Voz Editorial Noticiario 1070, Hibi Radio
En ese propósito, hizo causa común el coronel heroico Francisco Alberto Caamaño Deñó, haciendo posible que estallara la Revolución Constitucionalista del 24 de abril de 1965, el hecho más importante del pueblo dominicano en el siglo pasado.
El coronel Fernández Domínguez cayó en combates en el intento de asalto al Palacio Nacional, un 19 de mayo, uno de los reveses más dolorosos para Caamaño y los Comandantes Constitucionalistas, porque allí también resultaron muertos el doctor Juan Miguel Román y el instructor de la llamada fuerza militar “Los Ranas”, el italiano Illio Capocci.
Este viernes 19 han de cumplirse 58 años de ese trágico hecho, que será resaltado en el parque Duarte por el club Gregorio Luperòn y las fundaciones Fernández Domínguez y Francisco Alberto Caamaño Deñó, con un acto patriótico ante la estatua del patricio Juan Pablo Duarte.
Es y debe seguir siendo de interés que no desaparezca el ejemplo de heroísmo y entrega de esos combatientes, porque aún se mantiene sembrada en tierra fértil del pueblo dominicano aquel pensamiento que reza: “Es dulce y decoroso morir por la Patria”.
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