
Una colisión de dos aeronaves en vuelo, en el corazón de la capital de Estados Unidos, que es uno de los espacios aéreos más controlados del mundo, es un incidente que parecía muy improbable.
Pero eso ocurrió la noche del miércoles, cuando un avión regional de American Airlines con 64 personas a bordo impactó en el aire con un helicóptero militar con tres tripulantes del ejército de EE.UU.
El choque llevó a ambas aeronaves a precipitarse sobre el río Potomac, muy cerca del Aeropuerto Nacional Ronald Reagan y a solo escasos kilómetros de la Casa Blanca.
El presidente Donald Trump informó este jueves que se está realizando una investigación integral de lo ocurrido. Dijo que el avión de American Airlines estaba en su curso normal, pero el helicóptero no debió estar en esa posición.
"El helicóptero estaba en el lugar equivocado en el momento equivocado y se produjo una tragedia", dijo el mandatario estadounidense en una conferencia de prensa.
Mientras las autoridades especializadas realizan la investigación, estas son algunas claves del trágico incidente.
1. El momento del impacto
Poco antes de las 21:00 hora local (02:00 GMT) del miércoles, el avión CRJ de la aerolínea American Airlines, operado por la firma PSA Airlines, colisionó con el helicóptero Black Hawk, según informó la Administración Federal de Aviación (FAA).
El impacto provocó un estallido en el aire y ambas aeronaves se precipitaron a las aguas del río Potomac, heladas por las bajas temperaturas del invierno boreal.
Servicios de emergencia lanzaron de inmediato una operación de rescate, sin que lograran encontrar sobrevivientes.
Al amanecer del jueves, las autoridades dijeron que no hay esperanzas de encontrar sobrevivientes y que la operación que realizan en las heladas aguas del río Potomac pasó a ser de recuperación de cuerpos.

2. Las víctimas
El avión, un Bombardier CRJ700 que partió de Wichita, Kansas, quedó partido en varias secciones y se hundió varios metros en el río.
A bordo viajaban 60 pasajeros y 4 tripulantes. Entre los pasajeros estaban varios patinadores artísticos de Estados Unidos y Rusia, así como familiares de los deportistas, según funcionarios de la Asociación de Patinaje Artístico de Estados Unidos y de un club de Boston.
Habían asistido a un campamento en Kansas.
El helicóptero militar quedó boca abajo en el agua. Era un Sikorsky H-60 que despegó de la base Fort Belvoir, en Virginia, con tres soldados a bordo, y pertenecía a la compañía B del 12º batallón de aviación.
La aeronave tenía una "tripulación bastante experimentada" de tres militares, informó el secretario de Defensa, Pete Hegseth. Realizaban un vuelo anual de prueba y una evaluación nocturna con gafas estándar.

3. La investigación
La Administración Federal de Aviación de EE.UU. dijo que investigará el incidente junto con la Junta Nacional de Seguridad en el Transporte.
El secretario Hegseth manifestó que espera que esto establezca rápidamente si el helicóptero estaba volando en el corredor y la altitud correctos.
Las dos cajas negras del avión de American Airlines, la que registra los datos de vuelo y la que graba la voz de la cabina, ya han sido recuperadas, según indicaron fuentes oficiales a la CBS, socio de la BBC en EE.UU.
Las cajas negras pueden ayudar a ofrecer pistas sobre lo que pudo ir mal en el vuelo.
Las grabadoras serán analizadas en el laboratorio de la Junta Nacional de Seguridad en el Transporte, cerca del lugar del accidente.
Expertos en aviación han coincidido en que ambas aeronaves debían estar en contacto directo con el control aéreo civil.
Imágenes obtenidas de una fuente de control del tráfico aéreo por CBS News muestran que las dos aeronaves eran claramente visibles en los sistemas de radar de los controladores.

El audio de los controladores parece confirmar que el helicóptero estaba en contacto con el control de tráfico aéreo en tierra en el aeropuerto.
La tripulación del helicóptero recibió la pregunta de si tenía "a la vista" al avión de American Airlines que aterrizaba y le instruyeron que lo "pasara por detrás".
En el audio que sigue, los controladores parecen darse cuenta de que se produjo la colisión. Se les oye instruir a otros aviones a alejarse de la zona del incidente.
En declaraciones a la CNN, Cedric Leighton, coronel retirado de las Fuerzas Aéreas estadounidenses, declaró que es normal que este tipo de aviones militares se entrenen de noche en la zona, sobre todo para asegurarse de que los pilotos dominan el uso de los instrumentos necesarios para volar en la oscuridad.

