La operación de robo y venta incluía productos como maquillaje, perfumes, cosméticos, ropa de diseño y accesorios robados de minoristas como Macy’s, Sephora y Ulta Beauty que se vendían localmente y en el extranjero a precios muy rebajados a través de “Yvelisse Fashion, LLC”.
“Los neoyorquinos están hartos del robo minorista que ha estado plagando nuestros negocios y comunidades”, dijo la gobernadora Kathy Hochul, quien anunció los arrestos ayer junto con la fiscal de Queens, Melinda Katz.
“Mantener seguros a los neoyorquinos es mi prioridad número uno y, a medida que entramos en la temporada de compras navideñas, seguiremos centrando nuestros esfuerzos en garantizar que las personas se sientan seguras al entrar a las tiendas y que los dueños de los negocios puedan centrarse en atender a sus clientes en lugar de guardar bajo llave artículos de uso diario como pasta de dientes y desodorante”, continuó la gobernadora.
Los cabecillas también pagaban a los conductores de camiones para que desviaran mercancías específicas de los almacenes de los fabricantes a su casa y un apartamento en Fresh Meadows, dijeron las autoridades.
Los esposos hispanos, junto con varios asociados, fueron acusados bajo un nuevo estatuto estatal sobre bienes robados que se utilizó por primera vez en Nueva York.
“Estos arrestos demuestran una vez más que los consumidores deben ser extremadamente cuidadosos al comprar artículos en las redes sociales o de vendedores desconocidos”, dijo la fiscal Katz en un comunicado.
El desmantelamiento de esta banda, pocos días antes del Black Friday, se produce meses después de que se aprobaran nuevas medidas para proteger a los consumidores contra el robo organizado en tiendas minoristas.
Los esposos Guzmán se enfrentan a hasta 25 años de prisión si son condenados. Todos los cargos son meras acusaciones y se presume que las personas procesadas son inocentes hasta que se pruebe su culpabilidad en un tribunal.
El interior y los alrededores de las tiendas en NYC son con frecuencia escenas de crímenes, tanto robos como homicidios y ataques a empleados. En Nueva York la pandemia, el clima anti policial y la reforma penal han sido identificados como factores que dispararon el crimen desde 2020.
Las leyes estatales hicieron del hurto en tiendas una opción prometedora para algunos delincuentes, como por ejemplo el joven Isaac Rodríguez, residente de Queens, arrestado 46 veces por robar en tiendas en 2021. También es el caso de Reynaldo Quiñones, un hombre de 32 años que a principios de 2024 sumaba 54 arrestos en la ciudad de Nueva York, la mayoría en el Metro.
En agosto José Montenegro fue arrestado como sospechoso en pertenecer a una banda que ha cometido una serie de robos en 40 negocios en tres condados de Nueva York: Queens, El Bronx y Brooklyn.
Las autoridades estatales de Nueva York desmantelaron una red criminal que alcanzó los 2 millones de dólares en venta de mercancía robada en un periodo de dos años y la cual era operada por una pareja dominicana.
Los tentáculos de la red, liderada por Christopher e Yvelisse Guzmán, comercializaba los productos considerados de alta categoría por el secretario de Seguridad Pública de Nueva York, iban desde Queens a Maryland y hasta la República Dominicana.
"Su motivo era venderlos a un precio mucho más bajo que si uno fuera a comprarlos directamente" a las tiendas, expresó el secretario Marcos González Soler a Univision 41.
González Soler indicó que la red involucra a más de 50 personas, que según la acusación, desviaban la mercancía pagándoles a los camioneros para que, en vez de llevarlas a su destino en tiendas como Sephora y Ulta Beauty desde donde se producían, las llevaran a sus propios locales.
La red robaba productos, que incluía hasta armas de fuego, para venderlas a través del internet y una tienda ubicada en Santiago de los Caballeros, agregó González Soler al medio estadounidense.
González Soler indicó que la red involucra a más de 50 personas, que según la acusación, desviaban la mercancía pagándoles a los camioneros para que, en vez de llevarlas a su destino en tiendas como Sephora y Ulta Beauty desde donde se producían, las llevaran a sus propios locales.
La red robaba productos, que incluía hasta armas de fuego, para venderlas a través del internet y una tienda ubicada en Santiago de los Caballeros, agregó González Soler al medio estadounidense.
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