En la mesa del diálogo, las autoridades, dirigentes populares, el obispado y el liderazgo del comercio, lograron que se impusiera la razón y para alegría de todos, no fue necesario paralizar las labores para obligar al gobierno que un tiempo determinado las obras sean entregadas.
Con ese productivo desenlace, las autoridades y los que se sentaron en la mesa del diálogo, envían un mensaje directo a quienes desde otras alas del Movimiento Popular mantienen un llamado a huelga en la Zona del Cibao para los próximos días.
Si en los últimos 10 años las protestas organizadas en esta ciudad han dejado un total de 13 personas asesinadas en las calles y más de 50 heridos de balas, es más que relevante que los métodos reivindicativos hay que cambiarlo.
Las vidas de Gabino Ureña, José Aquiles Núñez, Félix Hernández, Wilson David Camilo, Jefrey Valentín Rosario, Mario Vladimir Lantigua y el agente policial Anderson Guzmán, entre otros, nunca serán recuperadas.
En caso que a corto y largo plazo no se imponga la razón, seguiremos contando los muertos en cada huelga “supuestamente” popular.
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