Dijo que una de las funciones de la unidad es transportar personal de alto rango por la capital; sin embargo, ahora se sabe que solo la tripulación iba a bordo en el momento de la colisión.
El gobierno entrena a sus pilotos para ser expertos en volar en el congestionado espacio aéreo de DC y los forman "para evitar incidentes como éste", añadió Leighton.
Habitualmente, dos personas gestionan el control aéreo de los helicópteros y aviones que vuelan en la zona -uno de los espacios aéreos más controlados del mundo-, pero el miércoles sólo lo hacía una persona en el momento del accidente, según fuentes citadas por CBS News.
El espacio más controlado del mundo
El espacio aéreo de la capital estadounidense recibe a diario cientos de vuelos civiles y militares, incluidos helicópteros encargados de transportar a altos funcionarios y políticos entre sedes importantes del gobierno.
Además del Aeropuerto Nacional Ronald Reagan, cercano al centro de la ciudad, está el Aeropuerto Internacional Washington Dulles, así como el aeropuerto de la vecina ciudad de Baltimore.
Sin embargo, el experto en aviación John Strickland afirmó que la cantidad de tráfico aéreo comercial en la zona no puede explicar cómo pudo producirse la colisión mortal.
"Tiene que haber una gestión de los flujos de tráfico para mantener una separación".
Esto ocurre en áreas con mucho tráfico aéreo de EE.UU. y otras partes del mundo.
"Washington DC no es diferente en ese sentido a Londres o Nueva York... no es totalmente inusual", explica Strickland.

Los expertos coinciden en que la intersección del tráfico aéreo civil con los vuelos militares regulares hace más complejo el espacio aéreo del Distrito de Columbia.
En el área están la Casa Blanca y el Capitolio, sedes del Ejecutivo y el Congreso, respectivamente; el Pentágono, sede del Departamento de Defensa estadounidense; así como numerosas oficinas gubernamentales.
Y justo en las inmediaciones está el aeropuerto Ronald Reagan.
El consultor de aviación Philip Butterworth-Hayes dijo que el incidente se produjo en el "nexo de unión de diferentes sistemas de aviación", incluidos los sistemas civiles y militares, así como los procedimientos específicos del aeropuerto.
"Estamos en la frontera de tres o cuatro sistemas de aviación, y es en esas fronteras donde suelen ocurrir la mayoría de los accidentes [en el mundo]", añadió.
"Se trata del espacio aéreo más controlado del mundo. El aeropuerto Ronald Reagan es incluso propiedad del gobierno, es uno de los pocos, muy pocos, que existen. Este es realmente el espacio aéreo más seguro -y debería ser el más seguro- del mundo, dado el número de organizaciones de seguridad y protección civil que trabajan en esa zona".
Tanto las autoridades como los expertos han subrayado que este tipo de incidentes son sumamente raros debido a las estrictas restricciones de seguridad en todo tipo de vuelos.
El último accidente mortal de un avión comercial en Estados Unidos se produjo en febrero de 2009.

Butterworth-Hayes dijo que para que se produzca una colisión en el aire de este tipo es necesario que varias cosas vayan mal.
Para poder volar en espacio aéreo civil, el helicóptero militar tendría que haber estado equipado con un transpondedor que alertara de su posición a las aeronaves circundantes.
Eso significa que ambas aeronaves deberían haber podido tenerse a la vista, afirma, además de que habría habido instrucciones del control de tráfico aéreo y de un dispositivo de seguridad de protección de aeronaves que funcionan por separado.
"En esta ocasión, tienes estos dos sistemas diferentes y ambos deberían haber sido capaces de mantener estas aeronaves separadas".
Butterworth-Hayes dijo que solo los pilotos experimentados podrían entrenarse en una sección tan transitada del espacio aéreo.
"Tanto si se trata de formación para nuevos sistemas o equipos, necesitamos saber qué sistemas había encendido el piloto en el helicóptero y si llevaba a bordo todos los sistemas de seguridad, o si estaba probando un nuevo procedimiento o una nueva ruta".

En declaraciones a la BBC, el experto en aviación Neil Hansford, afincado en Australia, declaró que la colisión plantea cuestiones específicas a las autoridades de aviación estadounidenses y probablemente conducirá a una revisión de los procedimientos.
Dijo que esto no ocurriría en Europa o Australia porque hay normas más estrictas que regulan las rutas de vuelo.
Otro factor de la tragedia, según Strickland, es la menor velocidad a la que volaba el avión porque estaba aterrizando.
"Si se produce un choque importante, no hay realmente tiempo -incluso si la tripulación sobrevive- para hacer algo. El avión tiene cierto grado de vulnerabilidad debido a su velocidad. Se puede imaginar que un resultado similar habría sido probable incluso con un avión mucho más grande".
Con información de Joel Guinto, James FitzGerald y Sean Seddon, de BBC News.

