
El Departamento de Estado de EEUU recordó a titulares y solicitantes de ciertos tipos de visa, que también pueden enfrentar la deportación tras entrar legalmente al país, en caso de no cumplir con las regulaciones vigentes.
Publicado en redes sociales, el anuncio coincide con una fuerte política contra la inmigración que impulsa la administración Trump, tras alcanzar una cifra de 37,660 personas expulsadas de territorio estadounidense en su primer mes en la Casa Blanca.
También advierte que, además del riesgo de deportación, las violaciones de las condiciones del visado pueden traer otras repercusiones en materia legal y migratoria, incluyendo la pérdida del visado.
¿Qué visa puede llevar a la deportación en EEUU?
El Departamento de Estado dirigió su recordatorio específicamente a los titulares y solicitantes de visas de estudiante, también conocidas como como visas F y M, las cuales se pueden solicitar ante el Servicio de Ciudadanía e Inmigración de Estados Unidos (USCIS).
Al respecto, el Departamento de Estado subrayó que “los estudiantes internacionales en EEUU están sujetos a todas las leyes estadounidenses y a las condiciones de sus visados”.
“Cualquier infracción puede dar lugar a la revocación del visado, procesamiento legal y expulsión del país”, concluye el aviso publicado el lunes.
La publicación coincide con una advertencia de Trump de recortar fondos federales a cualquier escuela o centro de educación superior del país que permita protestas “ilegales”.
El presidente mencionó la disposición de encarcelar o deportar a los estudiantes que participen en ellas, de acuerdo con un reporte de la agencia EFE.
“Se detendrá toda la financiación federal para cualquier colegio, escuela o universidad que permita protestas ilegales. Los agitadores serán encarcelados o enviados permanentemente de regreso al país del que vinieron”, anunció Trump en su red social, Truth Social.
Según USCIS, los visados en cuestión, que pertenecen a la categoría de no inmigrante, se otorgan a quienes desean estudiar a tiempo completo en EEUU, siempre que cumplan varios requisitos, entre ellos, un dominio del idioma inglés o inscripción en cursos para mejorar su nivel de inglés.
Además, los solicitantes deben contar con suficientes fondos para sufragar sus gastos durante todo el curso de estudio propuesto, y mantener una residencia en el extranjero sin intención de abandonarla.
Protestas universitarias en EEUU y amenazas de deportación
Las advertencias llegan casi un año después de las protestas que estallaron en abril de 2024 en campus universitarios a lo largo de EEUU contra la guerra en Gaza y el apoyo del gobierno estadounidense a Israel, las cuales se extendieron durante meses y resultaron en la detención de miles de personas que infringieron reglas de protestas y vulneraron la seguridad de otros estudiantes.
En su primer día como presidente, Trump firmó una orden ejecutiva donde sostiene que “Estados Unidos debe asegurarse de que los extranjeros admitidos y los que ya se encuentran en EEUU no muestren actitudes hostiles hacia sus ciudadanos, cultura, gobierno, instituciones o principios fundacionales, y no defiendan, ayuden o apoyen a terroristas extranjeros designados y otras amenazas a nuestra seguridad nacional”.
También recomienda “evaluar todos los programas de visados para garantizar que no sean utilizados por naciones-estado extranjeras u otros actores hostiles para perjudicar la seguridad, los intereses económicos, políticos, culturales u otros intereses nacionales de Estados Unidos”.
Unos días después, Trump publicó otra orden ejecutiva denominada “Medidas adicionales para combatir el antisemitismo”, en la que establece la obligación de la política de Estados Unidos para “combatir enérgicamente el antisemitismo, utilizando todas las herramientas legales disponibles y apropiadas, para procesar, sancionar o hacer rendir cuentas de cualquier otro modo a los autores de acoso y violencia antisemitas ilegales”.
En respuesta a ambas iniciativas y las recientes advertencias de la administración Trump, la Unión Americana de Libertades Civiles (ACLU) publicó una carta abierta a los colegios y universidades de todo el país instando a que rechacen cualquier presión federal para vigilar o castigar a los estudiantes y profesores internacionales por expresar sus opiniones bajo el amparo de la Constitución.
“Es inquietante ver cómo la Casa Blanca amenaza de forma tan flagrante la libertad de expresión y la libertad académica en los campus universitarios de Estados Unidos. Nos solidarizamos con los dirigentes universitarios en su compromiso con la libertad de expresión, el debate abierto y la disidencia pacífica en los campus”, dijo Cecillia Wang, directora jurídica de la ACLU y coautora de la misiva.
“La última campaña de coacción de Trump, intentando poner a los administradores universitarios en contra de sus propios estudiantes y profesores, nos remonta a la era McCarthy y está en desacuerdo con los valores constitucionales estadounidenses y la misión básica de las universidades”, señaló Wang.

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