hay más suciedad... Así y todo, desde que empecé a trabajar y hasta la fecha, veo un cambio a mejor. Han aumentado los servicios de limpieza, hay más, y eso se nota”, dice Vanesa, quien valora positivamente que, con la nueva contrata, se incremente el riego.
“Se necesita limpiar con más agua, porque no llueve. Hay mucho polvo y suciedad en la calle y, si le sumamos los orines de los perros y de las personas, está claro que es imprescindible un buen baldeo”.
Núria también opina que con el paso del tiempo la limpieza de la ciudad ha mejorado. “Por ejemplo -explica-, yo recojo los contenedores de la orgánica y detrás de mí viene un equipo que recoge lo que ha quedado fuera del contenedor, y otros recogen los trastos viejos, y también están los que se encargan de los cristales que quedan fuera...” Núria dice que todo ha de quedar en las mejores condiciones antes de que comience un nuevo día, y si hay incidencias, “que las hay” –subraya–, siempre se solucionan. Y concluye: “Cuando la gente se acuesta todo está sucio, pero cuando se levanta ya está limpio. ¡Es como si hiciéramos magia!”.
Los contenedores cambian de tamaño y de cara, y el marrón, de ubicación
Barcelona cambia el diseño y el tamaño de sus contenedores de recogida de residuos para adaptarse a las necesidades de cada zona. Ahora serán más bajos para que los conductores vean con mayor facilidad a los peatones y, de este modo, ganar en seguridad y evitar accidentes. Otra característica es que tendrán las bocas adaptadas al tipo de residuos que acepten. Los contenedores de orgánica están preparados para introducir sistemas de identificación de usuarios y otros mecanismos asociados a la apertura y cierre de tapas. Estos cambios deben permitir avanzar hacia sistemas individualizados de recogida.

Los nuevos modelos son más bajos para que los conductores visualicen a los peatones (A. B.)
Orgánico lejos de restos

Otro cambio que se produce es en el número y distribución de los contenedores. Los de recogida selectiva aumentan un 25% para favorecer la correcta separación de residuos. Y también se cambia la forma en que están agrupados. Los de orgánica (marrones) dejan de estar, en la medida de lo posible y según la zona, con los contenedores grises de la fracción restos, y se situarán junto a los de selectiva, es decir, con los de papel y cartón (azules), plástico (amarillos) y vidrio (verdes). Esta nueva agrupación permite optimizar y liberar espacio público. A finales del año pasado se hizo una prueba piloto con la nueva distribución de contenedores en el barrio de Fort Pienc y en la Dreta de l’Eixample y el resultado fue positivo: aumentó la recogida selectiva. El presidente del mercado de Fort Pienc, Sergi Clemente, subraya la buena acogida que han tenido los nuevos contenedores, y recuerda que “ayudar a potenciar la recogida selectiva nos beneficia a todos”.
1 Comentarios
Es crucial mantener la vía pública limpia para garantizar un entorno saludable y agradable. Para ello, es fundamental que los equipos de limpieza cuenten con contenedores y carros adecuados para recolectar y transportar los residuos de manera eficiente. Esto contribuye a mantener la ciudad limpia y promover una mayor conciencia ambiental entre los ciudadanos.
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