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El avión comercial transportaba a 60 pasajeros y cuatro tripulantes, mientras que tres soldados del ejército estadounidense iban a bordo del helicóptero Black Hawk.
Las autoridades no creen que haya sobrevivientes del accidente. Por el momento se han recuperado 27 cuerpos del avión y uno del helicóptero, según informó en una rueda de prensa John Donnelly, jefe del Departamento de Bomberos y Servicios de Emergencia en Washington DC.
La Administración Federal de Aviación de Estados Unidos informó que el avión regional Bombardier CRJ700 chocó con el helicóptero cuando se acercaba a la pista alrededor de las 21:00 hora local (02:00 GMT del jueves).
El vuelo 5342 de American Airlines cubría la ruta de Wichita, Kansas, a Washington DC.
"Nuestra preocupación son los pasajeros y la tripulación a bordo del avión", declaró American Airlines en un comunicado. "Estamos en contacto con las autoridades y ayudando con los esfuerzos de respuesta de emergencia".
El director ejecutivo de la aerolínea, Robert Isom, expresó su "profundo dolor" por la colisión en un video publicado en el sitio web de la compañía.
En una primera rueda de prensa desde el mismo aeropuerto, la alcaldesa de Washington DC, Muriel Bowser, calificó el evento como "muy trágico".
Bowser explicó que los servicios de emergencia de toda la región metropolitana de Washington están "trabajando diligentemente" en "condiciones muy oscuras y frías" para ejecutar la operación de rescate en el río Potomac después del accidente aéreo.

En el lugar pueden verse a miembros de los equipos de rescate trepando por los restos del avión que sobresalen del agua.
La alcaldesa añadió que personal de American Airlines está en el aeropuerto hablando con las familias. La dirección de la compañía aérea también está de camino a DC.
Entre los pasajeros había deportistas, entrenadores y otros miembros de la federación de patinaje artístico de EE.UU. que regresaban de un campamento de formación, lamentó el organismo en un comunicado. También había dos patinadores rusos y otros ciudadanos de esta nacionalidad, informó el portavoz del Kremlin.

Las dudas sobre las causas
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, dijo que se mantiene "completamente informado sobre el terrible accidente".
"Que Dios bendiga sus almas", señaló en un comunicado. "Gracias por el increíble trabajo realizado por nuestros socorristas. Estoy monitoreando la situación y proporcionaré más detalles a medida que surjan".
Posteriormente, el mandatario publicó un mensaje más crítico en su plataforma Truth Social.
"El avión estaba en una línea de aproximación perfecta y rutinaria al aeropuerto", escribió Trump.
"El helicóptero estuvo yendo durante un largo rato directo hacia el avión. Es una NOCHE CLARA, las luces del avión estaban encendidas.
"¿Por qué el helicóptero no subió ni bajó, ni giró? ¿Por qué la torre de control no le dijo al helicóptero qué hacer en lugar de preguntar si vieron el avión?
"Esta es una mala situación que parece que debería haberse evitado. ¡¡¡NO ESTÁ BIEN!!!", lamentó.

La recién confirmada secretaria de Seguridad Nacional de EE.UU., Kristi Noem, informó que desplegó a la Guardia Costera de Estados Unidos para ayudar con la búsqueda y el rescate.
También se manifestó el nuevo secretario de Defensa, Pete Hegseth, quien escribió que los acontecimientos de este miércoles por la noche son "absolutamente trágicos".
En una publicación en X, Hegseth señaló que el ejército y el Departamento de Defensa han iniciado inmediatamente una investigación.
"Oremos por todas las almas afectadas y sus familias", añadió.

