
Todo el 'klan' es famoso por lo mucho que les gusta un cambio de look; incluso Kendall, la modelo que se ha ganado el título de la conservadora de la familia por su enfoque minimalista del maquillaje y mantener su color de pelo natural mientras sus hermanas sorprendían con las transformaciones más locas, ha pasado los últimos meses con un rubio platino diametralmente diferente a su castaño oscuro de nacimiento. En el lado opuesto está Kim Kardashian, la segunda de Kris Jenner y toda una experta en el arte de jugar con su imagen, pues pasa de su moreno al castaño, pelirrojo e incluso rosa en un abrir y cerrar de ojos. Su última transformación ha sido para la última campaña de su marca, SKIMS, donde algunos aseguran que hasta cuesta reconocerla.
Kim Kardashian con rubio arena y cejas rebajadas

'Warm highlights', las mechas más rejuvenecedoras


Cejas castañas
Mucho más suaves que las oscuras que tiene por naturaleza, esta versión de sus cejas le dan un aspecto mucho más delicado al rostro y a su expresión. De hecho, recuerdan mucho a las de Beyoncé y resulta que muchísimos fans le han dicho junto a las imágenes que la habían confundido con la intérprete de Cowboy Carter e incluso con Shakira, quien también apuesta por llevarlas en versión castaña.
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