Las pajitas hechas de materiales vegetales, como papel y bambú, a menudo se anuncian como más sostenibles y ecológicas que las hechas de plástico. Sin embargo, la presencia de PFAS en estas pajitas significa que eso no es necesariamente cierto. Pequeñas cantidades de PFAS, aunque no son dañinas en sí mismas, pueden aumentar la carga química ya presente en el cuerpo.
Para finalizar, el equipo cuenta que aunque el estudio no determinó si se agregaron PFAS a las pajitas o si fueron el resultado de la contaminación (por ejemplo, del suelo en el que se cultivan los materiales vegetales), la presencia de químicos en casi todas las marcas de pajitas de papel significa que es probable que, en algunos casos, se utilizaran PFAS como revestimiento repelente al agua.
Como recomendación, los investigadores sugieren que las personas comiencen a usar pajitas de acero inoxidable o las abandonen por completo.
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