Un funcionario que habló bajo condición de anonimato con la agencia de noticias Reuters dijo que se desconoce el estado de los soldados, pero añadió que no había ningún alto funcionario en el helicóptero.
El helicóptero, un Sikorsky H-60, había despegado de Fort Belvoir, en Virginia.
Medios estadounidenses informaron que el avión se habría partido por la mitad, por los restos que se avistan en el río, mientras que el helicóptero estaría sumergido boca abajo en el agua.
El gobernador de Virginia, Glenn Youngkin, indicó que los socorristas de todo el norte de Virginia, Washington DC y Maryland se han movilizado en respuesta al accidente en el río Potomac, que marca el límite entre DC y Virginia.
"Pido a todos que oren por los pasajeros, las tripulaciones, sus familias y los valientes socorristas", escribió Youngkin en una publicación en X.
Tecnología anticolisión
Según el consultor de aviación Geoffrey Thomas, que habló con la BBC, Estados Unidos tiene el sistema de aerolíneas más seguro del mundo y que "este tipo de cosas ya no ocurren".
Thomas explicó que las colisiones en pleno vuelo "eran cosa del pasado", y que la nueva tecnología ha permitido que los aviones se comuniquen electrónicamente entre sí para advertir a los pilotos de tales colisiones inminentes.
Se trata de un sistema denominado Traffic Collision Avoidance System (Sistema de alerta de tráfico y evasión de colisión, TCAS, por sus siglas en inglés), que, según Thomas, ha salvado decenas de miles de vidas en las últimas décadas.
Todos los aviones comerciales y la mayoría de los militares están equipados con esta tecnología, añadió el experto.
"Técnicamente (el accidente) nunca debería haber ocurrido. Es desconcertante y trágico".
Tanto el vuelo de American Airlines como el helicóptero Black Hawk estaban transmitiendo información sobre su trayectoria y altitud antes del accidente, según pudo comprobar BBC Verify.
Las dos aeronaves transmitían distintos tipos de señal, pero ambas eran visibles en un sitio web de seguimiento llamado ADS-B Exchange mientras se acercaban la una a la otra.
El avión enviaba señales ADS-B, mientras que el helicóptero Black Hawk utilizaba otro sistema llamado MLAT.
Las aeronaves de este tipo llevan a bordo sistemas para detectar vuelos cercanos, entre ellos el sistema TCAS.
Doug Rice, piloto retirado de American Airlines, declaró a la cadena NBC que el TCAS no es eficaz por debajo de los 700 pies (213 metros).
Los datos del sitio de seguimiento muestran que el avión de American Airlines se aproximaba en descenso constante al aeropuerto nacional Ronald Reagan de Washington desde el sur. El helicóptero volaba desde el norte, a lo largo del río Potomac, también en descenso.
La última altitud registrada del avión justo antes del impacto era de unos 200 pies (60,9 metros).
Dificultades para el rescate
El clima será un factor crucial para ejecutar la búsqueda, dado que se espera que las temperaturas caigan por debajo de cero durante la noche en el área donde ocurrió la colisión, según el Servicio Meteorológico Nacional (NWS).
John Donnelly, jefe del Departamento de Bomberos y Servicios de Emergencia en Washington DC, explicó que la respuesta de rescate es una operación muy compleja y que "las condiciones allí son extremadamente duras".
Actualmente hay 300 socorristas en el río, trabajando en barcos de toda la zona.
"Hay viento. Hay trozos de hielo en el agua... Y como no hay mucha luz, están ahí fuera buscando en cada centímetro cuadrado", señaló Donnelly.
Los despegues y aterrizajes fueron suspendidos en el aeropuerto, mientras el personal de emergencia respondía al incidente, indicaron las autoridades del aeropuerto en una publicación en X.
La Administración Federal de Aviación dijo que abrió una investigación sobre el accidente, mientras que el Departamento de Policía Metropolitana indicó que varias agencias gubernamentales están involucradas en la operación de rescate.

Ari Schulman declaró a la NBC Washington que vio estrellarse el avión mientras conducía por la autopista George Washington, que bordea el aeropuerto.
La aproximación del avión parecía normal, hasta que vio que el aparato se desviaba bruscamente hacia la derecha, con "regueros de chispas" que corrían por debajo, iluminando su parte inferior.
En ese momento se dio cuenta de que todo tenía "muy, muy mala pinta". En su opinión, después de haber visto aterrizar aviones allí en el pasado, la parte inferior de un avión no debería haber sido visible en la oscuridad.
Las chispas, dijo, parecían una "vela romana gigante" e iban desde el morro del avión hasta la cola.
Otro testigo, Jimmy Mazeo, afirmó que vio el accidente mientras cenaba con su novia en un parque cercano al aeropuerto.
Recordó haber visto lo que parecía una "bengala blanca" en el cielo. Aseguró que los aviones que volaban hacia el aeropuerto Ronald Reagan parecían volar siguiendo "patrones irregulares".
En declaraciones a la BBC, habitantes de áreas cercanas al aeropuerto lamentaron el accidente.
"Acabo de hablar con una de mis vecinas, Josie, en nuestro edificio cerca del Reagan National", escribió la periodista de la BBC Rachel Looker. "Dijo que el vuelo que se estrelló parecía estar a minutos de aterrizar en el aeropuerto".
"Todos los que se reunieron en el techo miraron el choque conmocionados e incrédulos.
"Cuando volví al interior, vinieron más personas para mirar más de cerca", añadió.
"Es muy triste", dijo Josie.

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