La política estadounidense, Nancy Pelosi, quien encabezó a los demócratas en la Cámara de Representantes, por casi dos décadas, anunció que dejará el cargo.
La congresista de 82 años, es la demócrata más poderosa del Congreso y la primera mujer en ser presidenta de la Cámara de Representantes.
Aunque dejará de liderar la Cámara, Pelosi seguirá representando a su distrito de California en el Congreso.
Su renuncia se produce cuando se proyecta que el Partido Republicano retome el control de la Cámara de Representantes tras las elecciones de medio término del pasado 8 de noviembre.
Por su parte, el republicano Kevin McCarthy ganó la nominación de su partido para ser el nuevo presidente del Congreso y es probable que sea el sucesor de Pelosi.
“Nunca hubiera pensado que algún día pasaría de ama de casa a presidenta de la Cámara”, expresó Pelosi en un comunicado en la Cámara el jueves.
“No buscaré la reelección al liderazgo demócrata en el próximo Congreso. Ha llegado la hora de que una nueva generación dirija el caucus demócrata”, manifestó.
La congresista demócrata estará como presidenta de la Cámara de Representantes hasta enero de 2023, cuando asuma el nuevo Congreso, y seguirá en el escaño que ocupó por primera vez desde 1987 hasta enero de 2025.
Se espera que el congresista de Nueva York, Hakeem Jeffries, asuma el puesto de liderazgo demócrata de la Cámara, lo que convertiría en el primer líder de color del Congreso en la historia de Estados Unidos.
El presidente de la Cámara es la única labor del Congreso detallado en la Constitución de Estados Unidos. Luego del vicepresidente, es el siguiente en la línea de la presidencia.
El orador, los diputados y los presidentes de los comités determinarán qué proyectos de ley se consideran y se votan. Establecen el orden del día y deciden las reglas que rigen el debate.
Pelosi se convirtió en líder de la minoría, título que ostentaba la persona que lideraba la oposición en la Cámara, en el año 2003. Después, los demócratas tomaron el control de la Cámara por primera vez en más de una década en 2006, y la congresista se convirtió en la primera mujer en liderar un partido importante en cualquiera de las cámaras del Congreso.
La política demócrata volvió a convertirse en líder de la minoría cuatro años después, pero volvió a ocupar el cargo de oradora en 2019.
Nancy Pelosi para la historia de EE.UU.
Pelosi pasará a la historia del país como una de las líderes más eficaces del Congreso, un activo invaluable para el Partido Demócrata y una oponente formidable para los republicanos.
La perspicacia legislativa con la que se desenvolvía, su impecable sentido del momento legislativo y su instinto para el teatro político la han vuelto una fuerza en el Capitolio, así como un pararrayos para la crítica.
Sus discursos y ruedas de prensa no siempre fueron los más inspiradores, pero su capacidad para mantener unida a la escasa mayoría en la Cámara en votaciones clave tuvo pocos rivales.
No obstante, tal fuerza ha tenido un precio a pagar. En parte debido a las habilidades mencionadas que se convirtió en un duende de la derecha conservadora.
La duración y profundidad de su control sobre los demócratas de la Cámara, que se amplía por más de veinte años, también ha impedido el crecimiento de líderes más jóvenes dentro del Congreso.
Los legisladores le dieron una ovación de pie cuando les agradeció por sus oraciones y habló de su “amado compañero en la vida y mi pilar de apoyo”.
Posteriormente, dijo que había estado luchando con la “culpa del sobreviviente” desde el ataque, de acuerdo con el Washington Post, ya que su esposo resultó herido “porque me estaban buscando”.
Es una declaración, el presidente Joe Biden llamó a Pelosi “la oradora más importante de la Cámara de Representantes en nuestra historia”.
En un emotivo discurso, Pelosi, de 82 años, dijo que mantendrá su escaño, pero que no buscará la reelección como líder demócrata.
La que ha sido la primera y única mujer en presidir la Cámara de Representantes en la historia de EE.UU. explicó que, en su opinión, "ya es hora para que una nueva generación lidere el caucus demócrata" del Congreso.
Vestida de blanco como las sufragistas, con la bancada progresista llena y la rival prácticamente vacía, Pelosi agradeció que a partir de enero, cuando se instale el nuevo Congreso surgido de las elecciones de medio mandato del pasado 8 de noviembre, haya "muchos" que quieran asumir esa responsabilidad sobre sus hombros.
En su alocución recordó cuando visitó por primera vez con seis años el edificio del Capitolio: "Nunca pensé que algún día pasaría de ser ama de casa a presidenta de la Cámara Baja", reconoció.
Su anuncio se produce un día después de que se confirmara que los conservadores han recuperado el control de la Cámara de Representantes al tener asegurados ya 218 de los 435 escaños en liza, el mínimo requerido para gozar de la mayoría.
En el Senado, por su parte, los demócratas conservan el poder con la mitad de los 100 asientos y el voto de desempate de la vicepresidenta, Kamala Harris, por lo que a partir de enero el liderazgo del Congreso estará dividido entre ambos partidos.
Pelosi, que lleva dos décadas liderando a los demócratas en la Cámara Baja de EE.UU., había anticipado el pasado 7 de noviembre que el ataque que sufrió su marido a finales de octubre en el domicilio familiar de San Francisco por parte de un hombre que la buscaba a ella iba a influir en la decisión sobre su futuro.
De hecho, en sus palabras de hoy, hizo una dedicatoria a su esposo, Paul Pelosi, por ser "su pilar de apoyo".
Su sucesión en la Cámara Baja apunta a que pasará al republicano Kevin McCarthy, el candidato de ese partido con más posibilidades.
Nacida en Baltimore (Maryland) y madre de cinco hijos, hizo historia al convertirse en 2007 en la primera mujer en presidir la Cámara de Representantes, un puesto que ocupó hasta que en 2011 los demócratas perdieron su mayoría en ese hemiciclo.
La representante por San Francisco volvió a ser la tercera en la línea sucesoria presidencial, detrás del vicepresidente, al ser reelegida en enero de 2019 como máxima autoridad en el Congreso, un cargo que renovó en 2021 y en el que actualmente se encuentra en su cuarto mandato.
En este tiempo ha marcado su trayectoria su enemistad con el expresidente republicano Donald Trump (2017-2021).
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