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Venezuela libera a 6 estadounidenses tras la reunión sorpresa entre Maduro y un enviado de Trump en Caracas

 

Las autoridades venezolanas pusieron en libertad a seis estadounidenses encarcelados en Venezuela tras la visita este viernes de un enviado del presidente Donald Trump a Nicolás Maduro en el palacio de Miraflores de Caracas.

Richard Grenell, enviado para Misiones Especiales de Trump, publicó en X tras la reunión que regresaba a Estados Unidos con los seis estadounidenses liberados. A la publicación, acompañó una imagen de los liberados sonrientes.

Poco después, el presidente Trump celebró la noticia en un mensaje en la red social X: "Me acaban de informar que traeremos a seis rehenes a casa desde Venezuela. Gracias a Ric Grenell y a todo mi personal. ¡Buen trabajo!".

El Departamento de Estado explicó que Grenell viajó a Caracas con el objetivo de conseguir que Maduro acepte los vuelos con ciudadanos venezolanos deportados por Estados Unidos y la liberación de los estadounidenses encarcelados en Venezuela, en el primer contacto público entre el gobierno venezolano y el estadounidense desde el regreso de Trump a la Casa Blanca.

El mensaje de Grenell para el presidente venezolano era claro: "Estados Unidos y el presidente Trump esperan que Nicolás Maduro reciba de vuelta a todos los criminales y miembros de bandas que han sido exportados a Estados Unidos y que lo haga inequívocamente y sin condiciones".

También exigió la liberación inmediata de "los rehenes estadounidenses".

Maduro se acerca sonriente al enviado de Estados Unidos Richard Grenell.

Fuente de la imagen,Reuters

Pie de foto,Maduro recibió en el Palacio de Miraflores al enviado de Trump.

Las autoridades venezolanas detuvieron a al menos nueve personas de nacionalidad estadounidense tras las cuestionadas elecciones del 28 de julio de 2024, en las que Maduro fue proclamado vencedor sin que se publicaran las actas electorales ni un desglose de los resultados.

Antes de conocerse la noticia de la liberación, Trump se refirió a Venezuela en el Despacho Oval.

"Queremos hacer algo respecto a Venezuela. He sido un gran oponente de Maduro. No nos trataron muy bien. Pero lo que es más importante, trataron a los venezolanos muy mal", dijo Trump.

"Queremos ver qué podemos hacer para que la gente vuelva a su país segura, libre", añadió.

El gobierno venezolano emitió un comunicado en el que aseguró que el encuentro se produjo a petición de la Casa Blanca y que en la reunión se abordaron "diversos temas de interés para ambos países: migración, impacto negativo de las sanciones económicas contra Venezuela, ciudadanos estadounidenses incursos en delitos en territorio nacional e integridad del sistema político venezolano".

Según Caracas, en la reunión "se ratificó la necesidad de darle un giro a las relaciones" entre ambos países.

El gobierno venezolano afirmó su disposición "a mantener los canales diplomáticos abiertos" con Estados Unidos.

Primera aproximación de la era Trump

Había expectativa por saber cuál sería la política de Trump hacia Venezuela y algunos elementos que apuntaban a que seguiría la estrategia de "máxima presión" de su primer mandato, como la designación de Marco Rubio, un estadounidense de origen cubano muy crítico con los "regímenes socialistas" de Cuba y Venezuela, como secretario de Estado.

La visita pública de un emisario personal de Trump a Maduro ha hecho a muchos observadores ver en ella un reconocimiento implícito al poder de este en Venezuela, pero distintos voceros de Washington se esforzaron durante toda la jornada por desmentirlo.

La secretaria de Prensa de la Casa Blanca, Karoline Leavitt, respondió cuando le preguntaron si Washington reconoce a Maduro que "absolutamente no" y Claver-Carone subrayó que el viaje de Grenell a Caracas "no es una negociación a cambio de nada".

Claver-Carone exhortó a Maduro a cumplir con las peticiones transmitidas por Grenell porque "de otra manera al final habrá consecuencias".

Sin embargo, no sería la primera vez que Trump intenta doblar el pulso a Maduro.

En su primera presidencia, reconoció al dirigente opositor Juan Guaidó como presidente interino de Venezuela, aprobó fuertes sanciones contra el gobierno de Maduro e incluso coqueteó con una posible intervención militar para derrotarlo.

El Departamento de Justicia de Trump llegó a presentar cargos por narcoterrorismo contra Maduro y dirigentes de su círculo, y ofrecer una recompensa millonaria por su captura que todavía está vigente.

Un inmigrante venezolano en Nueva York.

Fuente de la imagen,Getty Images

Pie de foto,Cientos de miles de venezolanos se quedarán sin estatus legal en Estados Unidos tras la revocación de la extensión del programa TPS.

Sin deportaciones a Venezuela

Las cosas aún están por definir en la segunda presidencia de Trump, pero este ya ha dado muestras de que cumplir sus promesas de deportaciones masivas de inmigrantes indocumentados, a los que se refiere en general como "criminales", será la máxima prioridad, y para eso necesita la colaboración de los países de origen.

Sin relaciones diplomáticas entre Washington y Caracas, los vuelos de deportación a Venezuela se suspendieron hace años y solo se restablecieron temporalmente durante la presidencia de Joe Biden.

El gobierno de Trump inisiste en que Estados Unidos sufre una "invasión" de inmigrantes indocumentados y asegura que muchos de ellos son integrantes del grupo criminal con origen en Venezuela conocido como el Tren de Aragua.

Además, revocó la extensión del Estatus de Protección Temporal, (TPS, por sus siglas en inglés), aprobada en las últimas semanas de la presidencia de Biden, por lo que se estima que 600.000 venezolanos quedarán próximamente en riesgo de ser deportados.

Maduro ha expresado en el pasado su disposición a recibir a los venezolanos deportados. "Si por allá no los quieren, nosotros sí los queremos", dijo recientemente.

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